Me hice a un lado y ahí estábamos: calientes y patéticos; yo con zapatos, calcetines y camisa, y ella solo con la blusa medio puesta y el sostén como collar. Estuvimos así cosa de cinco minutos pero mi cerebro pensaba que habría que hacer algo, pues comenzaría mi comadrita a hablarme y decirme cosas de ellos o problemas cotidianos, etc. Y yo lo que quería es estármela cogiendo cada que se pudiera.
Yo me puse de rodillas frente a él y comencé a lamérselo haciendo círculos con mi lengua sobre su glande, chupándole sus testículos y el no tardó en responder, su enorme pene me llenaba la boca y me costaba mucho tragarlo estuvimos bastante tiempo hasta que sentí como se descargaba dentro de mi boca mientras yo apuraba a tragar tratando de no dejar escapar nada de ese delicioso néctar, luego que le deje bien limpio el pene me dijo estuviste genial la verdad que no exageraron en nada con vos ahora vamos a ver si te bancas una buena culeada
Llego el día de la primavera, y mis compañeros me habían invitado a ir a un campamento, pero ese mismo día a la salida de la facultad Natalia dijo las palabras que cambiaron el sentido de mi vida sexual para siempre : 'No queres venir el sábado 21 conmigo a algún lado?'(con una sonrisa complaciente y asomando la punta de su lengua de forma amenazante)...
Mi deseo de las pantimedias sobrepasó el pudor y comencé a platicar con ella, no podía evitar ver sus piernas, ella lo notaba y no hacía nada por evitar que lo hiciera, así comenzaron los pequeños jugueteos, pasando por "accidente" mi mano por sus piernas y todo parecía que a ella le gustaba tanto como a mí, después de un par de horas hubo un descanso en el curso, entonces nos paramos, no había notado sus hermosos tacones que traía puestos, que le hacían lucir unas piernas como nunca había visto yo antes un par.
Cerré entonces mi mano sobre su verga, siempre por encima de la sábana, y empecé a masturbarlo. Suave al principio, rápido después. Yo miraba a la cara de Rodrigo, él cerró los ojos y gimió de placer. En apenas un minuto soltó un torrente de su savia, y creció una gran mancha en la sábana. Su excitación era enorme, no había resistido más.
Temo el día que mis hijos se enteren de lo que hago. A Pedrito ya le he encontrado alguna revista porno y tarde o temprano topará con una en la que aparezca yo. Cuando el hijo de Ana se enteró de la profesión de sus padres, se empeñó en follarla y ella le dejó hacerlo. Ahora, hasta se la lleva a su casa y la mete en la cama con su propia esposa. Si mi Pedrito se empeñase también, como él, en usarme como puta no sé si podría negárselo.
Creí que lo haría terminar, ya que Ana da unas mamadas increíbles. Después de unos minutos en la detuvo. Le pidió que se sentara sobre él. Ana se acomodó y con su mano tomo su verga y la froto en su vagina. Se daba masaje con la verga en las nalgas, en el ano y en la vagina. Luego la puso en la entrada de su vagina y se fue sentando en ella lentamente, hasta que vi como desapareció, quedando a la vista únicamente, los huevos.
Esa visión me estaba poniendo caliente y entonces me dije Evelyn tiene que ser mia, mientras pensaba cómo hacer para que ocurriera eso empecé a tocarme la verga por encima del short ya se me había empalmado bueno mi verga mide unos 18 cm y en ese entonces ya se me había empalmado y sentía como si se quisiera romper el short por la presión que hacia mi verga y cuando me di cuenta ya estaba terminando de tomar la ducha y me apure en esconderme para que no me vea en esa situación.
A mi comadre no sé por qué razones la dejó mi compadre, a quién nunca volvimos a ver, pero eso es lo de menos, pues yo saque mucho partido de que se haya marchado. Desde que conocí me gusto muchísimo, pues tiene una cara de chica de 15 años, pero en ese entonces andaba
Cada impulso de caderas provocaba en Elizabeth un estremecimiento de placer similar a un orgasmo. Llegó un momento en el que ella no distinguía si se estaba corriendo o sólo era la pericia de su amante. Esto ya no era el clímax, era un sueño, ni en sus mejores fantasías (que habían sido muchas) se hubiera imaginado a un Latín Lover semejante.
