Me adelanté con la primera tanda y cuando subió me quedé con los ojos cuadrados: se había puesto esa playera y de falda agarró un pedazo de tela, que no le alcanzaba a dar vuelta a su cadera, le faltaba como un centímetro, pero la unió con un seguro, de lado se le veía toda la pierna y por abajo se le alcanzaba a ver el inicio de sus nalgas, no traía calzones y se había depilado su sexo.
Con mi lengua recorrí su vagina y ella soltaba unos gemidos de placer que a mí me pusieron aun más dura mi polla, lamía sus labios de arriba abajo y busque su clítoris, en el momento que mi lengua tocó su clítoris ella se convulsionó de una forma brutal, se había corrido.
En estos momentos estoy muy molesto por no poder moverme y dejar que mis manos disfruten de esos cuerpos que ahora tengo ante mí y mi excitación va en aumento, veo y siento como mi miembro, a pesar de la inmovilidad de mi cuerpo, se yergue ante las cosas que mi mente piensa, levanto la mirada hacia el techo y contemplo alucinado como cada uno de los pensamientos que me recorren son proyectados como si de un cine se trátese.
Cuando acabamos, caímos los dos sobre la cama, yo todavía dentro de ese culo majestuoso, en un susurro me pregunta si quería experimentar lo que ella había sentido, pero lo único que no me dejaría era mamarsela, yo no pregunté porque, solo le dije que si era su deseo estaba bien.
Después días después lo pudimos hablar y ni ella ni yo supimos que había pasado, pero que pasó Sólo recuerdo que la conciencia de las dos rememora una canción de Caetano Veloso, unos bocados de pan y queso y la tarde que se marchaba lenta.
Yo que enseño a bailar salsa en un centro de baile pues le comente el tema y como no me pidió q la enseñara por que así su novio cuando viniera iba a sorprenderse de como bailaba, ya que a el también le encanta bailar en las discos esa música.
Alba paró y se puso de pie y se acercó a mi hermana y comenzó a besarla, esa situación me daba mucho morbo, entonces mi hermana se arrodilló frente a mi y comenzó a chupármela mientras Alba le comía todo su coñito.
Volvimos en silencio. Solo había estado media hora en su oficina y todo lo que había fantaseado con ese encuentro se esfumó camino de regreso. Solo cuando entramos, volvió a tomar contacto.
Después de esto me condujeron hasta la mesada de la cocina haciéndome acostar sobre ella, al que me penetraba por el culo pasa a chuparle la verga, al que yo le hacia una rica mamada a pasó a chuparme la concha y así quedando el tercero que pasó a acariciar, lamer y succionar mis senos.
Se tendió en la arena, y empecé a chupársela, era bastante gorda, tanto, que me costaba abrir la boca, se la chupaba una y otra vez, su capullo rosa, estaba a punto de estallar, me dijo que m pusiese encima de el, para hacer un 69, jamás lo había hecho, y me resultaba bastante excitante, mientras me chupaba mi coño húmedo e hinchado, yo le chupaba su gran polla.
Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo de arriba a abajo descubriendo sus curvas tan perfectas, la cogí por detrás apretándola de sus nalgas fuertemente, mientras le mordía con delicadeza su pequeña lenguecita viperina.
Desabroché los botones de su blusa, y ese par de enormes y hermosas tetas quedaron al descubierto; subí su falda para descubrir la exquisitez de su lencería negra, y mientras continuaba besándola, mis dedos recorrían toda su húmeda intimidad.
Tenía unas tetas grandecitas pero con una forma peculiar ya que tenían forma de misil estaban muy firmes y sus pezones sobresalían ya duros de sus tetas, su coño era peludito pero de color rubio.
Sin ningún tipo de malicia y más por un acto de demostrar mi solidaridad tome a Olga y la abrace nunca había tenido una demostración de afecto con ella mucho menos un abrazo sin embargo como lo hice fuertemente su conchita quedo en contacto con mi verga y pude sentir perfectamente su raja
Un dia que ella acababa de ducharse se fue a la habitación, dejó la puerta mal cerrada, pasé por allí, me asomé un poquito y vi como la muy viciosa estaba abierta de piernas con dos dedos metidos en su coño, su cara mostraba gran placer, eso me puso a 100 y fui al lavabo a pajearme.
Y así como estaba semidesnuda en la cama, empecé a besarles los pies de una manera sensual, tierna, única, poco a poco con mis manos y mi boca iba recorriendo su piel, y nuestra respiración empezó a tornarse como una música de chopin, que retumbaba en las paredes del cuarto, ella inconscientemente se inquietaba, no sabía lo que pasaba, pero yo estaba allí.
