relatos eróticos placer

relatos eroticos sobre el placer

146 relatos

Un viaje cargado de morbo

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Así lo hicieron, durante la comida charlaron de sus vidas en los últimos años, se contaron mil aventuras y rieron con los recuerdos que cada uno guardaba de su antigua relación. En la sobremesa, mientras tomaron café y algún licor, comenzaron a hablar de sus aventuras amorosas y enseguida recordaron su actividad sexual.

Mi primera vez I

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Oh! Sabes que placer sentía, cuando tu lengua jugaba con mis pezones, haciendo circulitos... cuando jugabas a tragarte mis senos... como me excitabas.... y cuando mientras tenias mis senos en tu boca y acariciabas mi rajita, húmeda, hirviendo de placer... que grande sentía mis labios mayores a través de tus dedos... estaba completamente depilada para ti... y tus dedos se deslizaban por mi rajita arriba a bajo y luego penetrando un poco para acariciar mi clítoris que estaba duro y pulsante...

La segunda vez con el placer vaginal

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El tiempo pasaba lento y desesperante por mi parte además en las noches aun cuando soñaba con lo que había hecho y lo que había sentido y todo lo que me importaba era reunir gota a gota de mi cuerpo de mi semen para descargarlo dentro de mi mamita en su preciosa vaginita peludita y olorosa dentro de esa seducción malsana que deseaba de ella.

Los hombres pícaros

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Comencé a moverme yo también al compás de la serruchada de aquellos dos machos impresionantes que me estaban enloqueciendo de goce. Movía la cola arriba y abajo lentamente y podía sentir cómo la sensación del orgasmo me llegaba lentamente. Me detenía y podía disfrutar la cogida sin que el orgasmo avanzara.

Intercambio inesperado

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El apretujaba mis nalgas con frenesí y yo me decidí a chupárselo en toda su longitud, entraba y salía de mi boca, yo apretaba mis labios lo más que podía para saborearlo mejor; y cuando menos lo esperé el dejó salir un gemido al tiempo que se vaciaba en mi boca. Salió tanto y con tanta fuerza que sentí que me ahogaba y me retiré, provocando que el resto de su semen salpicara mi cuello y mi barbilla.

Ulises y Ely III

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Así que lo tiré sobre la cama y empecé a desnudarlo, él se dejaba hacer un tanto sorprendido lo dejé totalmente desnudo y entonces me lancé a mamar su verga de manera lasciva... con lujuria, como una puta profesional... empecé a lamer sus huevos, a lamerlos suavemente para después chuparlos despacio... los metía a mi boca alternadamente, jugándolos con mi boca, con mi lengua... lo tenía loco en pocos minutos...

Mi jefe me acaba persuadiendo para que me acueste con él

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Desabroché mi camisa con parsimonia y la coloqué encima de un taquillón. Debajo llevaba una camiseta color ocre, a modo de top, pequeñísima, apenas me tapaba el sujetador dejando al aire todo mi ombligo. Seguí con mi tarea, no sin antes comprobar que su respiración había aumentado de volumen y no paraba de fumar un cigarrillo tras otro.

Sara II: Final

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Elena se dedica a los testículos, como despertando al semen de su cuna y acariciándolo a través de la piel dura de los huevos. Yo me deleito sintiendo mi masculinidad acariciada, besada y contenida en todas sus partes, cuatro manos y dos bocas...

Hermanito ideal

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Mira hazme así con tu dedito y ejemplifique haciéndolo yo con mi dedo rápidamente aprendió y empecé tener las sensaciones más deliciosas que nunca había sentido, casi explotaba en un gran orgasmo, pero cuando casi lo conseguía se retiro un poco, se puso en medio de mis piernas, me las flexionó, tomo su pito con la mano y lo colocó en medio de mi panochita

Otra noche de sábado

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Innecesariamente, por que sabía con total seguridad quién estaba al otro lado, miré por la mirilla, y efectivamente, allí estaban mi adorable vecinita y su amiga con sendos saltos de cama y cara de niñas malas, era estúpido simular que no había nadie en casa por que sabia positivamente que Sara me había visto espiar sus actividades lésbicas, así que me arme de valor y abrí la puerta.

Ella

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Una joven es seducida en su primera y más fantástica relación sexual de su vida, por otra mujer en unos lavabos.

