Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Mi primera vez

Después empecé a besarla y a acariciar su cuello y con mis labios. Estuvimos agasajando por un buen rato y ya cuando vi que ella estaba tan excitada como yo, me puse el condon y ella solita se quitó lo que le quedaba de ropa. Se abrió de piernas y se puso en forma de arco.

Disfrutando del sexo

Un instante después y con mi corrida resbalandome por mis muslos me llevaron al cuarto de Toni, al llegar al cuarto me bese con Ramón mientras Toni se desvestia y después con Toni mientras lo hacía Ramón entre los dos besos ya me había quitado la poca ropa que me quedaba Ramón se tumbó sobre la cama y yo me acerque a el puede verle su polla de unos 18 cm ,gruesa, con un capullo grande de las que me gustan :)

La puta y su cornudo II

Y también me pongo ahora a cuatro patas al lado de mi mujer, mientras folla con él, porque así consigo que vea mi culito respingón y locuaz de puta, que yo muevo sinuosamente en círculos para atraer al macho y que se sienta tentando de follárselo y follarme, y ya de paso conseguir con esta argucia que mi mujer me permita lamerle su hermoso coño, que tanto amo y me cautiva. Porque la amo con toda mi alma y sólo quiero lo mejor para ella.

La noche de mis sueños

Se quedaron así unos segundos hasta que la vagina se adapto al tamaño del miembro que le estaba taladrando, luego y para sorpresa de todos, incluso de Willy, Vero comenzó a botar de una forma tan violenta que Willy casi no podía mantener el equilibrio ante tales embestidas.

La pensión de la luna

Me quedé paralizado cuando ví su puerta completamente abierta, ella estaba parada junto a la cama solo con su sostén, ya desabrochado, y un pequeño calzón, la suave luz de su velador estaba encendida por lo que se apreciaba todo su exquisito cuerpo.

Rodhesia II – Final

Me coloqué detrás de Margaret, de manera que su trasero se incrustaba en mi ingle y comencé a decirle en voz casi imperceptible sugerencias. La agarraba de las caderas y le cogí el pene de marfil para agitarlo entre las piernas cerradas de Ivonne. También le ordenaba a Ivonne, que suponía aún que era yo la que la tocaba y besaba.

Ella quería ser dominada y me encontró

Había escrito hace tiempo a la sección de contactos de una conocida revista, apartado "dominación". Me llamo Manuel, vivo en Barcelona, tengo 42 años y un físico normal, con una polla normal, pero con un gusto por el morbo, que no es normal. Recibí unas cuantas cartas, y después de desechar la mayoría (distancia, gustos personales y... hasta un par de putas), me quede con una carta que me pareció especial.

La criada filipina

Comenzó a bajar por mi cuerpo, besando mis tetas y mis pezones, mientras sus manos no se separaban de mis tetas y mis pezones, me besó las costillas, el ombligo, la ingle, y al final, sus labios me mordieron el clítoris y estiraron de él como queriéndolo arrancar.

La amiga de mi hermana

De ahí me dirigí a mi salón y me pase el resto de las clases pensando en eso, ya a la hora de la salida pase por el salón de mi hermana y ahí estaba Julieta, mi hermana me habló para darme las llaves de la casa, y cuando me estaba dando las llaves note a Julieta viéndome bastante y me acuerdo que hasta me dijo bye...

Julia, una chica dominante III

La cogí del cuello y la eché contra mis hombros. Sentí su boca en mi clavícula. La tenía agarrada del cogote. En ese momento introduje un par de dedos en su sexo, posando la palma de mi mano sobre su clítoris que asomaba entre los labios abiertos y comencé a sacar y meter mis dedos dentro de ella. La sentí vibrar contra mí, tiritar, frotar sus pechos contra los míos. Entonces la agarré de los pelos y le dí un beso fuerte, casi una penetración de beso.

Julia, una chica dominante II

Había pasado quizás un cuarto de hora. Le tocaba fregar la salita. Debía estar por allí. La sentía por allí. En el frutero había un plátano de Canarias y otro, un largo plátano verde y amarillo, de esos de Costa Rica. A mí personalmente me gustan más los de Canarias, pero para lo que lo quería, prefería el caribeño.

Rodhesia I

Sus piernas eran largas y bien hechas. En conjunto, era un de esas nativas de complexión fuerte, piernas largas, cintura alta, culo y caderas anchas y cintura estrecha, espalda ancha y recta y pechos desarrollados y erectos. Su pelo era extremadamente rizado, aún después de mojarlo y su cuello. Largo como el de una jirafa. Fina, una chica fina.