El asintió con la cabeza, así que fui deslizando me hasta encontrar su sexo enfrente mío, no sabía cómo hacerlo así que tuve que pedirle ayuda, pronto tomé práctica y escuchaba sus gemidos muy apagados, como si no quisiese ser escuchado, yo ya no podía más, comencé a sacarme la parte inferior del traje de baño, cuando el me detuvo, simplemente dijo que se lo dejara a él, me recostó en la cama, y se deshizo primero del sujetador, se detuvo un rato jugueteando con mis senos, lo cual me hacía sentir arder por dentro, fue bajando lentamente besándome cada rincón del cuerpo
Esa misma noche cenamos y ansiosa por ver que se trataba nos metimos en la cama para verlo. Mi dormitorio no tiene las dos camas paralelas sino que están enfrentadas pies con pies, por lo tanto solo se podía ver la tv desde una sola cama. Nos acostamos en la mía y comenzamos a reproducir el vídeo, no podía creer lo que estaba viendo, era un vídeo de zoofilia, mujeres teniendo sexo con todo tipo de animales. Esas imágenes me empezaron a excitar de tal punto que mis pezones se inflamaron dé tal manera que las puntas se notaban claramente debajo de mí top de algodón blanco, no podía sacar mi vista de esas imágenes.
Llegados aquí, debo decirles la verdad. Es cierto que lo anterior fue el final, pero el final previsible. Hubo otro final, impensado e imprevisible, para el cual yo no estaba preparada. Es duro, es horrible, es repugnante, pensarán algunos y hasta yo misma tal vez lo habría pensado si hubiera leído algo así días atrás. Los / Las muy susceptibles, tal vez, no deberían continuar leyendo.
Le metí un dedo y este resbalo como en mantequilla, mi madre dio un salto y dijo: no pares corazón-, yo seguí metiéndolo y sacándolo y mi mama estaba como loca, sus gritos se escuchaban en casi todo el cine, pero ni a ella ni a mí nos importaba, me detuve y le dije: CHUPAMELA- ella se inclinó y la metió en su boca, - NO MAMA, QUIERO QUE TE PARES Y TE HINQUES DELANTE DE MI-, ella no dijo nada, solo se paró y puso sus rodillas en el piso y se metió mi sexo en su boca, chupaba como desesperada, nada parecido a lo anterior,
Luego lo agarro y se subió encima de mi sentándose suavemente sobre mi pené sintiendo que le entraba lo más profundo empezó a moverse rápidamente me agarraba con fuerza las manos, y moviéndose tan rico que volvió a irse le agarre sus pechos con tanta fuerza que era tanta la excitación y placer que no sentía los apretones que le daba en ese momento, aún no había descargado todo mi semen así que le dije que se me pusiera de torito.
Intenté resistirme, pero el hombre me pegó otro tirón del pelo, aún más fuerte, y comprendí que, o colaboraba, o era capaz de arrancarme el cuero cabelludo; además, me di cuenta de mi precaria situación, en un sitio desértico y con dos hombres fuertes que me tenían cercado. Jamás había tenido sexo con otros hombres, ni siquiera en el colegio las socorridas pajas que se hacían algunos compañeros entre sí; con chicas había tenido algunas relaciones, sobre todo mamadas.
No pude apartar mis ojos pues su pequeño bañador dejo al descubierto una de sus nalgas, que se me antojaron firmes y suaves. Ella con toda naturalidad se arregló y procedió a servir los refrigerios. Platicamos un poco y trate de indagar si tenía algún amigo especial y de sus estudios. Ella me contesto:" hay tantos interesados pero ninguno me llaman la atención.
Su sexo, comienza a moverse, a salir y entrar en mi boca, ¡me está follando!, ¡me está follando por la boca!, siento como llega hasta mi garganta, su mano se posa en mis nalgas, mientras con la otra retira la sabana de encima de mí, el aire fresco llega hasta mi cuerpo, mi rostro, el sol golpea mis ojos y me hace cerrar los ojos.
Esta historia comienza con los viajes diarios para llevar a mi hija al colegio, con el chófer que nos lleva diariamente iniciamos una buena amistad, todo comenzó con un juego de palabras, palabras eróticas en inglés, piropos por mi corta pollera, por mis pantalones sumamente ajustados en los cuales siempre duda si tengo ropa interior.
Lamía incansablemente los pliegues rojizos de nuestra morenaza, que se proyectaban por encima de un vello negrísimo con forma angular. La misma forma que tenía su clítoris, éste era pellizcado o mordido incansablemente por Liz.
