La verdad es que no sabían bien lo que les estaban ofreciendo. Pero la idea era tentadora, nunca habían podido imaginar un sueño así. Aunque claro, esos tíos tenían unos cuerpazos impresionantes que podían explicar toda esa suerte.
La primera con un dedo durante la vuelta de la discoteca al hotel, la segunda con la lengua en el parking del hotel (en el asiento trasero del coche) y la tercera ya en la habitación con mucho sufrimiento pues ya estaba a punto de estallar de lo caliente que estaba y además ella tardó por los dos orgasmos anteriores.
Ese día yo iba con un mono vaquero abierto muy escotado y debido a mis formas destacaba bastante y los chicos nos miraban, uno de ellos me lanzó un beso yo le miré lascivamente y sin apartar la vista saque el pene de mi novio de su pantalón me agaché y le di un lametón, los chicos se quedaron con los ojos como platos luego me incorporé le devolví el beso y nos fuimos.
El caso es que hace unos días quedé con una amiga para jugar al pádel, yo nunca había jugado y la verdad no tenía ni idea pero mi amiga estaba dando clases y lo cierto es que esta muy entusiasmada, así que acepté ir a jugar con ella, aunque hiciera el ridículo.
Cuando salió Maite, yo fui corriendo ayudarla con el desayuno, pero nada mas salir me quede petrificado, la verdad es que no me esperaba verla así, llevaba un tanga minúsculo de color rosa chillón, y por encima una pequeña camiseta, de esas que enseñaba el ombligo, bueno eso y mucho más, por que cuando levanto las manos para saludar a los chicos que aplaudían su tanga, cosa que me molestaba un poco, casi se le ven las tetas.
Supe que había conseguido mi propósito cuando pasé por delante de la portería y en efecto el portero no me quitó ojo además llevaba un tanga lo cual hacía que se notase un poco por lo ajustado del mono. En la puerta de mi casa estaban mis amigas, nos subimos al coche y salimos a quemar la noche.
Una vez en la universidad, me percaté que me convertía en el blanco de las miradas de compañeros y amigos, me repetían una y otra vez lo despampanante que me veía con mi nuevo look. Julio, uno de mis compañeros más atrevidos, me comentó que tenía un cuerpo de modelo, pero no lo tomé muy en serio.
La razón para ir así era muy fácil, tenía nombre se llamaba Oscar, Oscar era un chico deportista de mi edad al que mas que a ninguno le encantaba ir en chándal cosa que por cierto a nosotras nos venía de perlas, ya que solía llevar unos pantalones de chándal de los que parecen un pijama
Las 12 de la mañana, noto todo mi cuerpo empapado en sudor las sabanas frías hacen que el placer de estar en la cama hoy sea menos placentero, mi novio esta tumbado a mi lado su cuerpo desnudo atlético me incorporó un poco y lo observo, es un cuerpo bonito siempre lo he dicho y más cuando se distingue le erección matinal que tiene.
Mi hambre de sexo, que en principio debería de estar completamente saciada, crecía por instantes y cada pocos minutos, mi mente comenzaba a imaginarse fantasías de todo tipo, con la peculiaridad que yo podía hacerlas realidad con tan solo pedirlo.
A mi me quedaba una deuda pendiente con la tía Gloria, a la que había visto recogerse hacía un rato. Quiero decir que durante la siesta, había cogido algún dinerillo de la cartera de mi padre, que unido a otro cogido del monedero de mamá y a mi asignación y al que había recibido de los chicos por follar con mi hermana
Esa noche la cena era soja, como en días anteriores, un clic en la mente de Silvia le llevo a ver su realidad, tan fuera del día que había pasado, verdaderamente se encontraban pobres, sus padres le habían escondido que sus estudios y estadía en Buenos Aires lo pagaron con los últimos pesos de la indemnización, las lagrimas de su madre, la trajeron al mundo real, la luz enganchada, el teléfono cortado hacía ver que esto le pasaba a ella.
Te diste cuenta que uno de ellos tenia una polla enorme y le dijiste que me la metiese por el culo, mientras otro me la metía por el coño, yo sabia como tenia el chico la polla porque ya la había tenido en mi coño y pensaba que no me cabria en el culo.
