Una señora casada con dos hijos mayores es expulsada de casa por su familia descubrirla en flagrante adulterio. Se dedica al porno y envía sus películas a sus familiares.
Sí, estaba seguro, o al menos eso creía porque cuando ella se levanto las falda plisada por encima de los muslos y me los mostró tan túrgidos y sensuales, con la tanguita transparente que deja ver los prominentes labios de su coño, no pude resistir, me abalance sobre ellos y quise quitarle la braga, pero ella no me dejó bajársela y entonces pegué mi cara sobre ellos, los lamí y lamí de arriba abajo
El sabor de su piel es delicioso como los jugos que manan de su sexo cuando se prueba por primera vez, antes siquiera de calentarla, y es totalmente distinto del no menos delicioso sabor de los jugos que produce ese mismo sexo cuando está caliente como una perra luego de un rato de estimularla sexualmente.
La besé y mientras hacia esto dirigí mis manos al cierre de su sostén que cayó con facilidad, al notarlo baje mis labios de sus labios a sus pechos, los bese dulcemente, rodeando sus erectos pezones, tras esto me arrodille ante ella y bajé lentamente sus braguitas dejando a pocos centímetros de mi vista su precioso sexo, al verlo bese su escaso vello púbico y di un par de lametones a su ardiente sexo.
Estaba a pocos metros del cielo, en mis manos un vehículo hermoso, convertible, tapicería de cuero, buena música y un motor que daría envidia a cualquier corredor de carros y mas aún, a mi lado, dos hermosas y celestiales piernas que sostenían el cuerpo y cara mas divinos que yo había conocido, ni qué decir de su cola, parte la que sostengo, es la primera que nos fijamos los hombres en una mujer, eran firmes y levantados
La vi sentada en una cafetería con una amiga y volví a apreciar en ella el encanto que siempre me sedujo: su negro muy cortito, a lo chico, su piel morena y su cuerpo lozano y prieto con unos pechitos pequeños, como a mí siempre me habían gustado, pero duros, inhiestos y pujantes.
Entonces dio comienzo su vaivén bucal con los labios bien apretados como si no quisiera que se escapara aquella estupenda golosina, por desgracia aquello no duro mucho porque al poco de empezar con aquel juego maravilloso sentí como de mi pene salía un chorro de leche que mi vecina no dudo en tragárselo, como luego pude comprobar.
Ella no se quedó atrás y empezó a tocarme el culo y luego me quito el pantalón para chuparme la ya erecta pija, después de unos minutos de tanto chuparme la pija, al fin acabe en su voraz boca.
Aproveché para tocarle el culo, apretaba aquel pedazo de carne que tanta alegría me estaba dando. Solté la otra y fue cuando agarré por completo su culo y lo movía más rápido y más rápido y más rápido como esperando el líquido que se había tragado.
Su concha rebosaba jugos, estaba excitada con aquel juego. Entonces soltó un grito de placer al notar mi lengua acariciando su clítoris y empezó a moverse como si estuviera cabalgando. Sus gemidos eran sordos y sus manos agarraban mi cabeza con fuerza, ella nunca había experimentado algo así. Los dos empezábamos a sudar cuando ella susurró
Ahora podía tocarme sin problemas. Mi cuerpo fue excitándose por momentos. Cuando iba a llegar a mi clítoris oí la puerta que se abría. Me aterroricé y salí corriendo hacia la cocina para hacer como si estuviera fregando.
La experiencia se repitió días más tarde, con el mismo resultado, ese día me invitó a subir a la casa de mis suegros, ellos habían salido, y me invitó a ver TV en la cama de ellos, mi calentura iba en aumento, la veía junto a mí en esa cama matrimonial y por mi mente corrían mil fantasías, jugando en un momento dado nos fundimos en un abrazo
Me sentí gozada y más que satisfecha, no paso más que minutos que de la contemplación y caricias pasamos al 69 su lengua me entraba apoyando en el clítoris y yo succionaba con mis labios ese hermoso y deseado miembro , hasta que acabe y acabo, nunca había hecho eso, pero todo era natural y me llamaba la atención mis ganas
Empezó a bombear con mas fuerza y todo mi dolor paso a ser placer, pero yo no emitía sonido , hasta que empezó a pegarme en mis nalgas y me repetía "¡¡¡grita puto del orto…GRITA!!! Y comencé a gritar como un loco, loco de placer ….
