Saco un enorme objeto de plástico de la caja y la dejo caer al suelo. El estruendo que provocó me hizo salir de mi sueño y ver, con pasmo, como ponía en marcha aquello, que no era sino un vibrador y lo introducía en su culo. Se me heló la sangre. Estoy segura que, si me hubiesen pinchado, no habría sangrado lo más mínimo.
Un nudo en la boca del estómago parece borrar de mi mente toda referencia a lo que ocurrió anoche. Mi conciencia, tan maltrecha como mi cuerpo, masculla en voz baja que quizás en mis entrañas se esta desarrollando ya, el problema mas grande de mi vida.
Ya en la camioneta ella me comentaba que las medias le estaban cortando ya que estaba acostumbrada a usar pantimedias a lo que en seguida me contesto que si podía manejar mientras ella se las quitaba, inmediatamente se detuvo y me pase al asiento del conductor y ella a la parte trasera para cambiarse las medias
Con tanto software y actualizaciones ya no hay quien se aclare :-)
Existían 10 bellas islas desiertas en medio de la nada, donde quedaron presas diferentes personas
Una chica de 17 año que llega pedir ayuda para realizar una tarea es desvirgada por su primo que le enseña todo lo relacionado con el sexo.
Se sentó a mi lado y le pegunté hasta donde iba, a lo que me respondió hasta Mendoza y le replique nuestro destino era el mismo o sea que íbamos a pasar un largo rato juntos, porque el viaje es bastante largo y por suerte que iba a tener compañía para que no fuera tan tedioso, ella se sonrió y me dijo que hasta podía ser un poco divertido
Ató un perro en cada argolla y yo fui llevada por toda la estancia con la correa, caminando a cuatro patas al lado de mi ama dándome tirones de vez en cuando para ir corrigiendo mi posición, un paso por detrás de mi ama pero no mas, siguiendo su ritmo de marcha, unas veces lento, otras más rápido, parándonos y enseñándome a sentarme con la cabeza alta y el culo a ras de suelo, era algo humillante
Las cosas no me fueron muy bien y encima seguro que después de este mosqueo mi novia no volvería ha hablarme y perderla era lo ultimo que yo quería, porque es una chica maravillosa, solo que no entendía que Lidia iba a poder darme cosas que ella no podía darme.
La fricción de semejante pedazo en las paredes de mi vagina... forzada por mis rotaciones para apurar la penetración... queman por dentro la suave piel de mi sexo como el chorro de un lanzallamas.