Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

La divorciada negra y sus cornudos

Sí, estaba seguro, o al menos eso creía porque cuando ella se levanto las falda plisada por encima de los muslos y me los mostró tan túrgidos y sensuales, con la tanguita transparente que deja ver los prominentes labios de su coño, no pude resistir, me abalance sobre ellos y quise quitarle la braga, pero ella no me dejó bajársela y entonces pegué mi cara sobre ellos, los lamí y lamí de arriba abajo

Mi caliente ex-novia

Desde que llego a la cuadra todos quedamos admirados por su culo... recuerdo todavía como movía sus nalgotas cuando venia de la escuela y ella lo notaba, un día que íbamos a jugar fútbol con sus hermanos, ella estaba limpiando el piso y al agacharse podía admirar sus tremendas nalgas cubiertas por un pantys apretadísimo que dejaba ver sus pantaletas en aquel tiempo de bikini, ya que ahora solo usa tangas.

Laura busca su límite

Cuando Laura empezó a pedir con desesperación que se la cogieran por el culo, se colocó uno de ellos y la penetró, ella sintió delicioso y comenzó a moverse rítmicamente al paso de ellos, de pronto sintió una gran presión en su orificio trasero ya ocupado, cada vez más intensa y con gran dolor, casi insoportable, y comenzó a pedir que se detuvieran, pero no estaban dispuestos a hacerle caso, ésta era la prueba final para ella y la iban a forzar a vivirla, para esto la habían preparado por tantas horas.

Feliz año

Cuando las comencé a chupar y a mordisquear sus ya duros pezones, mi compañero se estaba quitando el pantalón, en ese momento interrumpí mi labor, como queriéndolo detener y evitar que la penetrara, pero mi excitación era más que mi conciencia.

Venganza placentera

Una semana después Laura mi hermana llega otra vez enojada diciendo que le robo un proyecto y lo presento y le ascendieron y le subieron el sueldo, y me dijo que si decía al él le iban a creer y a mi no decía mi hermana llorando, claro todo esto sin que mis padres y su novio se enteraran.

El hombre deforme

Ocupó una esquina de mucho tránsito frente a una perfumería famosa. Parecía un buen sitio para mendigar. Un lugar lleno de turistas, de gente de paso, que podrían lanzar miradas fugaces a su rostro, a su cuerpo y a su célula de identidad que enseñaba en su mano derecha, para que la gente no le tomara por un farsante y dejara alguna moneda sobre la caja de zapatos que reposaba a sus pies.

Humillada II

Al llegar a su casa, sin decirle nada la tumbe boca abajo en el sofá y se la metí hasta el fondo, la sensación de su coño caliente y las bolas dentro me provocaba un placer infinito, pero estaba dada y yo quería algo más estrecho así que le saque las bolas chinas y le metí el consolador de un solo golpe, al momento ya tenía mi polla en su culo y ella gemía y se revolvía con rabia. Yo le decía: -Joder guarra como me pones, eres la más puta y viciosa que conozco y tu coño sucio me proporciona gran placer.