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Entregada a mi madre

Todo empezó un día que hacia calor, mi madre estaba solo con una playera, que le quedaba muy pegada, y resaltaba su 95 de senos, y un calzoncito blanco liso muy lindo, yo estaba en un pequeño short y un top, desde unos días antes estaba algo inquieta porque me sorprendí a mi misa viendo a mi madre, apreciando su trasero, sus cintura y todo, yo no lo podía creer, en la noche no podía dormir pensando en su cuerpo, y me ponía peor lo cariñosa que es con migo, pero me lo negaba a mi mismo, no podía tener fantasías con mi madre!!!

La sangre

Ese fin de semana hice lo imposible para que Marisol no venga a casa, me daba cuenta que no podría evitar que Julia se diera cuenta, si ella compartía la comida con nosotros. Hablé con ella y quedamos en vernos el Miércoles como siempre, en su departamento.

Es mi hijo III

Salimos hacia la casa del abuelo, era ya de noche porque es una cena la que ellos organizan, llegamos a la casa de los abuelos, ahí estaba toda la familia; paso un buen rato y yo estaba platicando con una prima muy guapa, mi mama me veía con cara de celos, y yo platicaba mas a propósito, además no había podio estar mucho con mi mama, porque Juan no se le separaba, cenamos temprano, mi madre parecía molesta conmigo

Elena

Para cuando las últimas personas se despidieron mi mamá abrió una botella de vino, se sentó frente a mí y nos miramos directamente a los ojos, esos hermosos ojos color miel que acompañados por su piel apiñonada hacen un bello conjunto, no hicieron falta las palabras para saber lo que pensábamos, ella feliz de tenerme y yo de lo más contento de estar en casa.

De vacaciones con mis primos

Laura (que es como se llama mi prima) es muy delgada y mide 1,72, la verdad que llama mucho la atención, pues es un bombón, ella cogió varias prendas y se metió en el probador y en ese momento mi primo me dijo que quería que le ayudara a elegir unos pantalones, que le diera mi opinión de como les quedaban, así que se metió en el probador con dos pantalones.

Algo que no quise controlar I

Bese y recorrí con mi lengua sus hombros, cuello y espalda, mordisquee su culo y acaricie sus piernas, acaricie su vagina y sentí la terrible humedad y calor nuevamente, ella se volvió a doblar y abrió un poco sus piernas, yo aproveche para quitar la tanga y acariciar por abajo su clítoris.

La dicha eterna I

Recorría todo el falo con su lengua, como si estuviese reconociendo el camino, sorbiendo de vez en cuando el glande. Mientras una de sus manos sujetaba la polla de Guillermo, la otra acariciaba con dulzura sus huevos, provocando que la verga se enardeciese aún más, si ello era posible, pegando pequeños saltos.

El sueño anhelado

Note como se estremeció, la tome por la cintura y empecé a acariciarla morbosamente, ella por un instante cerró sus ojos y se dejó querer yo le acariciaba sus tetas, el monte de venus y apretaba mi verga contra su culo, ella suspiro, le di media vuelta e inicie a besarle el cuello y tocarle sus nalgas

Madre sugerente

Llegamos y se largó un aguacero importante con truenos y relámpagos. El departamento estaba templado, mi MADRE había dejado la calefacción prendida. Me recosté en el sofá-cama y ella se retiró al cuarto. En un momento salió; estaba con los tres botones inferiores de la falda desabrochados, igual que los dos superiores de la camisa, se le podía ver el corpiño con encaje blanco perfectamente.

Mi sobrina Eva

Contemplé el cuadro que formaba yaciendo empapada con los brazos en cruz y comprendí que ya no podía evadirme más y que iba a comenzar a hacer el amor a mi sobrina Eva, con las inevitables consecuencias que ello iba a acarrear.

Secretos familiares II

Volteo a ver a mi hermano, entonces mi mama se desnudo, se puso en cuatro y abrió sus nalgas al máximo, y le dijo mi papá a mi hermano, métesela hasta el fondo pero por el culo, entonces mi hermano dijo que no como se lo iba a hacer a su propia madre, mi papá le dio un golpe, y le dijo pues se lo haces a tu hermana