Yo estaba excitadísimo, y tenía mi propia polla como una piedra de dura. Con el nabo del tío dentro de la boca, me puse a chupetearlo como si fuera un gran caramelo, como un helado, y no tardó mucho en comenzar a correrse en mi lengua. El primer trallazo no me lo esperaba, y mi intención inicial fue retirarme, pero estaba tan excitado que probé la leche y descubrí que no era en absoluto desagradable.
Creí que no lo haría, porque nunca me lo mama después de metérselo, pero estaba irreconocible, lo tomo y lo mamo, como loca, estaba fuera de sí. Lo que siguió no lo podía creer, el más alto le retiro la verga de la boca, y se acomodó detraes de Andrea, ella le dijo; -no, así no. No te preocupes, si te lastimo, me dices. Le toco los labios de la vagina, que se veían empapados, le metió dos dedos, junto a la verga del otro cabrón, y Andrea se movía como loca, le tomo la mano y se la empujaba, para que entrara más.
El azote es el castigo corporal más común. Consiste en golpear una o más veces las nalgas (nalgada), ya sea con la mano (palmada), con un instrumento o con la pelvis, denominado también "azote" o "disciplina" (cuerdas anudadas, látigo, vara, cinturón, fusta -fustigar-, flagelo -flagelación-). El azotado puede ser el mismo que aplica el castigo, que desea infligirse daño a sí mismo por razones sado-masoquistas (sexuales).
Conecté la corriente programando el transformador de tal forma que descargará alternativamente en una o en otra cerda. Una recibía la descarga y sentía el dolor de ésta, se revolvía y eso tironeaba de los pezones y de los labios de la otra y ese movimiento volvía a castigar a la primera y pocos segundos después la descarga se invertía y el juego se repetía en el otro sentido.
Toda duda respecto de sus intenciones habían quedado respondidas cuando la vi a través del espejo introduciendo su mano en el interior de su falda para alcanzar su calzón y masajear frenéticamente su sexo hasta alcanzar el orgasmo, mientras yo la excitaba metiendo mi verga a la muchacha de la casa, dejando a su vista mi palo que entraba y salía de la gruta de la morena.
Ocupó una esquina de mucho tránsito frente a una perfumería famosa. Parecía un buen sitio para mendigar. Un lugar lleno de turistas, de gente de paso, que podrían lanzar miradas fugaces a su rostro, a su cuerpo y a su célula de identidad que enseñaba en su mano derecha, para que la gente no le tomara por un farsante y dejara alguna moneda sobre la caja de zapatos que reposaba a sus pies.
Miré al chico y seguía excitadísimo cada vez más evidentes los movimientos que hacía, y de buenas a primeras el mismo se apartó un poco la chaqueta y vi perfectamente como tenía el "miembro" fuera del pantalón y que se estaba haciendo una paja, y el que yo lo viera aun le excitaba más. Yo me quedé de piedra, y no seguí con mis "juegos" seguro que estaba pálida y petrificada, pero me quedé allí con la vista fija en lo que él hacía y con los ojos como platos.
En este capitulo, después de una dura "educación" el ano de la hermana mayor adquiere las habilidades deseadas por su amo, quién al final tiene una fuerte sorpresa.
A mí me gustaba, verla, escucharla así, me complace ver sometida a mi pareja y lo disfrutaba. Pero el momento era para parar y pare, descansamos unos segundos, le di ánimos y reanude con la tarea, dentro de poco, ya se encontraba totalmente mi pene dentro de su ex-virgen culito, entonces empecé a bombear y ella estaba como el semáforo, cambiaba su cara de verde a rojo en poco tiempo, es decir sentía dolor y placer intercaladamente.