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El mejor amigo de mi esposo

Se lo recorrí íntegramente con mi lengua húmeda y escuché entusiasmada como escapaba un suspiro de los labios de Juan cuando me acariciaba el pelo mientras le lamía el duro tronco. Utilizaba mi lengua lentamente hacia arriba, hasta llegar al glande, metiéndola en su agujerito de la punta y luego volviendo nuevamente a la base. Llegaba hasta los testículos y los mordía muy suavemente, lo quería excitar al máximo.

Con el marido de mi amiga II

Entonces dirigí mi mano hacia la entrepierna de Oscar, le bajé el cierre del pantalón y le saqué el miembro afuera. Lo empecé a acariciar suavemente subiendo y bajando la mano con lo que provocaba que la piel se deslizara de arriba a abajo, dejando al descubierto la rojiza cabeza y excitaba sobremanera al hombre.

El chofer del colectivo

Apenas me subí al taxi, la primera vez, me llamo la atención, mas bajo que yo, media 1.70, yo mido un 1.83, el de ojos verdes tez blanca, un tipo interesante, bueno el hecho que estábamos rumbo a su domicilio, llegamos, resulto que vivimos muy cerca, entramos a su casa, pasamos a su dormitorio, y me dijo sin mas.

Se lo agradeció con sexo

Fue entonces que dirigió su mano hacia la entrepierna de Carlos, le bajó el cierre del pantalón y le sacó el miembro, que a esta altura estaba casi por estallar. Lo empezó a acariciar suavemente subiendo y bajando su mano con lo que provocaba que la piel se deslizara de arriba a abajo, dejando al descubierto la rojiza cabeza y excitaba sobremanera al hombre.

En el banco

En un momento me pidió mi lapicero para endosar su cheque y me preguntó si era del interior del país; empezamos a conversar sobre la situación política y económica y los minutos pasaban; la fila iba avanzando y en un momento sentí que su cuerpo se acercó demasiado al mío y sentí su miembro en mis nalgas (acto seguido me dio un escalofrío de la excitación), él se dio cuenta y nuevamente reiniciamos la conversación.

Indefensa y sometida I

No se atrevía a mirar a Javier directo a los ojos, pero sus tetas que debido a su juventud parecían estar siempre erectas daban la impresión de  apuntar hacia él, lo cual la hizo sentirse apenada. Javier no desperdició el tiempo y se aferró a sus pezones, apretándolos y torciéndolos, Karina dejó escapar un gemido. Su entrepierna se calentó casi por inercia, y la joven sintió un ligero humedecimiento.

Desilusión

El solo veía mis senos porque el dejar que imaginara el resto por mis movimientos lo mantendría ahí, frente a la ventana, por más tiempo, deseando que un día le mostrara el resto. Lo más valioso de esa locura era nuestro silencio. Ni durante el acto ni cuando nos cruzábamos en el pasillo del edificio había una palabra entre nosotros.

Amantes de día viernes

Camilo retiró un poco la presión que ejercía con su miembro sobre el orificio de su amigo, hizo una pausa para tomar fuerzas y sujetando enérgicamente las caderas de Mauricio se lanzó hacia adelante con todo el peso de su cuerpo logrando introducir, de una sola vez, su gran miembro de dieciocho centímetros hasta lo más hondo de la cuevita hasta hacía poco inexplorada.

El regreso I

Agregó que, desde ese día, se acostaba más temprano, y en la intimidad de su lecho se acariciaba intima y suavemente con sus dedos y con ellos mojados se humedecía los pezones para luego tenderse boca abajo apretando los muslos y dejarse invadir por esa sensación agradable que la llevaba hasta el sueño.

Primera vez con un perro

Un día apareció un pastor alemán de unos dos años por el barrio donde yo vivía, siempre fui muy amigo de los perros y rápidamente no convertimos en buenos compañeros de juegos, incluso le puse nombre, Capitán, al que el obedecía como si siempre lo hubiese tenido.

Fantasía bisex

Mientras la mujer se metía mi pene en la boca ellos se desnudaron, el mas joven tendría un pene de unos 25 ctms, y el otro no era mucho menor pero más grueso, mientras la mujer me la chupaba, los tres hombres empezaron a hablar entre ellos sin que yo pudiera oírlos.

Torturas mortales I

Comenzó con una rubia virginal que lloraba continuamente, se llamaba Anastasia, y tenia un cuerpo muy delgado pero bien formado, esta era una de las hijas de uno de los campesinos que mas dinero tenia antiguamente, ella fue criada casi como una princesa, pero su padre había fallecido hace dos año y tras de eso vino la sequía, su madre no pudo manejar los campos y enseguida cayeron en la quiebra.