Durante un rato seguí oliendo y acariciando suavemente con mis manos, metí mis dedos entre sus nalgas y con las yemas toque ligeramente sus labios mayores y la rajita de su bollo adolescente.
Ella me dijo que fuéramos a su habitación. Se desnudó totalmente, dejándose solamente unas preciosa medias de lycra en su cuerpo. Dios mío, nunca había visto un cuerpo así, tan precioso y con ganas de ser lujurioso.
No creo que eso le guste pero no puede hacer nada. Renuevo mis caricias y la beso por todo el cuerpo buscando ciertas partes. Un dedo comienza a penetrarla por su mojada vagina y después le sigue otro más. Mientras tanto el dedo pulgar retoma las caricias a su clítoris. Después de unos minutos ya no puede más y tiene otro orgasmo.
Mía es actualmente mi compañera de trabajo, tiene cuarenta años, es rubia, de pelo ondulado, tiene la piel muy blanca y un hermoso rostro de ojos verde miel, usa espejuelos pues tiene una ligera miopía, su boca es grande y tiene unos labios sensuales y muy bien delineados.
Que le metí mi dedo en su culo enorme, luego le pasé mi lengua en su monte de Venus suavemente al contorno de su monte le pasaba mi lengua suavemente, hasta que la hice suspirar tanto que iniciaron sus gemidos cada vez más fuertes, mi pene se hinchaba, cada segundo lentamente ella me lo pedía, dame tu verga rica métemelo hasta el fondo se la metí hasta el fondo como ella me lo ordenó, le gusto tanto y a mí también la puse arriba de su escritorio en una posición incómoda que me dolían las piernas.
Más tarde vuelve a bajar su boca por mis testículos mientras me agarra firme la polla y me da pequeñas mordidas en el escroto y me mete la lengua y hasta un dedo en el culo que previamente moja en su boca o en la mía.
Dianet y yo coincidimos en un curso en el mismo hospital, ella era ya una especialista formada y estaba haciendo un diplomado, yo estaba apenas en el último año de mi especialización.
A mis treinta y seis años tenía dos amantes además de mi esposa, Liz. Me quería comer el mundo y pasaba todo el tiempo pensando en follarme a mis tres mujeres.
De nuevo las sensaciones recorrieron mi cuerpo, aventándome hacia un abismo de gemidos y movimientos espasmódicos y convulsivos. Por entre el velo de neblina del placer, podía divisar a los otro cuatro alrededor de nosotros, masturbándose como locos mientras nos contemplaban. Antes que yo, el que me penetraba alcanzó el orgasmo derramándose dentro de mí.
La gran finca que había heredado de su tío, era un refugio con esclavos y esclavas deseosos de tener un nuevo amo. Una gran sorpresa le esperaba en la segunda y tercera planta.
Cómo les decía Jude tiene un pequeño coño depilado y produce un manantial de rico fluido transparente que empapa mi pubis, mi boca, mis manos, es un olor agridulce muy agradable y muy difícil de quitar, más aún porque ni siquiera me baño antes de llegar a casa.
Mi objetivo era provocarle un orgasmo por el culo, a ella que siempre me lo había negado. ¡Y claro que lo logré! Me movía como un poseso, no solo de atrás a delante sino también en círculos, su culo, al principio apretado, se dilataba enormemente.
Todo empezó hace diez años cuando le confesé varias infidelidades, para ella fue un shock pues siempre pensó que teníamos una relación especial, pura, por encima de la media. Pero es muy inteligente, entendió rápidamente que somos una pareja más, con sus problemas y crisis.
Hace unos cinco años, estando fuera de Cuba, descubrir las fundas para el pene; ya conocía los consoladores y otros artilugios sexuales, pero jamás había visto las fundas. Exploré detenidamente la web de la sexshop y finalmente me decidí; compre una maravillosa funda para el pene que me agranda el miembro hasta 19 centímetros y duplica su grosor.
