Y la solté. Ella dudo un momento pero se miró a su amiga y al verla de rodillas con el chocho depilado y mojado por el agua, si inclino y arrodillo. Yo no me lo podía creer, la polla me presionaba tanto los pantalones que me dolía y solo con verlas a ellas dos de rodillas, una blanca con el culo al aire y otra negra en braguitas casi me corro. Pensaba que era el tío más afortunado del mundo pero no sabía si podría con las dos, así que pensé que tenía que desgastarlas un poco o quedaría muy mal.
Mientras mirábamos los originales, mi profesor se me acercaba mucho, como para ver mis trabajos, y poco a poco se iba pegando más a mí, hasta que en algunos momentos sentía su polla pegada a mi culo. Yo estaba muy nervioso y no me atrevía a darme por enterado, pero sentía cómo mi slip se estaba mojando cada vez más y la polla me dolía de tan dura que se estaba poniendo.
Me pase la tarde en mi cuarto, tratando de olvidar lo sucedido, estuve en el ordenador casi todo el día, cuando mi padrastro llegó me dijo que si me lo estaba pasando bien con el ordenador yo le dije que sí, estuvimos charlando un momento y después bajamos a cenar.
Propuse a Dave que se relajará, e incluso le propuse si quería que le diera un masaje para relajarse y no pensar en problemas, era increíble lo que un masaje podía relajar a Dave. El caso es que dudo un poco, pero accedió, intentó ponerse unos calzoncillos, pero logré convencerle, que podía estar tranquilo, que había confianza.
Subiendo y bajando, subiendo y bajando. No lo podía creer, pero ella me estaba haciendo una lenta pero impresionante paja. Era bestial, me sentía como extasiado, como si me hubiera metido una dosis de L.S.D., solo notaba su mano como acariciaba mi polla, que la tenía dura como el acero. Estoy seguro que si un gato me la hubiese arañado en ese momento, no me hubiera enterado de nada, estaba a punto de estallarme. Me dije para mí mismo, que aquella era la ocasión para ver realizado mi sueño. Así que no me corte un pelo.
Decidieron ir a ver una película porno y cuando se dieron cuenta estaban completamente rodeados de chicas. Estaba nervioso. La dejé estar. Me desabrochó los botones del pantalón y me metió la mano dentro de los calzoncillos. Mi polla estaba en todo su esplendor. Ella me la cogió con toda su mano, como quien coge un palo, y con su dedo gordo jugaba con mi glande.
Mis ojos abiertos, se empezaron a entrecerrar al notar las caricias que recibía en mi glande de la lengua de mi abuela. -¡Síííií...!- me escuché decir. Al cabo de unos segundos de indescriptible placer, mi abuela, sonriente y con cara de vicio, se volvió nuevamente a Laura para decirle -otra cosa que les encanta es esto- Se desabrochó la blusa y ante mis ojos aparecieron sus grandes pechos.
Permaneció por unos instantes pegado a mí con su polla bien dentro de mi trasero disfrutando de los últimos estertores de orgasmo, cuando se retiró note como varios chorreones de semen resbalaban por mis muslos, sin duda su corrida fue tan abundante y mi ojete estaba tan abierto por la follada tan tremenda que la leche escapaba del agujero.
Su cara mostraba unos negros ojos entrecerrados pero vivos, del mismo color que su negra cabellera, unos pómulos fuertes y marcados al igual que su mentón y una enorme cicatriz que iba desde el lado de su ojo izquierdo hasta cerca de su poderosa barbilla, detalle que lo mostraba aún más brutal a pesar de sus dos metros de altura y de sus gigantescas proporciones.
Se salió de dentro del chico y me dijo. Ahora te toca a ti hazle gozar de lo lindo, llénale el culo con tu polla. Dirigí mi polla al ojete del chico y ella misma se encargó de meterla, como estaba súper lubricado, entro con bastante facilidad, comencé a darle con ganas mientras ella me empujaba y me decía así rómpele el culo, hazle gozar.
