Les voy a contar una historia que me sucedió hace un par de años. Yo estoy casado hace 4 años y con mi esposa somos muy felices, nos gusta hablar mucho y más cuando se trata de sexo ya que no nos reprimimos nada.
Mi primera vez con el gran amor de mi vida tras una fiesta de cumpleaños, sexo y pasión en pleno campo y sin límitaciones.
Un joven deseoso de probar emociones nuevas y por supuesto fuertes, busca encontrarlas en un club muy especial.
Un buen profesor es aquel que se esmera en enseñar todas las materias a sus alumnas más aventajadas, sobre todo si éstas están en buena condición física y son muy agradecidas.
Un muchacho acostumbra a pasear por su perro. Concibe la idea de tener sexo con él, lo que le proporciona fastuosos orgasmos, pero un día es sorprendido por un hombre que no duda en utilizarlo para su placer.
De como mi mujer se monto una fiesta navideña ella solita con cuatro compañeros de trabajo.
Una pareja de amantes se encuentra en un apartamento disfrutando una tórrida tarde de amor y sexo.
Un joven recibe una felación de su tío después que ambos han visto el pene de uno de los vecinos del pueblo en las duchas de la piscina. El mismo pene que luego recibirá su tía.
Una chica encuentra sus fetiches en la ropa interior y sus zapatos, disfrutando a tope con los de su tía, que al final termina siendo su amante y desvirgando su ano con un consolador.
Relación entre un sobrino y su tío.
Su vida continuó con la misma rutina de siempre. Bueno, exactamente igual no. Ahora se había vuelto más presumida, más coqueta. Sabía que podía gustar. Sabía que había gustado por lo que podía volver a gustar a los hombres.
Maruja era la conserja del instituto del barrio. Era una mujer de cerca de cuarenta años de edad. Con unos hijos adolescentes y con un marido aburrido. Con este panorama sin horizontes su vida era cada vez más amarga.
Un empleado de un estudio de arquitectura es progresivamente sometido y humillado por su jefa.
Terminamos nuestra luna de miel y volvimos a Buenos Aires. Yo recogida y Luis mas cornudo que nunca y sumamente sumiso.
Llega la boda de esta curiosa pareja, donde él es un cornudo feliz y consentido. Desde la noche de bodas a la luna de miel, todo es un río de goces y cuernos.
La protagonista de nuestra historia continúa poniéndole los cuernos a su marido que adora ver cómo la poseen.
Las gotas de lluvia golpeaban en el cristal de la ventana incesantemente, el viento doblaba las ramas de los árboles y el frío era tan intenso que se iba colando por las paredes.
Luis vivía con su padre y hermano ya que la mama había fallecido cuando era pequeño, yo con mis padres y un tío hermano de mi madre.
Sueño que despierto una noche y me doy cuenta de que alguien ha atado mis ojos con una cinta y no consigo ver nada. Estoy completamente desnuda, echada encima de la cama y de pronto oigo alguien que se mueve en el cuarto.
Relato de una experiencia con mi joven prima Ana.