En eso que el tío empieza la enculada yo mientras puedo ver como ella gime no sé si de placer o de borracha, mi compañero empieza suave, a medida que va pasando el tiempo las embestidas del tío son más fuertes, la verdad es que la está enculando bien enculada ya que puedo ver como los cojones del tío dan en las nalgas de la tía, en eso que el tío se quiere correr y saca la polla del culo de la tía, quiere que ella le haga una mamada.
Luego noté su boca succionando mis senos, su lengua que los lamía delicadamente, provocándome oleadas de placer que recorrían mi vientre hasta mi húmeda vulva, ansiosa por recibir sus caricias. Y otra vez sus manos, que se deslizaban por el interior de mis muslos, rozando apenas los labios de mi sexo, hinchados al máximo.
Y cuando no pude más derrame un gran chorro de leche en su culo el cual se perdió por sus entrañas, dejando pequeños restos en mi verga los cuales Elena se encargó de limpiar, y así paso casi la mañana en la que mis sobrinos dormían ya que el día anterior se quedaron jugando hasta tarde.
Y vaya que lo era, prácticamente no paraban de bailar. Y yo como estúpido viendo a mi esposa disfrutando con el tipo que antes le caía mal. Solamente se sentaban cuando la sed les exigía un trago de vino. Cuando empezó la música que requería bailar pegados, supuse que se sentarían, pero solamente vi que algo se decían al oído y Lorena volteo conmigo como pidiendo autorización.
Pude sentir contra mi boca sus temblores de satisfacción, pero no pude contenerme y seguir saboreándola, seguir buscando más allá, para ese momento me acerque a la mesita de noche y dando un sorbo al champagne, regrese con un poco de este en mi boca, y deje que el líquido frío corriera por toda su vagina, esta vez, estaba dispuesta a no dejar una sola gota entre sus muslos y me dedique a despertar su deseo nuevamente.
Eso calentó un poco la charla y mojo algo nuestras vaginas, me levanté como para vestirme, quite la toalla y quede desnuda frente a Adriana, ella me miró y me dijo que tenía un cuerpo hermoso, yo le dije que ella también era muy bella, entonces se aproximó a mí y me beso fuerte en la boca, fue apasionado, nuestras lenguas enseguida se buscaron y se entrecruzaron en mi boca, ella lentamente fue bajando sus besos por mi cuello, hasta llegar a mis pechos, mis pezones ya estaban totalmente duros, sentí su boca recorriendo mis pechos hasta llegar a mis pezones, los puso en su boca y los chupo fuerte, los apretaba y me los estiraba con sus labios, mi concha se humedecía con esa boca que chupaba mis pezones erectos y excitados
En un momento de pasión, me puso debajo y se tumbó encima de mí... Comenzó a morderme los pezones, y empezó a bajar... (Siiii! Siii! Pensaba yo... Ves hacia ahí!!) Y claro, llegó a mi pene y comenzó con lentos besitos donde rozaba con su lengua mi glande... Estaba en la gloria... Seguía chupándomela y se la metió de pronto toda en la boca. Era una PUTA experta... En dos o tres mamadas estaba ya a punto de correrme...
Ahora sí ya estamos en el final previsible. Pido perdón por haber interrumpido la escritura y haber tenido que subdividirlo en escenas, pero pasó que ya es noche y llegó de su trabajo mi marido y me encontró tan mojada que sin pedir permiso, estando tras de mí, me levantó asiéndome de las caderas, me volcó el cuerpo hacia delante y me la puso de una así, desde atrás. Un polvito maravilloso y reconfortante. Por suerte, me dio tiempo a cerrar y evitar que leyera algo del file, porque todavía no sabe.
No, todo aquello aguanta bien, y seguro que habrá más ambiente, pero en los bares prácticamente sólo dejan entrar extranjeros, si hubieses ido con ellos abrías entrado, pero igual ahora te ponen pegas, a menos que hables ingles con el portero, son todos "machacas" y no distinguirán si eres de fuera o nacional, las veces que he entrado ha sido así, haciéndome pasar por "guiri".
Y la solté. Ella dudo un momento pero se miró a su amiga y al verla de rodillas con el chocho depilado y mojado por el agua, si inclino y arrodillo. Yo no me lo podía creer, la polla me presionaba tanto los pantalones que me dolía y solo con verlas a ellas dos de rodillas, una blanca con el culo al aire y otra negra en braguitas casi me corro. Pensaba que era el tío más afortunado del mundo pero no sabía si podría con las dos, así que pensé que tenía que desgastarlas un poco o quedaría muy mal.