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Sexo en la oficina

Sexo en la oficina. Todo sucedió hace un mes en la oficina de mi mamâ, ella es gerente de una empresa, y como yo ya había salido de vacaciones, me pidio que le ayudara a arreglar unas cosas de su archivero, y de sus papeles.

Zeks XIII

Como habréis supuesto, nada volvió a ser lo que era con Dani; Aparte de que el se imaginaba que su mejor amigo y yo manteníamos relaciones sexuales (yo mas bien diría que follábamos como obsesos), estaba el hecho de que yo lo veía por primera vez como hombre y no como mi hermano mayor.

El sillón del orgasmo

El domingo siguiente se casaba una vieja amiga de la infancia, y ese sábado por la noche celebraba su despedida de soltera en un local de la ciudad. A tal evento había invitado a sus cuatro mejores amigas que ya estaban todas casadas, entre las que evidentemente me encontraba yo.

Aire de noche

Las estrellas se estremecían y temblaban al ver puntiaguda cola, su rostro sin cara, el fuego de sus ojos. Y bajo sus pies miles de seres continuaban sufriendo, sudando y soñando como cada día. Respiraba un aliento de fuego helado que no era aliento.

Zeks XI

Bajé muy nervioso en el ascensor. ¿Qué le estaría contando? ¿Hubiera sido mejor decirle que estaba allí? ¿No era un poco cobarde escapando? Cuando salí del elevador me di de morros con el chico que habíamos visto antes, el que iba cantando.

Para la vida

Fue entonces cuando me dejó boquiabierto, me dijo que siempre le había resultado un hombre muy atractivo, que dentro de un mes ya sería un hombre casado y que antes de que ello ocurriera, quería tener sexo salvaje conmigo.

Mi mochila en Paris

Mi pene a estas alturas estaba parado con sus 18 cms bien hinchados nuevamente, y sentía como pegaba contra mis piernas mientras me movía rítmicamente para succionar aquella maravillosa verga que tenia dentro de mi boca.

Educación real de una esclava I

Agachó la cabeza, esperando mi siguiente orden. Debía estar absolutamente inquieta, vestida solamente con unas medias y unos zapatos de tacón, en medio de un aparcamiento público, en el que constantemente está entrando y saliendo gente. Y aunque en la zona en la que estábamos, era imposible que alguien llegara sin que yo lo viera, seguro que a ella le parecía que estaba en medio de un pasillo.

La mecánica de mi vecino

Normalmente me gusta correrme en su boca, pero le dije que prefería probar algo nuevo. La puse a cuatro patas y le dije que quería metérsela por el culo. Ella dijo que no quería, pero la convencí. Me puse vaselina de un tarro que guardo en mi mesita (para cuando me apetece pajearme bien) en el rabo y se la comencé a meter lentamente.

Alumno especial

Cuando estuve junto a la cama sentí que sus manos se deslizaban sobre mi cintura y que su verga se me apoyaba en las nalgas. Percibí el bulto, ya estaba en su máxima erección, no había vuelta atrás, me iba rendir ante esa pija parada en mi homenaje y dejé de lado mis escrúpulos y mi fidelidad y todo el resto.

La jefa I

Mientras la conversación se desarrollaba pensé cada vez menos en como salir de mi complicada situación y mas en lo que se hablaba, para poder ver me tiré en el piso y saque medio cuerpo del baño de modo que alcanzaba a ver las piernas de las mujeres que estaban sentadas muy cerca una de la otra.

Un buen tercero

No pasaron diez minutos cuando él asomó por la puerta y dijo que llegó para comentarnos que se había excitado mucho en el autobús en el que llegó a la ciudad porque un desconocido creyendo que él dormía le había acariciado la verga y nos mostró como su pantalón mostraba un bulto enorme que se advertía completamente duro.