Dos años de viaje continuo y nada de sexo. No es mi tipo ni busqué nunca directamente la manera de seducirlo. La situación se dio en plena carretera, solos, de noche y sin auxilio vial.
La infancia de mi hermanita menor que yo y la mía fue fantástica. Siempre unidos en todo, en juegos, en ser los más consentidos por ser los más chicos y jugamos a todo, incluyendo mi pene, desde esos años aun muy chico, ella hacía se me pusiera erecto y sentia mucho placer con ella.
Mis primeros recuerdos del placer sexual se hallan indisolublemente unidos al dolor. Comencé muy tarde, pasados los 18 años, a relacionarme con una señora, ya que durante mi adolescencia había demostrado un cierto retraso.
Lo veía a diario y jamás imaginé que pudiéramos coincidir en una cama. Gracias a que su esposa estaba embarazada logré saborear al guardia del edificio de oficinas.
Mi hermana menor, siempre hemos vivido toda nuestra vida muy unidos hasta que se casó. Toda nuestra infancia, nuestros juegos incluyen ella jugara con mi pene, y eso se me quedó para siempre y fue en la Universidad cuando ambos lo retomamos de nuevo lo que hacíamos de niños.
A mi esposo lo adoro, estoy muy enamorada, pero el pobre siempre llega tan cansado del trabajo (es operador y trabaja en turnos, además tenemos un pequeño negocio de juegos electrónicos en casa) que me da poco sexo (una o dos veces a la semana pero siempre en fin de semana), así que entre semana estoy muy caliente. Pero como dije lo quiero mucho.
Este es el primer capítulo de una saga, en la que relato, todas las vejaciones por parte del cacique de su jefe, que tuvo que sufrir mi mamá, para poder conservar el empleo...
El peculiar estilo de dominación de don Claudio del Bosco... le llevará a conocer a la enigmática Mónica Gallardo... Sin saber que está entrando en la tela de la araña...
Para que sepan lo que paso es mejor leer primero el relato la jefe en seccion de hetero, despues en anapoima en sección orgias, y gozaran de este relato es rico salir de viaje y mas con situaciones como esta.