Un año esperando ésta noche, hoy es cinco de enero y por la noche los Reyes Magos dejarán los juguetes que hemos pedido luego de portarnos bien a lo largo de este periodo.
Fabio, por su lado, no era ningún santo, y lo sabía porque habíamos follado en algunas ocasiones pero como era cliente de la empresa que tenemos mi marido y yo tuvimos que dejar de vernos, lo cual me daba una bronca bárbara, ya que él estaba muy bueno y varios de los orgasmos que tenía con mi marido se los debía a él.
Esa calurosa tarde yo deseaba refrescarme exteriormente y calentarme internamente, llegué, me duché, abrí una cerveza y empecé a ver un video porno gay cuando llamaron a la puerta.
El movimiento de las paradas y arrancones hacían lo suyo. Mientras yo me humedecía, me daba cuenta de lo incómodo o cómodo que iba él al sentir mi tremendo trasero, pues ya les dije, estoy muy culona.
Salí muy molesta de una fiesta, por el comportamiento de mi Ya era bastante tarde cuando abandoné la fiesta donde me encontraba en compañía de mi esposo, después de haber discutido por su falta de respeto hacia mí, ya que no dejó de coquetear con cuanta mujer se cruzó frente a él., y no sabía las ricas cogidas que me esperaban...
El caso que puso a mi amiga bocarriba, él se colocó cerca de su rostro, y apuntó su mástil a la boca de mi amiga; mientras le daba de mamar, la tomó por los tobillos levantándole las piernas en todo lo alto; así que mientras ella mamaba, me pidió que me la cogiera.
Estábamos vestidas para matar, al llegar el auto y bajar sentíamos como todos los hombres nos miraban al pasar en el hotel.
Me gusta mucho chupar vergas, masturbarme con mis dedos o metiéndome objetos tanto mi concha como mi culo y algunas veces las dos a la vez Lo que les voy a contar es 100% real, pasó hace algunos años con un ex mío, Ezequiel.
Yo profundamente dormido, poco a poco fui sacado de mi sueño por algo que me estaba ocurriendo, la diestra mano de Amada hurgaba bajo mi trusa, acariciando mi verguita, que ya para entonces se ponía erecta cuando me la acariciaba en el baño, pero ahora era otra mano, una mano de mujer, la manita acariciadora de mi prima Amada.
Llegamos a un departamento que utilizaba como oficina, aparcó el auto, bajó y me abrió la puerta; yo estaba como en un trance, no podía creer que estaba en un lugar distinto a mi casa, a esas horas y con el papá de mi novio.
Una chica acepta un aventón a una ciudad cercana para una fiesta, y acab agradeciéndolo con mucho sexo.
Tu mama y tu papa se conocieron gracias a mí, yo era un chaval cuando empezaron a noviar, duraron años de novios, tu padre siempre fue caballeroso, a mí me impactaba mucho lo admiraba y mi sueño era algún día ser como él, tan masculino, tan atractivo y tan vacilador
Historia de la vida sexual entre una maestra madura y su aventajado alumno.
Y así pasaron los días, hasta que una mañana me encontraba sola en casa, había salido de ducharme y me estaba arreglando, cuando sonó el teléfono, era mi cuñado preguntando por mi hermana, y como ella había salido, me pidió que lo dejara esperarla en la casa mientras ella llegaba.
Después que cortamos la relación nos seguíamos viendo y teniendo mucho sexo, pero como amigos, ya que nos conocíamos desde hace mucho y me encantaba como me cogía.
Ese día quedamos de vernos el sábado, lo cual no era normal, pero le dije que quería que me acompañara a hacer algunas compras, como no quería que mi madre sospechara quedamos de vernos en un restaurante cerca de su casa
Fui hasta mi coche y guardé las cosas, eran apenas las dos y media, tendría suficiente tiempo. La busqué con la mirada, traía una camioneta Windstar negra, casi nueva. Volteó a mirarme y se subió al auto. Llegué hasta ahí y ya la puerta me esperaba abierta.
Cuando mi sobrina consideró que su madre ya estaba lo suficientemente lubricada, se levantó y, dándome antes un beso en la boca que me permitió paladear de nuevo los jugos de Clara, se acostó con las piernas abiertas sobre la cama dejando su vagina, ya mojada, al alcance de la boca de su mamá.
Salí de ese cuarto oscuro desnudo y con la verga todavía palpitando, y me pare en la regadera del otro vapor refrescándome y limpiándome un poco, y por supuesto que dando un buen espectáculo a los que estaban sentados frente a mi y que con esa buena iluminación admiraban mi cuerpo desnudo y mi verga erecta.
La historia que relato empezó así. Hace tres años me casé con un buen muchacho, es mayor que yo cinco años y de cuerpo atlético y bien parecido, además de bien dotado.