Sucede que Ares y yo hemos hablado varias veces de mujeres, de lo que nos gusta hacer con ellas en la cama y de nuestras historias pasadas; así por ejemplo, recuerdo su preferencia por la pose en cuatro patas, lo que decimos en Cuba el perrito; me ha dicho que le encanta la visión del culo en esa posición y debe ser cierto, pues su esposa tiene un inmenso culo gordo enmarcado por unas caderas muy anchas.
Cuando Carlos me vio, le dijo a Esteban, yo solo con ella, vos solo con Estela. Me opinión no valía, mejor dicho, no hacía falta expresarla, todo fue a pedir de boca, Carlos un Maestro, Me puso un aparato en labio de la vagina , que tocaba el clítoris, mientras me introducía, un hermoso pene, acabe lo menos cuatro veces, me enseñó a mamárselo, el beso en succión de la punta, levantar el prepucio apretándolo, suave contra la lengua, cuando sus jugos preseminales, me llenaron la boca de salado,
Luego nos fuimos a bañar, ya que nuestros cuerpos estaban sudorosos, y luego nos acostamos, estuvimos toda la noche hablando acerca de las indirectas que él me hacía y las que yo le hacía, nos reímos y después nos dormimos, esa semana fue espectacular, aunque no volvimos a tener relaciones.
Estaba sudada y con las bragas en su parte baja completamente empapadas. Durante días y por mis creencias católicas tuve pensamientos fatídicos y un gran sentimiento de culpabilidad, aunque no dejaba de recordar cómo aquella bestia me había ensartado una y otra vez, sin yo poder hacer nada.
Volví a besarle hasta que sus brazos que intentaban rechazarme, se enroscaron en mi cuello y su lengua comenzó a devolver las caricias de la mía, juntó su cuerpo al mío y ahí me di cuenta de que el tamaño de mi verga no sería impedimento para cumplir mi capricho.
No podía quedarme viendo como una tarada como los perros cogían, seguí al supermercado y cuando regreso, me encuentro que los perros que antes estaban cogiendo, se quedaron pegados culo con culo.
Me apretó las tetas por encima de la camiseta y jugueteó con mis pezones que se pusieron duros como una roca....; Cierra los ojos y disfruta mi amor..... Los cerré... Sentí que me hacía levantar los brazos y me sacaba la camiseta... Su lengua se dedicó a mi canalillo.... Soplándome dentro de él....
No tenía vendas en los ojos y a la sorpresa de poder ver a su dueño se le sumaba la excitación de tener a Alejandra a su lado susurrándole instrucciones.
Ser miembro del club implica la sumisión de todos los hombres que forman parte de él y poder disfrutar de una nueva dimensión en el concepto ama-esclavo.
Seguí bajando por su espalda hasta llegar a su cintura y allí me detuve de nuevo, subiendo de vez en cuando recorriendo su columna vertebral. A continuación me dediqué a sus piernas, bajando rápidamente hasta hacerme con sus pies y comencé a masajearle las plantas de los pies.
Luego empecé yo a hacerle una mamada y recibí su leche hirviendo en mi boca y cara, pero por mi seguridad la arroje a una lado, entonces decidió el chupármela nuevamente y llegar a saciar su sed de leche; de allí me volteo y empezó seguir besándome luego de 10 minutos cuando estábamos nuevamente calientes, me la empezó a meter suavemente, muy delicado por cierto acabando dentro de mí y quedándose dentro.
Una vez adentro comencé a lamer sus pies, sus zapatos y tacones, luego la pierna, hasta llegar a sus partes íntimas donde me ordeno que parara. Mi ama se quitó la ropa y se colocó un traje de cuero que solo tapaba sus senos y su pubis. Seguidamente me ordeno colocarme de espalda tirado en el suelo, comenzó a caminar sobre mi cuerpo, luego me ordeno besar y lamer sus pies, mi excitación era máxima, pero mi ama no me dejaba que me tocara.