En eso que se despierta el morro y yo aferrada a su pene. me lo estaba devorando, y que se me queda viendo, el pobre estaba asustado, parecía un cachorrito asustado, yo me puse bien colorada, ja, ja ahí estaba yo a mis 20 años, chupándole la verga a mi hermanito de 15.
Mientras mi esposa estaba en el cuarto, yo fui a la cocina con la excusa de que quería tomar un vaso con agua. Al llegar ahí la vi subida en una silla limpiando, así que me acerqué disimuladamente hacia donde estaba ella y me puse detrás para ver debajo de su vestido.
Pero con todo me fui al baño y empecé a masturbarme y sentía como me excitaba mas y cada vez mas y gritaba de emoción aaaaah!!! Ho!! Que rico!!! Te deseeooo Susi!!!, ella creo que se dio cuenta de esto y como no deje con seguro la puerta ella entro sin pedir permiso y noto que yo estaba parado con los pantalones abajo y me vio mi enorme pene erecto y ella dijo ¡¡perdón!!
Ya hace tres meses que mi marido se entero que es un cornudo, lo consintió creyendo que fue una aventura de verano, (ver confesiones de mi tía Clara), pero como les prometí me veo en la obligación de contarle mi historia con mi sobrino (25).
Mariano baja el pie del masaje hasta el suelo... no se lo que esta por hacer... no quiero abrir los ojos... el no saber lo que esta pasando me erotiza terriblemente. Me agita pensar que se puede estar acercando a mi cuerpo casi desnudo, deseoso y terriblemente caliente.
Sin aceptar la invitación volví a mi lecho matrimonial donde mi marido distendido descansaba de las tensiones que ayer lo volcaron a la realidad, mirando por la ventana abierta los recuerdos de la semana fueron pasando por mi mente
Las autoridades de los bomberos en California encontraron un cadáver en una parte totalmente quemada de un bosque, mientras evaluaban los daños causados por un incendio forestal.
Mis inicios sexuales con una madura muy cachonda Hola lo que voy a relatarles es la historia de mis inicios sexuales con una madura que aparte de haberme hecho hombre en todo el sentido de la palabra, es una de las vivencias en mi vida la cual nunca olvidare. Corría el año 1984 apenas contaba […]
Nos fuimos al baño donde había una bañera redonda, la llenamos de agua caliente y una vez llena ellos se sentaron en el borde y yo desde dentro me puse a chuparles sus penes hasta que se corrieron en mi cara.
El negro puso a Elena de pie apoyada de manos contra el respaldo del sofá y procedió a sodomizarla. Elena gritaba: Párteme el culo negro cabrón, enséñale a mi marido como respondo, que soy una profesional, que yo no abandono mi trabajo a medio hacer. Lorena hazme lo que ya sabes.
Entonces cambiaron de posición, yo estaba con mi cuerpo inclinado y comencé a mamar la verga del chico mientras sentí entonces como me entraban en el culo los 23cm del hermano de mi padre.
Ella, que sabe lo mucho que me excito al verla con esa ropa, le puso la guinda al pastel, cuando, ya en el coche, se acomodo la falda al sentarse y me mostró, la muy picarona, que esa velada llevaba puestas sus braguitas negras de cordón mas finas, aquellas que apenas si le tapan nada por delante, y absolutamente nada por detrás.
Forcejeamos en la puerta un poco pero no quería lastimarla, y mientras tanto le dije algo así como que no le tenía miedo ya que con tus remilgos ningún tipo te va a dar bola, que era una forra; a lo que ella contestó que esperara sentado y que ya iba a ver de lo que era capaz, y tras soltar una par más de groserías salió dando un portazo.
Me gustaría ir a tu casa y cumplir alguna fantasía: ropa especial, aceite en todo el cuerpo, juguetes, crema dulce sobre nuestros mas íntimos rincones, y mientras disfrutamos juntas creyendo estar solas, que tu esposo se haya escondido a mirarnos a espiarnos, sentir como se masturba
Esta es la historia de mis primeras infidelidades con sus amigos poco antes de casarme y cuyos hechos mi novio no supo nada hasta después de casados, excepto la orgía que por casualidad organizamos los cuatro.