Como ya te fui contando, cada vez que mi cuerpo necesita relajarse y sentir menos el cansancio de casi todo un día en el cole, tengo que estar a solas sí o sí, encerrándome donde sea y con una frenética sesión de placer íntimo antes de hacer la tarea o de dormir me puedo sentir una chica completa y bien satisfecha.
Era una pena, me dijo, que no hubiese podido ir con él, hubiésemos pasado una semana de lujuria y pasión como pocas. Y que tenía ganas de volver a tenerme, de acariciar y lamer todo mi cuerpo.
Me llamo Carmen, soy española y quiero relataros la forma en la que ha cambiado mi matrimonio y mi vida. Este si os gusta puede ser el primero de muchos relatos que os puedo contar y cantar las excelencias de lo que mas me gusta: El sexo.
Cuando los vendemos a ustedes, nosotras les damos un entrenamiento a sus nuevas dueñas sobre cómo se les debe tratar y el porqué se les debe tratar así, de igual forma les entrenamos sobre cómo los deben cabalgar, así que vete acostumbrando a esto ya que estarás en esta situación por mucho, mucho tiempo…"
Ella se levanto se quito el camisón y dejo a la vista esas enorme tetas que tiene adorables su cuerpo estaba fantástico se acerco a mi y me rozo con sus pezones mis cabellos, te gusta así hijo, te gustas mis tetas decia mientras se las apretaba y tocaba sus pezones.
Cuando apareció me deslumbró, pues iba ataviada con una minifalda muy mini, unas botas altas de cuero negro y una camisa blanca poco abotonada lo que dejaba asomar por el balcón de su escote los encajes del sujetador.
Los nervios me podían, el chaval estaba allí de pie y me dijo “¿quieres rabo?” Mientras se sobaba su paquete por encima del pantalón. Yo, sin poder decir ni media palabra, sólo me agaché y le empecé a sobar el paquete.
Mientras ella hablaba con Silvia recogí la mesa y me fui a la habitación. Me quedé en ropa interior (un juego azul marino, bonito sin ser escandalosamente erótico) y puse una película de porno lésbico suave.
Camino una vez más por el puente de embarque, hasta llegar a la puerta abierta del avión. Ingreso y el sonido de mis pasos se pierde en la alfombra azul que cubre el piso del aparato. Una aeromoza de amplia sonrisa me ofrece un periódico, la saludo rehusando gentilmente su ofrecimiento.
Aquel día de sol, fui como en muchas ocasiones a pasear por las dunas, iba como siempre buscando quien me diera una buena follada. Allí fue donde empecé a tener encuentros con hombres, al principio solo fueron mamadas y poder ver y disfrutar de otros cuerpos desnudos, hasta que un día perdí la poca inocencia virginal que me quedaba, vamos que allí fue donde me desvirgaron a los 16 añitos.
Al ver que yo no decía ni hacía nada, viendo que me había quedado paralizado, él empezó a restregarme aquel enorme bulto, viendo que yo me dejaba hacer. Ahora ya no solo era su paquete el que se restregaba a mí, ahora sus manos ya empezaban a meterme mano.
El calentón que tenía ya no sé dónde está. Me he olvidado de todo. Sólo puedo pensar en ese agujero oscuro que tengo ante mí y espera a ser recorrido por mi lengua.
Desde hace tiempo mi hermana menor me fascina, pero nunca pensé en ella como en una mujer hasta que empecé a leer estos relatos, y me di cuenta de que yo no era el único que sentía lo mismo por una de sus hermanas.
Tu manera de susurrarme, la profundidad de tu voz, su timbre, tan sugerente, tan cálida y sensual, tremendamente varonil, tanto que hasta leyéndome el más inocente de los cuentos tu voz conseguiría excitarme.
Su cuerpo atractivo y su costumbre de vestir siempre muy provocativa unido a su personalidad alegra y extrovertida, hacían que ella fuera el gancho comercial del negocio, sobre todo por que la mayoría de la clientela eran hombres buscando regalitos para sus parejas y de paso regalarse a ellos mismos la visión de mi mujer.
Ella me miraba fijamente, sin apartar su mirada y eso hacia que mis nervios saliesen mas a flote así como mi lívido que luchaba con mis ojos para no bajar mi mirada en dirección a su escote.
Si bien Marcelo cada día era más ocurrente e inventamos mil maneras de hacer el amor, nunca en verdad me satisfacía. Me calentaba de manera alocada y yo enardecía por tener su miembro dentro de mi vagina lo más urgente
La mujer de cabello corto caminaba con pasos cortos y rápidos por el pasadizo, fumando nerviosamente aunque no estuviese permitido en aquella santa casa, escasamente rondaba los treinta y escondía sus ojos azules detrás de unas gafas oscuras de moderno diseño.
Me quedé allí mirando, viendo como el más mayor, le daba por el culo al más joven, hasta que pude ver que ellos se dieron cuenta de mi presencia. Dios, me estaba poniendo palote viendo aquel espectáculo, pero al ver que ellos se habían dado cuenta de mi presencia, me aparté un poco, pero sin perder de vista como le estaba dando por el culo el más mayor al más joven.
Me acerqué a la ventana, estabas de pie, impoluta y brillante, tu sombra sensual me llamaba, sentía tu olor en mi cara, deseaba estar cerca de ti… pero te vi de lejos
Mi primera clase al comienzo fue un desastre nadie se sentaba ni mucho menos se callaba hasta que llego ángel y se sentó y por supuesto todos los siguieron y fueron a sus lugares fue así como me fueron conociendo como el profesor y empezaron a respetarme, las clases eran fáciles era increíble lo rápido que aprendían.
Es una mujer muy atractiva, de 35 años muy bien puestos. Su pelo lacio rubio y muy cuidado llega hasta la mitad de su espalda cayendo sobre sus hombros como un manantial dorado, haciendo una cascada peligrosa al momento de rodear sus pechos erectos.
Ese día algo paso en mi cuerpo y en mi mente, diecisiete años, con un cuerpo que frente al espejo y el de otras chicas totalmente desnudo se siente atrayente, (para algunas), es de imaginar que para los hombres debe ser presa a batir, nos terminamos de bañar en el vestuario después de la clase de gimnasia
Bajé a su pene y me puse a mamarla como una desesperada. Es una verga de buen tamaño aunque no tan grande como me gustaría, pero es realmente de buen tamaño.
Se veía muy borracho, parece que había tomado mucho, para mi suerte para ese tiempo era verano y hacia mucho calor aunque teníamos el aire acondicionado prendido, para mi suerte cuando entro a ver si el estaba en su cuarto,
Mi coño arregladito, con mis ingles y mi rajita completamente limpias de bello es el centro de atención. Hasta Cristina me está mirando y preguntándome qué hago en ese estado.