Carmen la esposa de mi mejor amigo

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Estuvimos durante un largo rato besándonos, hasta que ella se apartó de mi, y poco a poco se fue desnudando, hasta quedar solo, con un diminuto tanga de bikini. Luego se acercó hasta mi, y empezó a desnudarme, mientras besaba cada parte de mi piel que quedaba al descubierto.

Con la mujer de mi primo

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Cuando estaba a punto de correrme, se la saco de la boca y me tumbo en la cama quedando mi pija completamente levantada, entonces la puso entre sus dos enormes tetas y me la comenzó a menear así, chupando el cabezón cuando asomaba entre ellas.

Una increíble aventura en un campamento de verano

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Una de ellas, rubia de unos diecisiete como yo, rompió entonces el silencio diciendo que no les interesaba saber mi razones de haberme atrevido a llegar a nado hasta el área de ellas y todavía haciéndolo totalmente en bolas, que eso era cosa mía pero que ahora debía seguir sus órdenes y entretenerlas por algún tiempo.

Al fin lo conseguí con mi cuñada I

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Luego de sacar la tapa de adelante volví a pasar al otro lado con el pretexto de revisar los enchufes, advirtiéndole que no soltara el cable ya que iba a revisar las conexiones, esta vez al pasar hice una mayor presión en su trasero, sintiendo en mi pico la partidura de sus nalgas, deduciendo que si venía saliendo de la ducha y estaba sin sostén también estaría sin calzones.

Hogar dulce hogar III

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Y por eso, algunas noches, cuando salimos a la calle, ella se pone una falda muy corta, se deja las braguitas tanga transparentes, se coloca las sandalias de alto y fino tacón y me coge de la mano para salir a dar una vuelta y a sentarnos en una terraza, donde inexcusablemente abre mucho sus muslos para que todos vean sus braguitas mientras me susurra al oído que se siente como una puta salida y muy excitada porque, al verla, todos sepan que lo es.

Marcado y humillado

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Ni bien entro al baño, me dirigí al cuarto de servicio, en donde desplegué la tabla de planchar y comencé a planchar un pilón de ropa que yacía arrugada a mi lado. Aun no había finalizado mi tarea cuando sentí al amo salir de su ducha. Como no me dio ninguna orden seguí en concentrada en mi tarea.

Hogar dulce hogar II

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Y luego me besó con ternura, me dijo que me quería y se volvió de nuevo a la cama de su amante para seguir follando, ofreciéndole a él sus hermosas tetas para que las besara y chupara, para que lamiera y mordiera sus hermosos y oscuros pezones que yo tengo prohibido acariciar o besar.

Nuestro décimo aniversario

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La estábamos haciendo sufrir y al mismo tiempo le provocábamos un inmenso placer y excitación. De nuevo, Flavio se apoderó de ella, la puso de rodillas en la cama dándole la espalda, sus manos se aferraban al cabezal. El paseó su miembro a lo largo de su sexo, luego lo encaró y la penetró con suavidad.

Nuestro buen amigo

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Me sorprendía a mi misma, nunca antes se me había pasado por la cabeza engañar a mi marido, nunca había tenido motivo, y ahora tampoco lo tenía pero en mi cabeza se empezaba a gestar la idea de tener una aventura extramatrimonial.

Mi fantasía hecha realidad

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Esta tarde era un fin de semana y por lo regular descanso de las tensiones de la semana y como estaba sin pareja por el momento tenia unas ganas enormes de poderme desahogar con alguien, me imaginaba una mujer con quien estar esa tarde y buscaba en mi memoria alguien con quien poder coger de forma deliciosa y sin descanso.

La búsqueda de la esclava Pilar

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Desde muy joven, Pilar descubre que tiene deseos de ser castigada. Inicia una serie de experiencias que la llevan por fin a encontrar la satisfacción, pero se desengaña. Decepcionada, por fin encuentra el amor de su vida y tiene las experiencias de sumisión más gratificantes de su vida.

Teléfono erótico II

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Su jefe también se sentó y la miraba con intención incluso de perturbarla, de que pasara vergüenza; lascivamente su mirada se centraba en sus senos y en su sexo, incluso en sus ojos se reflejaba cierto desprecio que pretendía mostrar hacia ella, desprecio a su cuerpo provocador y a sus ganas de follar.