Aproveché para tocarle el culo, apretaba aquel pedazo de carne que tanta alegría me estaba dando. Solté la otra y fue cuando agarré por completo su culo y lo movía más rápido y más rápido y más rápido como esperando el líquido que se había tragado.
Al subir al ascensor cargados, el se libero las manos dejando todo en el suelo mientras yo cargaba lo demás y tenia las manos ocupadas, al cerrar las puertas me miro a los ojos, me pellizco y retorció una teta con toda su fuerza y sonrió.
Sus dedos lo invaden y en mi intimidad sexual, realiza los más ardientes juegos eróticos, intercambia tanto caricias sobre mi clítoris como la penetración digital, noto que él está igualmente poseído por un gran deseo sexual y en su ansiedad y placer, deja escapar un leve suspiro donde puedo distinguir mi nombre... María José.
Después de varios meses de relaciones intrafamiliares, mi tía magda y mi primo pablo eran cada día mas felices, nadie se había dado cuenta pues eran muy discretos y solo acudían a nuestra casa con mas frecuencia que antes.
A ella le gusto la idea y un día sábado en la noche fue en busca de ese hombre a un disco, conoció a un hombre y lo llevo al departamento yo estaba esperando, cuando llegaron le propuse a el que yo dejaba que el se acostara con mi polola y hiciera lo que quisiera pero con la condición que yo los grabara con mi cámara de video, y el acepto sin prejuicio alguno.
Se tiro boca abajo en la cama, su culo brillaba un poco por el gel y eso me excitaba más aún, parecía que me estaba llamando, en ingles me pedía que lo penetrara, yo estaba a mil, agarre mi verga con la mano y la puse en la entrada de su ano.
Todo venia confuso, inexplicable, placentero, incierto, decidí seguir adelante, me gustan esas situaciones extrañas, hasta el momento, mis mejores amantes eran las mujeres casadas, veremos que pasa con Sandra, aunque interiormente me sentía extraño, no era una conquista más, de hecho parecía haber sido conquistado por ella una mujer de solo, 18 años.
La breve historia de mi aventura con Silvana, la mujer de mi padre. Se fueron dando las circunstancias hasta que tuvimos un fin de semana a puro sexo. Mi padre no la satisfacía y yo tuve la fortuna de estar en el lugar indicado, en el momento justo y con muchas muchas ganas de cogérmela.
El joven rey Arturo fue hecho prisionero por un rey vecino con el que estaba en guerra, este monarca decidió condenarle a muerte, pero conmovido por su juventud tuvo a bien concederle una oportunidad de salvarse: le ofreció, como alternativa a la muerte inmediata, un año de plazo para resolver un enigma.
Parada detrás suyo, observaba sus brazos fibrosos y morenos por el sol veraniego y su arqueada columna que terminaba en unas provocativas nalgas, me detuve en su culito tratando de imaginármelo sin ropa, lo cual me causó gracia pues no soy de las personas que dan rienda suelta a su imaginación.