Quedó la cosa en que después de una maravillosa noche de amor, embriagados de placer nos quedamos dormidos los dos, ya comenté que para ambos, la cosa no resultó ni mucho menos fácil es decir, yo la invite a mi casa, y verla a diario hizo que volvieran a mi aquellas fantasías
Soy un chico de Zaragoza, os voy a contar mi historia. Era un martes de abril, un tanto caluroso, yo estaba en mi casa con mi novia Carla, estábamos tumbados en el sillón viendo una película abrazados mutuamente...
Tras la experiencia relatada en otro capítulo anterior dedicado a mi especial familia, por fin se presenta la ocasión de experimentar con mi hermana, las mismas o parecidas sensaciones que ya había tenido con mi madre, como relataba en la historia aludida.
El ambiente estaba muy caliente, pero los padres de ella, podían entrar en cualquier momento y aunque ella ya tiene edad de hacer estas cosas, no es muy recomendable hacerlo en su casa o en este caso, en casa de sus padres.
Elisa era bastante atractiva, tenia una muy lindas piernas y unos pechos no muy grandes pero se notaban que eran bastante duros, lo que si tenia grande eran los pezones ya que se los había visto cuando se agachaba y se le veía los pecho o cuando hacia mucho calor y sus pezones se endurecían.
La verdad es que a mi me han criado de una forma muy conservadora, pero un día me canse de ser recatada, es cierto que había tenido experiencias sexuales pero hasta ahora habían sido de manera muy convencional, así que decidí aventurarme.
Cuando ella entro por primera vez clases no me atrajo mucho pero poco a poco fue atrayéndome fuertemente tenia una mezcla de juventud y sobriedad y un cuerpo que me traía loco, sobre todo esos pechos, los cuales quería tener entre mis manos.
Le fuí infiel a mi novio con un simpático estudiante de educación física.
Mi amigo estaba verdaderamente desesperado después de los acontecimientos de aquella noche. Cuando salió apuradamente con su mujer de la casa donde habían mantenido relaciones con Fernando y Vero, solo tenía en mente averiguar por qué su esposa había disfrutado tanto con Fernando.
Estas muy húmeda, mi pene entra en tu vagina deliciosa lentamente y poco a poco comienzo a moverme dentro de ti, tus piernas rodean mi cuerpo mientras gimes de placer.
Llevaba un tanga. En su piel estaba todo el mestizaje de aquella tierra. Vi que el pene de mi marido estaba en erección y el de ella también. Tenían el mismo tamaño aproximadamente.
Se agacho delante mía y tomo mi pene en sus manos, le puso crema solar y empezó a acariciarlo muy suavemente, pasándoselo por sus pechos, yo estaba que me moría del gusto, y enseguida me corrí.
Garganta profunda, una experiencia de sexo oral única.
Me estaba dando una gran mamada y pude notar que estaba tan o más excitada que yo porque su pene parecía una manguera por la manera que derramaba líquido preseminal en mi boca.
Esta historia ocurrió hace unos años atrás, y tiene por protagonista a una tía, que en ese tiempo vivía con nosotros en nuestra casa, ella separada de su marido hacía ya unos cuantos meses, con un niño pequeño.
Mi primera vez con una travesti. No sé por qué, pero siempre me han llamado la atención los penes más no los hombres, por eso nunca había tenido experiencias sexuales con penes.
Yo le aseguré a mi madre que no creía poder cumplir con mi hermana, pero ella lo dio por bueno asegurándome que así aguantaría mas; que no tenía importancia, pues estaba en plena forma y mi edad lo aguanta todo.
Son las 12 de la noche y, subiendo en el ascensor pienso que, seguramente te encontraré ya dormida. Pero es igual. Pienso en como despertarte de forma que despertar e iniciar una noche de pasión sean una misma cosa.
Allí me di cuenta de que en este mundo profundamente erotizado una mujer es poco más que un cuerpo; y ni siquiera un cuerpo completo, sino sólo algunas partes muy concretas de su anatomía.
Una noche de viernes, me encontraba en mi cama matrimonial, envuelto en sabanas blancas, descansando, cuando de repente hacia las 6 de la madrugada llama por teléfono mi mejor amiga, Sonia, una chica morena de pelo rizado con un cuerpo de ensueño