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El emprendimiento

Perdí la noción del tiempo, quizás también mis sentidos, una vorágine de placer se apoderó de mi ser, mi sangre hervía en mis venas, mi concha se había transformado en mil conchitas que vibraban y contraían procurándome múltiples orgasmos, miles de coños frenéticos se corrían en mi cuerpo, un orgasmo sideral, celestial y demencial...

Mi mamá

Aprovechábamos cualquier momento, con mi madre ausente, para que él me acariciara, y yo respondía profundamente llevándome, y llevándolo siempre al goce feliz, a la cúspide del placer sexual sin dejar fuera ninguna de las caricias nacidas el primer día y otra más inventadas sobre la marcha del placer. Cientos de sublimes orgasmo me conmovieron, y me hicieron convulsionar no pocas veces de tanto placer; lo mismo a él.

Mi papá

Yo no dejaba de jadear y gemir desde hacía eones, y cuando la boca mamaba entusiasmada, sentí un estremecimiento fantástico que mi mente ausente pudo interpretar como un enorme orgasmo, orgasmo que se acompañó de la expulsión de líquidos abundantes desde mi virginal vagina.

Doble de placer

Estaba caminando por los pasillos de la facultad para ir a mi clase de administración de recursos humanos cuando me encontré con una chica que estaba de espaldas mirando la cartelera y vi que tenía un culo impresionante, entonces me la choqué a propósito y entonces ella dio vuelta y le dije que perdón y ella me dijo que no era problema ya que ella era la que estaba obstruyendo el paso, entonces le dije que estaba todo bien.

Tácticas de guerra, el padre y el hijo

La mano que tenia libre se deslizo por mi oído bajando por mi mentón, siguiendo por mi cuello y descendiendo aun mas por mi pecho; el beso seguía, no quería que terminara. Nuestras respiraciones comenzaron a agitarse, mis manos aprisionaron su cabeza por la nuca para que no se separara, los labios se rozaban, las lenguas chocaban. Mis manos bajaron a su pecho y buscaron los botones de la camisa, los cuales cedieron a los suaves movimientos de mis dedos, uno por uno.

Un gran placer

Esta es la gran historia de una gran noche de romance, en la que nunca antes la he pasado tan bien y sentirme tan satisfecho como esa noche, en la que con gran placer y ternura entregue, aunque ya había sucedido en ocasión atrás una vez, mi apretado trasero al chico de quien estoy super agradecido por tanto placer.

Un viaje cargado de morbo

Así lo hicieron, durante la comida charlaron de sus vidas en los últimos años, se contaron mil aventuras y rieron con los recuerdos que cada uno guardaba de su antigua relación. En la sobremesa, mientras tomaron café y algún licor, comenzaron a hablar de sus aventuras amorosas y enseguida recordaron su actividad sexual.

Mi primera vez I

Oh! Sabes que placer sentía, cuando tu lengua jugaba con mis pezones, haciendo circulitos... cuando jugabas a tragarte mis senos... como me excitabas.... y cuando mientras tenias mis senos en tu boca y acariciabas mi rajita, húmeda, hirviendo de placer... que grande sentía mis labios mayores a través de tus dedos... estaba completamente depilada para ti... y tus dedos se deslizaban por mi rajita arriba a bajo y luego penetrando un poco para acariciar mi clítoris que estaba duro y pulsante...

La segunda vez con el placer vaginal

El tiempo pasaba lento y desesperante por mi parte además en las noches aun cuando soñaba con lo que había hecho y lo que había sentido y todo lo que me importaba era reunir gota a gota de mi cuerpo de mi semen para descargarlo dentro de mi mamita en su preciosa vaginita peludita y olorosa dentro de esa seducción malsana que deseaba de ella.

Los hombres pícaros

Comencé a moverme yo también al compás de la serruchada de aquellos dos machos impresionantes que me estaban enloqueciendo de goce. Movía la cola arriba y abajo lentamente y podía sentir cómo la sensación del orgasmo me llegaba lentamente. Me detenía y podía disfrutar la cogida sin que el orgasmo avanzara.

Intercambio inesperado

El apretujaba mis nalgas con frenesí y yo me decidí a chupárselo en toda su longitud, entraba y salía de mi boca, yo apretaba mis labios lo más que podía para saborearlo mejor; y cuando menos lo esperé el dejó salir un gemido al tiempo que se vaciaba en mi boca. Salió tanto y con tanta fuerza que sentí que me ahogaba y me retiré, provocando que el resto de su semen salpicara mi cuello y mi barbilla.

Ulises y Ely III

Así que lo tiré sobre la cama y empecé a desnudarlo, él se dejaba hacer un tanto sorprendido lo dejé totalmente desnudo y entonces me lancé a mamar su verga de manera lasciva... con lujuria, como una puta profesional... empecé a lamer sus huevos, a lamerlos suavemente para después chuparlos despacio... los metía a mi boca alternadamente, jugándolos con mi boca, con mi lengua... lo tenía loco en pocos minutos...

Sara II: Final

Elena se dedica a los testículos, como despertando al semen de su cuna y acariciándolo a través de la piel dura de los huevos. Yo me deleito sintiendo mi masculinidad acariciada, besada y contenida en todas sus partes, cuatro manos y dos bocas...

Hermanito ideal

Mira hazme así con tu dedito y ejemplifique haciéndolo yo con mi dedo rápidamente aprendió y empecé tener las sensaciones más deliciosas que nunca había sentido, casi explotaba en un gran orgasmo, pero cuando casi lo conseguía se retiro un poco, se puso en medio de mis piernas, me las flexionó, tomo su pito con la mano y lo colocó en medio de mi panochita

Otra noche de sábado

Innecesariamente, por que sabía con total seguridad quién estaba al otro lado, miré por la mirilla, y efectivamente, allí estaban mi adorable vecinita y su amiga con sendos saltos de cama y cara de niñas malas, era estúpido simular que no había nadie en casa por que sabia positivamente que Sara me había visto espiar sus actividades lésbicas, así que me arme de valor y abrí la puerta.