No sé si se lo esperaba o que pero la cuestión es que se sacó la bata, se quedó desnuda, saco un pote de aceite de un cajón y empezó a ponérselo por todo el cuerpo, no solo por los pechos o la barriga sino por todo el cuerpo, pude observar con claridad cómo se restregaba por las piernas, el culo, el coño, la barriga, los pechos, la espalda y los brazos y todo ello lo hizo sin dejar de mirarme nunca a la cara, yo empecé a sudar así que decidí ponerme la ropa de deporte para que luego mi mujer no se diera cuenta.
Sin decirle nada me levante y me puse tras ella, dándole un masaje en la cien con la yema de los dedos, echo su cabeza hacia atrás mientras se relajaba con mi masaje, este movimiento y el botón de arriba del pijama desabrochado me permitieron ver parte de sus tetas hinchadas por la preñez, algo que me puso a cien por hora, me contuve, hay que saber darle el momento y el lugar a cada cosa.
Allí estaba ella plantada delante de aquellos dos chicos pidiendo sexo. No se lo podían creer, pensaban que era una broma, pero era verdad que aquella chica tan sexy, estaba muy caliente.
Aun me asombra cómo en vez de asustarme me excité, era tan masculino y dominante que empecé a fantasear con él, pero no dije nada, estaba tan caliente que casi podía escucharme gemir. El ya no dijo nada hasta que llegamos a despoblado. No había casas ni nada, solo desierto.
Un ejecutivo no sólo se folla a la mujer de uno de sus empleados sino que se las apaña para organizar una fiesta en su yate y hacerlo ante los ojos del atónito marido, que a su vez está siendo requerido por una joven y cara prostituta contratada al efecto.
No pude darme cuenta que ella estaba casi desnuda, sus pechos erguidos como apuntándonos, apenas cubierta con una bombacha mínima y transparente; tampoco me dí cuenta de sus pezones, sus maravillosos pezones con sus areolas que se ofrecían a nuestra vista mórbidos, turgentes... dispuestos y deseosos de ser tomados.
Después cogieron el gel de baño y me enjabonaron todo, de arriba abajo dejándome bien espumadito y suave, Sara se entretuvo en enjabonarme perfectamente la polla y los huevos que ante el delicado masaje y la visión de los dos cuerpos desnudos se puso más tiesa que un mástil dando pequeños saltitos como si dijese que quería perforar los mimosos chochitos de aquellas dos hermosas estudiantes que tanto se aplicaban en la asignatura del placer.
Nuestras lenguas juegan con ellos y noto cómo se endurecen y se ponen muy grandes, en estos momentos la respiración de Mónica se vuelve más profunda, rodea nuestras cabezas con sus brazos y mira hacia el techo mientras nos dice con una voz melosa -qué bien me tratáis, a continuación le quito el pantalón, me separo y me quito el mío, lo mismo hace Pedro.
Una tarde estaba viendo una película en el vídeo, era sobre una relación entre dos hombres y una mujer, con todo tipo de escenas, y no me di cuenta de que entraba en casa, así que seguí pasándome la mano por la polla y los huevos sin reparar en que mi padre estaba en la puerta de la sala de estar mirando la televisión y mirándome a mí; no sé por qué, pero en un momento dado giré la cabeza y me encontré a mi padre en la puerta tocándose por encima del pantalón del traje exactamente lo mismo que hacía yo, es decir, sobándose la polla.
Le he mamado en múltiples ocasiones la polla a mi marido, a él como a todos los hombres, yo creo, le gusta que se la chupen, nunca me ha gustado que eyaculen en mi boca y las pocas veces que lo ha hecho he tenido que salir corriendo a escupirlo todo. ¿Querrá hacerlo en mi boca?, no, no quiero, si me lo pide le diré que no, pensaba mientras comenzaba a introducir su sexo en mi boca y a subir y bajar la cabeza rítmicamente, mientras se la sujetaba con mi mano derecha.
Estaba harto de las chicas jóvenes, Carmen era sensacional en la cama, insaciable, pero solo se la podía aguantar precisamente si estábamos jodiendo, sino era una niñata que me levantaba dolor de cabeza. Decididamente había sido un acierto no irme de vacaciones con ella.
