En el Corte Inglés de Moratalaz había un vendedor que era conocido en su zona por una pericia inusitada en el instante de la venta.
La hija de mi esposa volvió de Australia y me pidió que la atendiera. Y sucedió lo inevitable porque es una morocha inolvidable.
ohana metió dos dedos en la vagina de Sonia mientras que yo continuaba lamiéndome ese ano metí mi lengua lo mas adentro que pude y sentí un sabor amargo, así que solo me dedique a lamerlo por fuera, al ver que Sonia disfrutaba con los dedos de Johana, puse mi dedo índice sobre el anito de Sonia y presione para que este entrara
Su concha rebosaba jugos, estaba excitada con aquel juego. Entonces soltó un grito de placer al notar mi lengua acariciando su clítoris y empezó a moverse como si estuviera cabalgando. Sus gemidos eran sordos y sus manos agarraban mi cabeza con fuerza, ella nunca había experimentado algo así. Los dos empezábamos a sudar cuando ella susurró
A ella siempre le gusto echarse un último polvo conmigo, mismo si había pasado toda la noche con otro, me decía que después de acabar con los otros, si bien estaba satisfecha, era como que le faltaba un poquito mas y bueno yo nunca me hice rogar.
Mi amiga Katty al enterarse de que he publicado mi primera experiencia en la fiesta de máscaras, encuentra muy excitante el publicar su primera experiencia y me pide publicarla, en ella intervienen un bobalicón y fiel perro Jackson.
Me costó mostrar mi cuerpo a un desconocido, pero Don Pedro, el dueño del local, tuvo la suficiente sabiduría para descubrir en mí algunas condiciones que me hacían apta para el trabajo siendo contratada como bailarina a prueba.
Con el paso del tiempo, de los años, mis relaciones sexuales han mejorado de forma importante. Así, de ser un chico algo tímido y con experiencias sólo satisfactorias en el plano físico, he pasado a conseguir plenas actuaciones que nos dejan satisfechos en lo físico y en lo emocional tanto a mi pareja como a mí mismo.
Durante un rato en la habitación de las chicas pudo oír risas que dieron paso a jadeos entrecortados. Jorge pensó que lo hacían para reírse de él y salió de su cuarto enfadado y dispuesto a poner los puntos sobre las íes. Cuando llegó a la altura de la habitación pudo ver que la puerta estaba entreabierta y al asomarse vio una escena que lo dejó perplejo.
Se giró y al verme empalmado, se asombró de aquella cosa. Sin pensárselo se agacho y me la agarró con la mano y mamándomela. Mientras me la mamaba, se subió la minifalda y se quito su húmedo tanga rojo y empezo a meterse el dedo, luego el segundo.