No le escondí un solo detalle, tampoco inventé nada, no hacía falta, la realidad de lo ocurrido era para Miguel más que suficiente para llegar a un grado de excitación mental haciendo que su cara la reflejara.
Mi mujer quería ir de compras y a mi me encanta verla probarse cosas y ver zapatos y sandalias ya que soy fetichista del calzado femenino así que fuimos a la zona de las boutiques a mirar algo.
Mi nieta, en esta postura, podía absorber golosamente el afilado dardo que su tercer amante le introducía cómodamente en la boca. Al tiempo que este, arrodillado sobre la cabeza de su colega, compartía los voluminosos senos con el que le daba por detrás.
El marido de Mónica, después de un duro invierno, se permite el lujo de unas vacaciones paradisiacas. Un día enferma y ve que su lugar en la sauna lo ocupan los 6 chicos del equipo de voléibol que juega en la playa.
Yo me quede observando lo que ocurría alrededor y me preguntaba cuantas veces alguien habría hecho algo parecido. Me empecé a preocupar un poco al notar que "G" tardaba más de lo normal, ya habían transcurrido algo así como 15 minutos cuando le vi venir con una sonrisa de oreja a oreja.
Luego, poco a poco, las letras de la marca también fueron desapareciendo. Cuando la mitad del bote estaban dentro del intestino de mi chica, los chavales estaban con un empalme inaguantable. Tan inaguantable que Mar la agarró del brazo y la dio un tirón, mientras Tito intentaba taparla la boca para acallar los gritos de placer.
En su mente trataba de recomponer las cosas, que ella misma no lograba entender , sabiendo que estaban fuera todo cauce, fuera de toda lógica, ella era la sometida por dos chicos, a un grado de dominación que nunca hubiese imaginado podría existir.
Luego me cargaron a mi habitación, me arroparon y se fueron. La verdad había quedado excitada por la culeada, pero no había sido suficiente para mí, así que me metí en el coño el mango de mi cepillo de cabello para calmar mi excitación.
Una vez que estuvieron todos desnudos y con los ojos vendados empezó el juego, Susana agarró a Toñi y la obligó a ponerse de rodillas delante de la polla de Fernando, Toñi se tragó su polla y empezó a chupar sin ninguna pasión, se limitaba a comprobar el tamaño de aquella polla.
Estaba llena, de adelante y de atrás y encima algunos de los que quedaban o tal vez ya me habían cogido, me acercaban sus pijas a la boca mientras se masturbaban y yo como podía les pasaba la lengua.
Vanesa se sentó en el sofá con las piernas abiertas y Juan se puso de pie, poniéndole todo el rabo a la altura de la cara, yo me puse de rodillas en el suelo, puse enfrente de mi boca el coño de Vanesa, ya enrojecido por las caricias de Juan, entonces oí unos gemidos de hombre y pensé que Pedro se había corrido y en efecto Pedro se corrió
A las once de la mañana fuimos todos, llegamos nosotras en dos autos, otras chicas (tres) en otro auto, los chicos en un total de quince ya estaban, habían llegado con distintos vehículos, algunos en moto otros en auto, todos fuimos a la alberca, la cual es grande, la casa de la quinta tiene varias habitaciones, el hangar de los aviones, los autos todos me parecían lugares donde íbamos a fornicar, cuando le comente a Laura, me dijo que estaba loca.
Por otra parte, sentía que los chicos se asustaban, el tema del SIDA, estaba en su apogeo, virgen en realidad, me encontraba en una situación por demás alienante, los chicos que me gustaban creían que era una puta, los otros también , nadie creía en mi virginidad, ni mis amigas, puede ser que ellas, hubiesen creído todas mis fantasías, que había sacado de la televisión e Internet
De pronto nos metimos por una calle oscura y detuvo el carro y me dijo quiero que te bajes del carro y me muestres el culo y camines un buen rato así mientras yo me hago la paja, al principio la idea no me gusto pues me daba miedo que pasara alguien y me viera, pero termine aceptando, me baje del carro y decidí quitarme la falda y la blusa quedando completamente desnuda solo con mis altísimas sandalias caminando frente al carro mientras el me seguía lentamente, paso uno que otro carro y pitaban y gritaban diciéndome que tetas