La verdad es que soy un vicioso, me gusta el sexo a tope, y en mi estancia en Cuba de donde me traje a Carmen, estuve con tres amigos míos, los cuales ya se habían cepillado literalmente a mi esposa.
En un momento del diálogo ella dice si es bueno pero no pasa nada, a pesar de tener cierta confianza no hablamos mucho de sexo, solo algunas bromas, ella siguió diciendo que ni la lengua usa, yo pensé y a mí que es lo que más me gusta, en eso sentí una mano en mi muslo y que mi pene se levantaba y marcaba en el pantalón.
En ese momento note que Eva movía las piernas como balanceándose y eso era seguramente porque de alguna manera su cuerpo respondía a la evocación que su mente estaba haciendo de la figura de su hijo descrita por la mujer que ella esa noche había mandado a poseerlo yo trate de calmarla poniendo una de mis manos sobre sus muslos.
Mi amiga me pregunto como me encontraba, le respondí que nerviosa pero excitada, luego pregunto y tu coño como esta, le dije que mojada, solo dijo: eso me gusta, viste que eres tan putita como cualquiera.
Sus pendejos pinchaban un poco mi lengua, pero era tanto mi calentura que dejando de lado esas molestias, me dediqué a chupar con ganas sus bolas, recorrí varias veces con mi boca el camino desde sus pelotas, pasando por su tronco hasta llegar a la conchita de Erica.
Después de los besos y lamidas uno de ellos me tumbo al suelo, sabia lo que mi iba a pasar, pero de momento los dos que faltaban la dijeron que era su turno de ellos, y cuando me di cuenta, se encontraban alrededor mio ya desnudos y con la tranca bien parada y dura, entonces los otros se sentaron en el sofá poniendo a mi mama enmedio de ellos y sujetándola, y le dijeron ahora vas a ver como disfruta tu niñita
Fue una genialidad dejar que mi carrera de actriz iniciara con esta escena, pues yo interpretaba venganza y era ciertamente venganza la que estaba haciendo, y Lauro actuaría su humillación, sus ojos reflejarían un sentimiento auténtico de que le están vulnerando la mujer, sintiendo asco, excitación, vergüenza.
Se recuesta en la cama para ser montado. Me siento sobre él. Su miembro entrando en mi vagina lentamente movió todo dentro de mí. Estoy sentada sobre él con mis piernas sobre su cuerpo. Yo me muevo y él lame los dedos de mis pies.
Aquí te levantas y te sientas para tomar el vino y yo aprovecho para sacarte el vestido, tu protestas un poco pero yo retiro el mantel de la consola y te digo, si viene alguien te cubres con esto .
Quede arriba de ella, entonces uno de ellos, desde atrás me penetro, mientras ella me chupaba el clítoris y de momento se acerco el otro y la penetro a ella, y yo le chupaba su clítoris, era una sensación nunca imaginable para mi, pero fue súper placentera, de vez en cuando, nos sacaban los penes y nos lo metían a la boca y así probarnos mutuamente el los líquidos de cada una de nosotras.