Las ocupaciones me han alejado de mi mayor placer, el sexo. Pero hoy es mi última reunión con mi asesor de tesis y tendré tiempo para vivir lo que mi vagina me pide y mi mente ha maquinado.
Las ganas que tenía que cogiera alguien y el vino provocaron que le platicara a Mitzy que yo también quería un macho, ya que me estaba quemando por dentro.
Llevaba puesta una blusa crema y unos pantalones no demasiado ajustados, le dije que se quitara la blusa y se quedo con un bra blanco que tapaba por completo sus grandes pechos, le dije que se acercara, dio vuelta al escritorio poniéndose frente a mi silla, su piel era morena muy clara, lisa y todavía marcada por los golpes de su esposo, comencé a pasar mis manos sobre su carne , su respiración se agito, subí las manos a su pechos y los apreté, sentí sus pezones erectos bajo las copas, baje sus tirantes y ante mis ojos
Mi sobrino lleva las llaves en un momento en que dormía la siesta en mi sofá.
La sensación de sentir sus labios rodeando todo mi pene era increíble, me agarraba los huevos con una mano, mientras que con la otra me acariciaba el pecho, pero siempre con el pene en su boca.
Gabriel se sonrió y volvió a besarme en los labios. Entonces lo monté y, cuidadosamente, me preparé para la penetración. Guié la verga hasta la entrada de mi vagina y con un movimiento leve de descenso, logré que entrara la punta.
Se acercó y me besó en los labios. Cuando pasó la mano por mis tetas bien de frente, no como si fuera una caricia casual, lógicamente tiene que haber sentido la dureza de mis pezones, pero siguió de largo para luego volver.
Ella encontraba mis movimientos abalanzando sus caderas contra mi pelvis, yo no pude resistir mas, ella mucho menos, sentí como su raja se inundaba con su nuevo orgasmo, y sin mas me derrame dentro de ella.
Esta es la historia de mi primera vez con mi perro Toby.
Me quedé en interiores, me senté frente a ella de piernas abiertas dejando que ella viera mi vagina con pelos a través de mi bombacha, mientras ella colocaba el CD de Juanes, luego noté perfectamente cómo sus ojos se pegaron a mi vagina.
No se cuanto tiempo estuve penetrando esa vagina mi pene entraba y salía una y mil veces ya no aguantaba mas y nos vinimos los dos en un orgasmos mutuo, mi leche salía por la rajaduras de su vaginas en gran cantidad que quedando extenuado los dos nuestro cuerpos quedaron bañados en sudor y yo seguía prendada a ella como un perro por un rato.
Ese día mi vecina Sandra me invito a su casa a las 10:00pm, a medio día me felicito y me dio mi regalo, una caja con una foto que me tomo con otra amiga y un consolador doble, al principio me sorprendí pero por la tarde me hablo para confirmar la cita, le dije que ahí estaría y me pidió ir sola y vestida muy sexy, yo acepte pidiéndole lo mismo.
El muchacho me subió las piernas por encima de los hombros para poder penetrarme mejor y estando en esa posición, además de sentirla toda, podía adivinar la calentura de mi esposo al verme así y esperaba, en forma morbosa, que estuviera haciendo buenos primeros planos, ya que nos calienta mucho vernos filmados cuando cogemos y más si se trataba de otro hombre el que lo hacía.
En aquella época estaba saliendo con un muchacho de otra ciudad, y para ir a verlo debía ir y venir en tren de su ciudad a la mía los fines de semana, casi siempre iba yo a la suya porque había mas marcha de salir en plan discotecas.
Nos levantamos y para evitar la aglomeración salimos antes de que encendieran la luz, saliendo del cine me percaté que me estaba escurriendo fluido entre las piernas, la tanga estaba mojada de lo que había absorbido; llegamos al auto y me limpié las piernas.
Luego todo quedó en silencio y pude escuchar como me anunciaba como el "plato fuerte" de la noche destinada a ser el premio para todos los convidados a una de las mesas. Por lo que les rogó ocuparan cada uno el lugar que desde el principio les habían asignado.
El primer grupo en organizarse fue el nuestro, el primer profesor mocionado para acompañarnos al viaje también, pero con un criterio de juventud, saber, respeto , los padres en las reuniones como en años anteriores se negaron, pero predominó, por basarnos en la falta de confianza de nosotras y a los chicos los convencimos que quizás le acercara algo, entraron y fue elegido.
Más que desconsolada volví a ducharme maldiciendo la estupidez de haber aceptado todo esto. Dude mucho para decidir si debía vestirme considerando que estos tipos en verdad estaban apurados por terminar lo antes posible y regresar al lado de sus ingenuas esposas.
En la intimidad éramos diferentes, nos gustaba fantasear y los juegos eróticos, a el siempre le ha gustado que me ponga algo muy sexy para la cama, aunque al otro día me preocupo de esconder esa ropa, para que nuestra nana no la vea. Me moriría de vergüenza si ella chismoseara de aquello por ahí...enseguida lo sabría toda la ciudad.
Le dije que esperaba que eso la satisficiera y me susurro al oído que no le satisfacía, que quería más pero sabía que no lo podía en ese momento, eso me dejó muy excitado. Durante la noche no pude más que recordar esa hermosa vagina totalmente húmeda, al hacer el amor con mi mujer pensaba que era ella, la sobrina, y me excitaba más aún.