Comencé a besar su cuello suavemente y a pasar toda mi lengua lentamente desde su base hasta el lóbulo de su oreja. En la que me entretuve penetrándola y salivándola en su interior. Ella gemía cada vez más. Su cuerpo vibraba espasmódicamente. Metí mis manos en su vestido y con mis dedos apreté suavemente sus durísimos pezones. Eso fue el factor que quebró su resistencia.
Comencé a darle lengüetazos a aquel trozo de carne, era inmensa y estaba durísima, me metía su capullo en la boca, lo chupeteaba, le pasaba la lengua por los lados del capullo, me lo lengüeteaba como si fuese un helado, mientras apretaba sus huevos, los tenía enormes a juego con su polla. Era lo que se dice un auténtico súper, pero súper, súper, no súper light como algunos que con 20 cm se creen que son los dueños de la mayor polla del mundo, aquello era enorme no encontraba forma de poderlo coger en su conjunto, ni con la boca y las manos lograba abarcar todo el cipotón aquel.
Me que esperándola mientras me agitaba el pene para no perder la erección, tardo unos instantes para salir llevaba algo en la mano lo cual introdujo a su bolso, se sonrío y me dijo que ella también gustaba exhibirse pero en la tranquilidad de su casa y solo delante sus hermanas y amigas, pero que ahora había obtenido la visión máxima de exhibirse y estaba dispuesta a hacerlo ella también, le dije que sería su público el día de hoy, me pregunto por María y le dije que estuviera tranquila que hiciera como si ella no estuviera.
Su mano masturbaba cada vez más rápidamente a mi tan excitada herramienta y se escapaba entre sus chasquidos bucales alguna que otra sonrisa de victoria. Mi semen escondido en mis testículos clamaba por escapar, al sentir tanto placer ante aquella felación, y ella seguía a mis pies envistiendo mi polla con sus mordiscos y lengüetazos.
Tras varios minutos mamándomela y cuando estaba a punto de correrme, se levantó y empezó a besarme metiéndome su lengua en mi boca. Se dio la vuelta y se sentó encima mío para que la metiera. Así lo hice. Entró como si nada en ese increíble culo, liso, sin pelos. Empezó a gemir como un loco, moviéndose perfectamente, y tragando una y otra vez mi excitadísima polla. Yo lo cogía por la cadera, disfrutando de aquel culo
Nos metimos dentro de la tienda, y yo me senté al lado de la rubia a la que tanto deseaba hacerle el amor. Pues casualidad que el primero que tuvo que quitarse algo fue ella. Y se quitó el top. Yo me estaba desmayando del placer que sentía, y dije que siguieran jugando que yo me iba fuera un ratito. Me fui a una fuente que había a tomar por culo y me moje la polla con agua fría para que se me bajase un poco el "hinchazón".
Pues bien, la maestra Belén, tendría unos 28 o 30 años divorciada, sin hijos y estaba bastante buena, razón que ha había convertido en una mujer creída y a la que muy pocos galanes le habían conocido.
Al llegar al almacén, Isa estaba sentada encima de uno, ensartada hasta el fondo y cabalgando, mientras el otro se la metía en la boca. Mi única reacción fue sacármela y masturbarme, aunque iba tan lanzado que tuve que controlarme para no correrme al instante.
Estábamos como siempre tomando algo toda la pandilla, y llevábamos muchas copas de más, y a mi novio le dio llorona porque ese día habíamos discutido por una tontería. Total que le lleve a su casa y yo me volví con ellos a tomar la última. Me encanta hablar con Marcos y nos sentamos juntos en una terraza. Yo siempre le tomo el pelo con sus escarceos sentimentales que nunca llegan a nada...
Uno de los días vinieron dos amigas suyas y disfrute como una perra comiéndome sus coños negros, y bebiendo su meada, las dos se mearon en un vaso de plástico y me bebí un vaso de litro de plástico con toda su meada. Si también me van las chicas, también disfruto comiendo coños, y bebiéndome la meada de chicas de mi edad, y porque no decirlo también las maduritas me vuelven loca.
Lo más atrayente de él era, como ya he dicho, el magnetismo sexual que se desprendía de todo su cuerpo. Fue tan grande el impacto sexual que me produjo que sentí como mi vagina se humedecía y contraía, como preparándose para una penetración que ella, antes que yo, deseaba.