El verano de 2002 fue un verano en el que yo y mis amigos y amigas descubrimos experiencias nuevas, que la verdad nos gustaron mucho a todos.
Judith es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m y tiene un tipazo.
Un hombre virgen tiene la maravillosa oportunidad de tener una experiencia amorosa con uno de sus amigos.
Mariela había enloquecido, tironeaba del perro y lo follaba con todo su cuerpo, Lucky emitía unos ligeros y agudos chillidos sintiendo los músculos de mi esposa que ordeñaban con fuerza su pene, tal y como lo hace conmigo
Aquel inolvidable verano cuando le quité el sujetador y aparecieron dos hermosas tetas blancas con pequeños pezones rosados.
En esa postura comencé a cabalgar loca de deseo hasta que volví a correrme, entonces mi marido en esa misma postura comenzó a meter y sacar su polla con brío hasta que se corrió.
Me dio unas cuantas embestidas hasta que yo me corrí, luego se echo el en la cama y yo me puse a cabalgar encima de él, volví a correrme, entonces él me puso de rodillas en el suelo y él de pie, y poniendo su polla cerca de mi cara se corrió en ella.
Era una tarde de verano, Nami y Jorge estaban en casa de Javi y Jeni, como muchos días, viendo la tele, los cuatro eran amigos desde pequeños y quedaban muy a menudo, en esta ocasión a Javi le había tocado hacer turno doble en la fabrica, y solo estaban Nami Jorge y Jeni, como hacia mucho calor no tenían ganas de salir a pasear ni nada solo de quedarse en casa en el sofá viendo la tele a la espera de que llegara Javi para salir a cenar.
El último día entré en su cuarto y la encontré encogida de costado, desnuda como siempre. Me acosté detrás de ella, pegando mi cuerpo al suyo como una lapa, le así los pechos y le besé por su cuello. Cogí un poco de crema de la mesilla de noche, le unté el ano y metí mi verga muy adentro.
Pero el verano es tiempo de cambio y lo que en un principio fue indiferencia y desdén , luego se transformo en admiración y es que a ella le encantaba ver a David no solo goleando y siendo la estrella de cada partidillo, sino observarle atentamente cada gesto, cada movimiento de éste en pos de un balón, con los músculos tensos y el trasero prieto.
Cada una tenia lo suyo, todas eran bonitas y bien formadas, sus cuerpos responden a cualquier regla de buen gusto o lascivia , en esos meses decidieron estudiar en Buenos Aires, pero la crisis golpeaba, lejos podrían pensar en vacacionar, las reuniones en la casa María Luisa les dejaba lejos la única solución de salir de la chatura del pueblo, una estrategia, un camino a seguir , buscar una oportunidad de poder ser profesionales, las unía aún más.
Todo comenzó hace dos meses, cuando recibí una llamada de un viejo amigo al que hacia mucho que no veía, me llamaba para saber algo de mi como estaba y que tal me iba, me dijo que el mes de julio de este verano iba a venir a Málaga a pasar unas vacaciones aquí.
Me retire un poco hacia atrás con lo cual algunos centímetros salieron, para luego empujar nuevamente y esta ves sentí sus nalgas en mi abdomen, ella tomo mis testículos con la mano que tenia entre sus piernas y los acariciaba mientras la otra mano la paso por un costado y me tomo por una nalga jalándome hacia ella, de esta forma el acoplamiento fue completo.
Se la chupaba con ansia de comérmela toda, de no soltarla y deseaba su semen, la succionaba, lo masturbaba con la mano y volvió a metérmela en la boca, la lamia por entero con mi lengua, al final no pudiéndose contenerse más se corrió, noté como se le endurecía y estallaba en mi boca, la tenía tan adentro que no se me escapó ni una gota de su delicioso semen.
Ese día en la playa yo estaba extasiada y muy excitada; nos vestimos rápidamente y él me invito a salir esa noche. Llego a recogerme a mi casa a eso de las 8pm, no sé si era la atracción física o era que él irradiaba un aire sexual pero al solo verlo se me humedeció la entrepierna.
Entonces me acerqué y comencé a chuparle el coño y ella sólo hacía que gemir. Le chupaba por los laterales, entre los labios mayores y las piernas, luego pasé a los menores para dedicarme a su clítoris. Se lo chupe frenéticamente.
Ahora me toca mirar a mi y tu te dejaras hacer lo que yo quiera, quieras o no quieras estas a mi merced, eso me estaba poniendo de los nervios no sabia que hacer, y para colmo de pronto pude observar como con las otras esposas hacía lo mismo con mis piernas, desde luego ya no podía hacer nada, ya que estaba indefenso y ella podría hacer lo que quisiera conmigo.
Se quitó el sujetador para permitirme libertad de movimientos sobre sus pechos se los chupe los dos con deleite, despacito disfrutando de ellos como de dos frutas maduras, comencé mi descenso hacia su cueva del placer, baje por su tripita bronceada, y empecé a besarla las braguitas de su bikini
Un día, cuando estaba dándole a la manivela (he de decir que no gasto esos tamaños que abundan por estos relatos; mide unos 15’5 cms. y eso en su máximo esplendor) con la tranquilidad de que su marido se había marchado y también sus hijas, vi cómo se acercaba a casa.
La escena era increíble, ahí estaba tirada yo, con los pechos al aire, a pocos metros de mi novio, con dos tipos metiéndome manos por todos lados, y yo estaba fascinada, tantas caricias y besos me habían puesto muy caliente y lamía de vez en cuando, ya que las caricias ya no solo eran en mis tetas sino que me metían mano entre las piernas.