Luis la tomó entre sus labios. La sensación fue magnífica. La vista de aquel maduro hombretón hincado entre mis piernas y chupándome el pito era fenomenal. Noté que efectivamente no tenía experiencia.
Mi nombre es Daniela, algunos tal vez me recuerden por el relato de mi padre creo que les gusto mucho por que hasta la fecha sigo recibiendo mensajes y propuestas indecorosas pero bueno…esta vez voy a contarles algo que me paso antes de que me internaran (esa será otra historia) esto ocurrió una semana antes de que mi papá decidiera internarme en un centro de rehabilitación para las drogas pero como les dije eso se los contare después.
La historia que quiero contarles sucedió el año pasado, en mi primer año de preparatoria, cuando tenia 15 años recién cumplidos.nunca he sido una estudiante intelectual, pues por andar siempre en el desmadre con los chicos, nunca estudió como deberia.asi pues, estaba a punto de reprobar matemáticas y con ello perdería el derecho a que me compraran mi primer auto.no estaba dispuesta a eso, asi es que empecé a buscar solución a mi problema.
Hace un mes nos visitó con uno de sus hijos y, a diferencia de otras ocasiones, el tiempo que duró su estancia me mantuve con un fuerte deseo sexual. Ver sus prominentes nalgas "envueltas" en un pantalón deportivo o de mezclilla me provocaba tremendas erecciones que después aplacaba con tres masturbaciones seguidas.
Hace algunos días Roberto -mi amorcito- y yo habíamos tenido una fuerte discusión, les pondré en antecedentes que Roberto es un hombre casado y pues a mi me toca el papel más divertido: el de la otra, pero cuando se está enamorada como es mi caso no es tan divertido saber que lo compartes todas las noches con la esposa, en fin, en esa ocasión le reclamaba que no pasaba noches enteras conmigo y que era algo que ya me estaba cansando.
Entre a trabajar en un despacho de abogados, una firma reconocida en México, como pasante y asistente personal del dueño de la firma, un hombre de 32 años, alto, blanco, con unas nalgas super paraditas y un bultazo que le le marca sobre los pantalones que hacen humedecerse cualquiera
Gerardo era todo un profesional con esos labios carnosos, esa verga hermosa, ese culo tentador.
Anne y Fernando son jefa y empleado respectivamente, ambos se destestan, pero tienen demasiado en común.
Un año esperando ésta noche, hoy es cinco de enero y por la noche los Reyes Magos dejarán los juguetes que hemos pedido luego de portarnos bien a lo largo de este periodo.
El sudor escurría por mi frente y mi trasero, el cual sentía yo perfectamente pegado a él; su verga hasta el fondo, sus manos gozando de mis nalgas y yo por mi parte, debo confesarlo, muy feliz.
No tengo mal cuerpo, y desde hace poco comencé con una fantasía, estar con dos hombres. Viendo las historias cachondas de Internet, comencé a interesarme por esto.
Fue hace 17 anos, y aun siento como si fuera ayer, cuando fui a parar a casa de mis tíos para pasar los últimos 15 días de mis vacaciones de verano, mis tíos tienen 2 hijos y una hija, y por supuesto, mi relación era con ellos dos, pero mas con el mayor, Jose.
Mi pene a estas alturas estaba parado con sus 18 cms bien hinchados nuevamente, y sentía como pegaba contra mis piernas mientras me movía rítmicamente para succionar aquella maravillosa verga que tenia dentro de mi boca.
Con mi esposa dormíamos en camas separadas. Isabel, mi vecina, tenía su esposo postrado. Ambos hacía tiempo no teníamos sexo. Un día decidimos ayudarnos mutuamente...
A mis catorce años las vacaciones eran la principal fuente de contacto entre los primos. Siendo chico recordaba mis juegos, desde introducirme cosas en mi ano, las pajas desde que me empezó a saltar semen...
Yo desde siempre había sentido mi homosexualidad pero de forma reprimida, sólo un año antes un hombre mayor me había abordado en la calle y me había hecho sexo oral en la azotea de un edificio de departamentos, algo que más que satisfacción me había traído culpa.
Estos machos estaban mejor que nunca, había de todo, músculos, jóvenes, rasados, peludos, vergas hermosas, cabezonas y venosas, vergas chicas encogidas y dulces, mulatos, blancos, latinos e incluso un chico indio del norte de América.
Luego de haber tenido la aceptación completa de ambos, mi madre y yo comenzamos a coger como depravados, aprovechábamos cada pequeño descuido para desaforadamente gozarnos mutuamente.
El nos trajo dos tragos y salió del cuarto de baño, donde las dos permanecíamos detrás de la puerta de la tina. En ese momento intercambiamos los vasos y yo la bese como por impulso, ella se dejó pero estaba asombrada. Seguí tocándola y me di cuenta cuanto habíamos las dos deseado esa situación.
Entramos a la casa, yo empecé a acariciarlo, sus nalgas me atraían como hacia un abismo, llegó enfundado en un pequeño pantaloncito de licra, delicioso, mi verga estaba a punto de reventar y él la acariciaba sobre mi short, sin embargo, nunca me dejó tocarle en medio de las nalgas, cuando yo lo intentaba, él me llevaba la mano hacia su poderosa verga.