Esta historia comienza con mi mujer en la cama y jugando a invitar a otra persona a hacerlo con ella, cosa que al principio era muy excitante hasta que tuvimos la necesidad al poco tiempo de llevarlo a cabo.
En ese instante su cara estaba llena de sudor, con los ojos hinchados como los de un polluelo que acaba de romper el cascarón, todo mojado, acalorado, con el cabello en el rostro como si hubiese sido depositada en la axila de un gigante; sus mejillas blancas estaban por lo tanto algo manchadas del maquillaje que no soportaba tanta humedad; su respiración tensa, difícil, caliente y teledirigida a mis fosas nasales y a los sensores que tengo en la lengua.
La mañana siguiente llegó con el despertador y a continuación con una mirada intensa entre los dos. Le recordé mis palabras de la noche anterior y le insistí en que no me mintiera. Le insistí en que hiciera lo que realmente deseaba.
En esta historia, 2 jovenes calientes y atrevios, deciden dejarse llevar por el calor de la playa y sus cuerpos se entremezclan en un salvaje intercambio sexual, donde ambos alcanzan el extasis en manera inimaginable.
Mi pene totalmente erecto saltó ante su cara, ella con total normalidad lo tomó con su mano y lo empezó a masajear. Tiró la piel hacia atrás una y otra vez hasta que colocó la punta en su boca. Lamió un poco la cabeza y lo fue introduciendo poco a poco hasta meterlo todo. Comenzó una mamada como nunca me la habían hecho.
Se excitó tremendamente espiando a su hija y a su hermano menor. La visión era más que espectacular, jamás pensó que le daría tanto placer ver desvirgar a su hija.
"Espera así un momento" me dijo mientras saltaba de la cama y salía de la habitación, yo empecé a pajearme mientras la esperaba, volvió al rato con un bote, era vaselina, me la dio y se puso a cuatro patas encima de la cama.
Poco después empezó a montarla, le acercó la polla al coño de ella y le pego una embestida seca(supongo que la tia estaria bien lubricada) la iba penetrando profundamente, o eso se veía en las embestidas, el ritmo se hacía muy intenso, Luis hacia un buen mete-saca, el ritmo se hizo rapidísimo y oí un suspiro de el y después de ella.
Con tales palabras ya no me contuve y ni me escondí mas, quería presenciar la desvirgacion total de teresa, ver su cara, sentir su dolor y vi cuando papá le abrió y acomodo sus piernas al lado de él y coloco su pene tieso en su rajita y le metió, la cabeza de la gran verga, a lo que ella dio un gemido y se lo fue introduciendo poco a poco. A como me lo metio a mi, con todo amor,
Pase mi mano por su hermoso culo separándole las nalgas y metiéndole el comienzo de mi dedo índice por su ano, sus senos más grandes aunque más caídos que los de sus hermanas quedaron aplastados en la palma de mis manos para después estirarla los pezones, baje bruscamente mi mano a su coño, lo tenía mojado le introduje sin ningún miramiento dos dedos y entraron con suma facilidad y aproveche para humillarla diciéndole que era un re follada y que que es lo que se metía en su coño para tenerlo así
Quedando en evidencia un continuo flujo por mi tensa picha de lo cachondo que iba, me ataron piernas y brazos en la cama, entro Belén y ordeno que se marcharan, una vez solos, con una goma de sujetar el pelo sujeto fuertemente mis testiculos, lo que hizo que mi glande se saliera, me humillo mirándome el ano y metiéndome el dedo afirmado que seguro que te ha gustado, cuando te lo metía Lucia.
El viernes por la noche cenando me propuso pasar un fin de semana especial, le pregunte que a que se refería y me confeso que ella había cumplido con creces con su papel de esclava sumisa, porque también le iba el rollo ese y también lo había estado viendo y disfrutando por Internet.
Ella se acercó a su hermana y le retiró el sujetador, dejándome ver sus tetas erguidas con las aureolas rosadas y algo abultadas apuntando al cielo y los pezones sobresaliendo ligeramente, me quedé alucinado ya no solo por la preciosa vista si no por el morbazo de la situación, mi cuñada desnudada por su hermana.
Una vez instalados la recordaba la obligación de mantener las piernas separadas y claro yo elegía los emplazamientos y siempre coincidían con grupos de parejas o incluso solo tíos, que sin cortarse un pelo se fijaban bien en ella y en su brillante sexo entre abierto.