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Mi último encuentro con un hermoso perro de raza Rottweiler

Mi último encuentro con un hermoso perro de raza Rottweiler

Soy Laura de nuevo y les contaré mi segunda y por ahora última experiencia zoofílica.

Para todas las que escribieron les pido paciencia porque han sido muchas y realmente quiero contestarles lo mejor posible, para los varones que escribieron, los leí, pero no les contesto, igual muchas gracias.

Luego de mi experiencia con Nippur, pasaron unos días y me encontraba como una perra en celo, quería repetir esa experiencia, no hacia más que correr a casa y masturbarme con el recuerdo de aquella verga animal.

Me arriesgue bastante para conseguir un “amante”, pero valió la pena. Marcos es un compañero de trabajo que tiene un perro Rottweiler de dos años, puro, entrenado y todo.

La artimaña fue la misma que use con Nippur, pero esta vez tuve que mentir mas, el quería llevar a su perro, conocer la dueña de la perra(supuesta perra en celo que la dueña quería cruzar), por lo que le dije que no era de la cuidad y que yo iría a pasar el fin de semana con ella y no era inconveniente llevarlo yo misma.

Lo convencí luego de muchas idas y venidas, y el viernes después del trabajo como a las once de la noche lo trajo.

Saskias se llama y es hermoso, con una mirada dura, muy brillante su pelo, es un perro grande, bueno, conocen la raza, imagínenselo encima de ustedes penetrándolas, es muy excitante.

Charlamos, tomamos unas cervezas que tenia en la heladera y que nunca faltan, todo el tiempo lo miraba a Saskias y la boca se me hacia agua por chapársela.

Marcos se fue como a las dos de la mañana, y aunque estaba muy cansada, un tanto ebria y con sueño, decidí hacer un reconocimiento de Saskias, mejor dicho, de su verguita.

Fui al dormitorio, me desnude completamente y me puse una camiseta larga que uso para dormir.

Me acerque a el que estaba tomando agua y lo acaricie sobre el lomo, levanto la cabeza, lo seguí acariciando mientras me arrodillaba a su lado y mis manos se separaron, una siguió acariciando su cabeza y la otra se fue deslizando hacia su vientre.

Le hablaba bajito para tranquilizarlo, hasta que llegue a mi objetivo, su verga.

Dio un pequeño salto, como de sorpresa y nada más, se quedo quieto y lentamente lo fui tocando, sintiendo como se iba calentando.

Se tumbo en el piso y abrió sus patas traseras, eso me pareció genial, como si entendiera.

La sorpresa fue ver asomar de a poco una pija hermosa, de unos 20 cm. dura y surcadas por venas, con un color morado y los líquidos lubricantes que la hacían brillar bajo la tenue luz de una lámpara de pie.

Me encorve y acerque mi nariz, no olía mal, solo olor a perro.

La toque lentamente y suave, cerré mis manos a su alrededor y no alcanzaban a cubrirla toda, era mucho mas grande que la de Nippur.

Allí, con esa maravillosa verga en las manos me sentí super caliente y sin dudarlo me moje los labios, pase la lengua por la punta, Saskias se estremeció, o fui yo, no se.

La recorrí con mi lengua desde la punta hasta la mitad y después, comencé a introducirla en mi boca.

El ritmo de mi mamada fue subiendo con mi calentura y cuando llegaba al máximo, con mi mano buscando mi clítoris, Saskias se intenta parar.

Lo deje hacer y veo como empieza a moverse inquieto, buscando donde clavar su verga, realmente era cómico verlo poseído por la calentura y no saber que hacer.

Buscaba su perra y no imagino que era yo.

Enseguida pensé la mejor forma de darle el gusto y teniendo en cuenta su tamaño, hice lo siguiente.

Tengo un sillón de un cuerpo donde veo tele.

Me quite la camiseta, me acosté en el sillón con las piernas abiertas y lo llame, “Venga mi perrito lindo, venga Saskias, mi macho lindo” (creo que fue algo así).

Se acerco, le moví la mano cerca de mi conchita ardiente y necesitada de mimos para que me huela, su cabezota se metió de lleno entre mis piernas y fue suficiente para que su lengua, caliente, rugosa, muy esponjosa y definitivamente, ágil, comenzara a lamerme.

Primero no muy convencido pero al sentir que le agarraba las orejas con suavidad y le decía “Si Saskias, esta bien así.” se entusiasmo.

HUY! Como les explico que nada me ha hecho gozar tanto, es indescriptible.

Creo que es por la velocidad y la capacidad de lamer desde el ano hasta el clítoris lo que hace que en cuestión de minutos llegue al orgasmo, y que siempre es muy fuerte.

Se me escapaban gritos!!!

Después de ese acercamiento oral, lo siguiente.

Me fui como resbalando del sillón hasta que culo quedo en el aire, o sea, estaba apoyada con mi espalda, me agache, tome sus patas delataras y las coloque al costado de mis Tetis, bajo mis axilas, mis piernas rodeándolo y con mi mano empecé a buscar su verga y a moverme para quedar bien debajo de el.

Esta posición esta muy buena cuando el perro es grande porque te permite controlarlo, que no te rasguñe y no deja expuesto tu culo, digo, puede haber una equivocación…

El caso es que sabía que seria difícil de soportar esa verga, estaba un tanto caída, pero ni bien la toque un poco volvió a crecer.

La coloque en la entrada de mi vagina y lo ultimo que puedo decir es que nada es tan duro y bestial como la penetración de un perro.

Sentí que un calor me ahogaba, era grande en serio y sentí algo de dolor, pero no mucho, como un ardor.

Paso pronto porque comenzó con su frenético mete-saca que no hay hombre que lo iguale.

Mi cuerpo se agitaba por su cogida, mis tetas se bamboleaban mucho, y eso que no son muy grandes!! Que cogida!!!

Estaba siendo cogida de una forma impresionantemente rápida, con una verga que era hermosa, larga y ancha.

Con mis manos abrazaba a Saskias y lo alentaba, sentía que uno tras otro los orgasmos me sacudían, no se cuantas veces llegue, pero fueron de una intensidad creciente, como que uno potenciaba al siguiente.

De pronto sentí como el bulbo de Saskias me dilataba más la vagina e hice un esfuerzo para abrirme al máximo, lo quería todo!

Entro lentamente, me dolía bastante, cuando entro todo se quedo mas quieto, solo daba cortas y lentas bombeadas y ahora si sentí el semen dentro mío, sentí algo muy caliente, no se, era raro y nunca lo había experimentado.

Lo abrazaba a mi machito lindo con las piernas y así lo retuve hasta que comenzó a sacármela, uf!

Es impresionante la cantidad de semen que tienen los perros, escurría de mi conchita hasta el piso, por mis muslos y hasta mi ano.

Quede tirada un buen rato, mi cuerpo no podía creer que lo habían gozado de esa forma.

Me incorpore y fui a bañarme, esa noche dormí como un bebe.

Al día siguiente hubieron otros encuentros, pero no me anime a hacerlo por atrás que es lo que mas me gusta.

El tamaño me intimido.

Y bueno, ya conseguiré un machito mas chico y le daré mi hoyito caliente para que juegue.

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