Últimos relatospornos:

Lo llamé

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Mientras pasaba la hora, no me pude contener me acosté en la cama, me desnudé, me puse la tanga de Bety que ya tenía seleccionada, roja y negra. Me mire en el espejo y me hacía una cola hermosa, redonda y firme. La tirita de atrás me apretaba y desaparecía entre mis nalgas y un triangulito flotaba por encima de mi cola eso me lo hacía mucho más sugerente.

Fin de semana en el camping II

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Como podéis imaginar no pudimos decir que no, y entre los dos volvimos a follarnosla una y otra vez, por delante, por detrás, por la boca, incluso llego a hacerle a Juan una paja con sus pies, pues al parecer mi amigo es muy fetichista y le rogó que le permitiese correrse en los preciosos deditos de sus pies.

Profesora de gimnasio

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Después le saque las bragas y tras colocar un trapo la senté sobre la mesa de la cocina y empecé a comerme su clítoris, mientras recorría con mi lengua su clítoris introduje un dedo dentro de su deliciosa vagina tras lo cual, entre gemidos y gritos de placer se corrió inundando mi boca con el dulce sabor de sus fluidos vaginales, sin detenerme seguí con mi tarea bucal y caricias, tras lo cual comencé a meter un segundo dedo, luego otro y en eso sonó su celular.

La madurita en la playa II

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Después de saludarme, Anne me explicó que había tenido que inventar esa excusa para poder verme en su casa ya que su marido nunca salía de casa si no era con ella para cenar a algún restaurante de noche. Mientras me explicaba todo esto cerró la puerta de la caseta y hecho el cerrojo, a continuación empezó quitarme la camisa, arrancando los botones con los dientes mientras que con las manos me acariciaba el torso, su lengua fue bajando por todo el tronco hasta llegar a la zona inferior.

Confesiones de Miguel

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Seguimos charlando, Clara llamo , me dio con ella, insinuando una disculpa, me dijo que no iba a ir, que fuera mañana, le pase el teléfono a Esteban, al cortar, me invito con un café, soy relativamente flaco mi cuerpo no posee músculos , como no tenía que hacer, eso hicimos, en el living, prendió el televisor y puso una película, porno gay, cuando fui a la puerta me di cuenta que estaba encerrado, fui a la cocina, se había sacado la camisa, mostrando lo que imaginaba

Pamela II

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Siempre mis compañeras y yo, jugamos a excitarlo. Por qué a su edad, pero se le puede observar el semejante tamaño del bulto que se le marca en el pantalón, hay veces de que tan incómodo se pone que no sabe cómo acomodarse el paquete que tiene.

Una noche inolvidable con seis tipos a la vez

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No terminaba de venirse el primero cuando el que me la metía por el culo me hizo a un lado para poder pararse y me ofreció también su rica lechada. Y como si los 6 estuvieran conectados físicamente, todos se pararon al frente de mi esperando su turno. Ni bien acabé de tragarme el semen del segundo, un tercero me agarró la cabeza por la nuca y como si mi boca fuera una vagina empezó a eyacular directamente en mi garganta.

Daba Daba Duuuu! Pedro Picapiedra y Pablo Mármol deciden ponerle un poco de chispa (de pedernal, claro está) a su vida

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El pene de Pablo se le ofrecía a Vilma como un chorizo de cantimpalo que tenía que comerse. Así que se agachó y se metió en la boca aquello, soltando el conejo de Betty para agarrar los testículos de Pablo, Pedro al ver a su mujer echada, con el culo en pompa, reaccionó como un macho prehistórico y se colocó detrás y tras subirle el vestido y subirse él el suyo, la penetró agarrándola de la cintura, y embistiéndola una y otra vez.

Elena II

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Siguió cabalgándome, sus tetas se movían al compás de sus movimientos, ella no dejaba de besarme, le pasé las manos, por detrás y conseguí colocar un dedo en su entrada trasera, que aún permanecía húmeda, ella disminuyo los movimientos y se fue calmando mientras yo conseguía ir introduciendo un dedo, ella se abrazó fuerte cuando entro el segundo.

Mi amiga Graciela II

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No creía lo que estaba viviendo y sobre todo que fue gracias a Graciela, para colmo la hija de puta sacó mi filmadora y se puso a filmar, la levanté y me comí los pequeños pezones de Débora, la dí vuelta y me quedó enfrente mío el monumental culito de la nena, que hermoso culo, la muy puta gozaba como loca, me arrodillé y me comí su concha que apenas tenía unos pelos púbicos, me acosté sobre el sillón e hicimos un hermoso 69, todo era grabado por Graciela, todavía era muy estrecho su conchita, aunque ya no más virgen.