Mi forma de ser se vio descubierta de forma muy casual pero muy muy adecuada y aprovechada por mi astucia, la cual llego al dia inolvidable para mí y con la persona que menos pensaba.
Me tumbe sobre la cama bocarriba ella se coloco sobre mi encima mía pero con una pierna sobre el suelo, cogió mi pene con sus dedos y llevó hasta su vulva frotándolo contra ella yo le coloqué mis manos sobre su cintura y la obligue a que fuera bajando, hasta quedarse por completo penetrada.
Me viro boca abajo y comenzó a acariciar la espalda, me daba mordiscos y me pasaba la lengua a la vez que me acariciaba la pinga. Iba bajando la espalda y me llego al culo, le comenzó a pasar la lengua.
Mi polla se enriela y yergue justo detrás de vos, me encorvo un poco para hacerla coincidir con la cañada de tu culo perfecto y aplasto tus montañas redondas de carne con la proximidad de mi pelvis que tiembla de amor y se aposenta en la mujer que es el sabor de la vida, de mi vida.
Explicó que para hacerlo debía ponerse en un estado de calentura que igualara, por lo menos, el que él sentía y que para ello debía darse la vuelta y dejar que la inspeccionara por detrás para aconsejarle los movimientos a seguir.
Sentí algo frío que bajaba por mis pechos, un hielo quizás... sii um se derretía al contacto con mi piel, chupaba las gotas de agua que se deslizaban, yo gemía y gritaba mientras le pedía que siguiera, que bajase hasta mi sexo y disfrutara, que me hiciera disfrutar.
Empecé a masturbarme hace años, porque había escuchado acerca de ello y un día pues me entró curiosidad y decidí hacerlo. Aquella primera vez lo hice en la soledad de mi cuarto, sobre mi cama.
Estas 3 chicas pasan una gran velada, donde todo será posible.
Me dirigí a la parada del autobús y como era costumbre estaba especialmente abarrotada, pero tuve suerte de estar de los primeros y conseguí un buen sitio, casi al final, al lado de una ventana.
Al momento de estar allí dentro estábamos de nuevo besándonos y mordiéndonos nuestras lenguas y yo no pude evitar hacer algo con lo que había soñado tantas veces poner mis manos sobre aquellas dos nalgas que estaban esa noche bajo una faldita no demasiado corta pero bastante ancha sin dejar de besarnos mis manos entraron por debajo de su falda y se posaron de nuevo en su culo apretándola contra mí y haciéndola sentir mi paquete que se había puesto muy duro.
Con la misma precipitación introduje mi pene en aquella chorreante cavidad y solo necesite unas breves sacudidas para conseguir alcanzar mi propio clímax y eyaculé profusamente terminando de inundar las entrañas de Elena antes de caer derrumbado sobre ella.
Una pequeña lección práctica de placer. Era fácil que me pusiera en erección recordando la imagen de esa cría completamente desnuda, bañada en sollozos, tragando mi semen.
Abrí y flexioné las piernas, para hacerle más espacio y seguí empujando su cabeza hacia ese espacio entre los huevos y el culo, donde se siente debajo de la piel la raíz del pene.
Los orgasmos se encadenaban unos con otros y ya no veía nada de lo que me rodeaba. Mis espasmos provocaron la corrida de Pedro que esta vez se derramo sobre mis nalgas y mi espalda mientras Juan regaba con su semen toda mi cara.
Mi papá día con día me revisaba mis senos, me los acariciaba, los chupaba y me decía que me veía y me sentía más mujer que nunca.
Mi papá me llevó al baño como si nos fuéramos a bañar, nos desnudamos, y el ritual de siempre, yo arrodillarme y a chuparle la verga, pero en esa ocasión estaba yo desesperado por sentirme completamente penetrado por mi papá, sacó un frasco de no sé que, se embarra los dedos y comienza a pasarlo por mi culito
Yo me acerqué a su lado y le ofrecí mi verga hinchada y caliente para que me deleitara con su boquita y lengua, mientras ella disfrutaba de esa golosina que yo sabía le encantaba, intentando desesperadamente obtener todos mis jugos como si fueran maná del cielo.
Yo estaba tan caliente que empujaba con mi culo hacia atrás para sentirlo lo más adentro posible, ya que me encantó la sensación de su pubis contra mis nalgas y sus huevos contra los míos, así que aprovechaba pasando una mano por entre mis piernas apretar sus cojones contra los míos.
Recuerdo algunos conjuntos célebres, como vestirme de colegiala usando la ropa de mi hermana pequeña, la cual me quedaba ajustada y sexy, o vestirme de putita usando ropa de mi hermana mayor como tacones, minifalda , tanga y tops con transparencia.
Desde hace algunos años que me ha inquietado mucho las relaciones de mujeres con animales, especialmente con los perros, he leído muchos relatos he visto muchas fotos y me gusta mucho rentar videos de zoofilia me volví adicta a este tema.