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Agitado fin de semana

Este fin de semana pasado pensaba descansar, salir de paseo con mis hijitos, llevarles al cine, al parque de atracciones, en fin, lo que debe hacer cualquier madre decente, no como yo, que los tengo demasiado abandonados por causa del trabajo. Estoy cansada debido a mi embarazo, en su octavo mes, de mi tercer bebé. No por eso mi jefe me tiene contemplaciones. Dice que ya descansaré tras el parto.

Marina II

Si bien Marcelo cada día era más ocurrente e inventamos mil maneras de hacer el amor, nunca en verdad me satisfacía. Me calentaba de manera alocada y yo enardecía por tener su miembro dentro de mi vagina lo más urgente

Mi tía y sus amigas

Mi tía no pudo aguantar y saco de el primer cajón un consolador enorme y se lo introdujo a Ana por la concha. Miriam, saco de su cartera otro aun mas grande y lo mismo hizo con mi tía, y mi consolador (el verdadero) encontró entre los agujeros, el de Miriam, que comenzó a montar sobre mi pene.

Javier y Patricia conversan IV

¿Aquel día si que fue fuerte verdad? Fuimos por la mañana al mercado de La Piedra, nos tomamos unas ostras por probarlas y eso nos levantó el ánimo. Después fuimos a casa de mis tios pero no estaban. Me preguntaste si ya había besado a Juli, el noviete que me había echado allí ese verano y te dije que no, que ese chico era muy parado y que a mí me apetecía un montón un muerdo.

Me gusta acariciar los penes y ponérmelos en mis tetas, me gusta mucho sentir los fluidos en mis pezones y cuando estoy follando soy muy gritona y expresiva

Me encanta ser mujer, me fascina tener las partes adecuadas para gozar y hacer gozar, hasta el límite, con esos hermosos hombres que te penetran con su miembro viril en los insondables tesoros del sexo palpitando y ardiente. Ser penetrada y recibir los jugos del macho, es uno de los placeres más exquisitos que nos ofrece la naturaleza.

Poseída por varios

Me subí a la mesa con ella, me hinqué agarrándola por la cintura y la subí encima de mí. Nos movíamos como nunca, perfectamente coordinados. Ella gritaba mientras escurría ese líquido transparente y caliente de su vagina. Me acostó y comenzó a cabalgarme dando una exhibición de buen sexo hasta que me hizo venir.

Complot

Mientras disfrutaba sintiendo como se tragaba todo ese pedazo continuó chupándosela al otro hasta que acabó dentro de su boca y no solo no se resistió a ello sino que no dejó escapar ni una sola gota, utilizando su lengua para terminar todo rastro de lo que allí había ocurrido.

Fantasía cumplida

Hacía tiempo que veníamos charlando con Euge el tema del intercambio y fuimos interesándonos cada vez más en el tema. Ahora llegaba la oportunidad de tener sexo con otros hombres delante de mi marido, a la vez que lo vería a él acariciando a otras mujeres.

Teléfono erótico IV

Se puso de pie y sus senos comenzaron a encogerse con el viento; caminó despacio hacia la orilla, con toda la naturalidad de la que fue capaz, y se metió en el agua. No pudo hacerlo de golpe, estaba demasiado fría, aunque quería hacerlo lo antes posible dado que sabía tener clavados muchos ojos.

Teléfono erótico III

Faltaba ya media hora, así que se apresuró a marcharse para llegar a tiempo, aunque con un poco de retraso, a su excitante aventura que se estaba atreviendo a ejecutar. Su jefe, Sr. Arkin, le estaba esperando, le sonrió y la acompañó hasta el vestíbulo.

Emputecí a mi esposa I

Estos manoseos hicieron acabar rápidamente a mi esposa que es de muy rápidos orgasmos, la que una vez recuperada a su vez procedió a desnudarlo sacando primero su camiseta y luego su pantalón para proceder a recostarlo en la cama y empezar a besarlo por todo el cuerpo, a todo esto mi esposa es muy hábil con la lengua y le encanta hacer gozar a los hombres de esta manera.

La historia de mi infidelidad II

Salí despeinada y adolorida del cuerpo, aun excitada y con los pezones estirados por el frío, cuando entré a la casa Paco intentó detenerme pero le dije que estaba cansadísima y fui a la ducha, tardé un largo rato dentro del baño masturbándome con las pantaletas llena de semen de otros y fui a la recamara decidida a decirle a Paco lo que pasaba.

Egipto I

Después de sufrir en mis carnes decenas de orgasmos, los chicos que de forma muy profesional habían aguantado todo el tiempo sin correrse, se colocaron en fila india, y uno a uno se fueron corriendo en mi boca. Jamás antes había visto corridas como aquellas.