Era una chica sencilla, yo tenía una jefatura de laboratorios en una escuela pública, ella era del personal de limpieza, Carolina era su nombre, y su afán era ascender al puesto administrativo siguiente.
En un reconto de mi vida a fines de ese verano, junto con mis nuevas amigas, no pude dejar de recordar la metamorfosis producida en mi manera de ser hasta llegar, a hoy pasaron tres años, la fiesta donde conocí al autor (Esteban) de esta nueva persona, que mantiene su cuerpo sensual, bien armado, con senos bien manejados con caricias propias y extrañas, con esas ganas de sexo, ahora imparables, un hijo concebido en una orgía organizada por mi marido, disfrutando a pleno de las relaciones dignas de una puta como soy.
Déjenme me describo, soy un chavo de universidad, estudio derecho, soy delgado ya que me gusta practicar deportes, mido 1.70 de altura, soy moreno y fogoso hasta más no poder y tengo 24 casi cumplo los 25, lo que les voy a relatar a continuación sucedió cuando yo tenía 20 años con una sobrinita
Antes de comenzar a relatar el difícil y sacrificado camino hacia la santidad de Sor Angustias de la Palma, me detendré en referir a mis lectores la magna obra educativa que desde hace quinientos años viene desarrollando la orden de las Carmelitas Lacerantes de Las Llagas de Jesús.
El viejo, nada más verme ya me reconoció, esbozando una socarrona sonrisa mostraba sin inmutarse, orgulloso aquella enorme e hinchada verga que poseía.
Desde jovencito, cuando se produjo el despertar sexual en mi cuerpo, tenía la idea de que unas bragas usadas me darían a conocer algo de esa parte del cuerpo femenino que resultaba tan prohibida como apetecible y atrayente.
Todo empezó cuando cerca de mi casa abrieron un videoclub nuevo, lo observe por fuera y decidí entrar, era un videoclub bastante pequeño, independiente, no pertenecía a ninguna cadena de videoclubs como el blockbuster u otros de ese tipo, bueno estaba mirando las películas y los videojuegos
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Nos besamos de forma libidinosa, frotando nuestras lenguas, haciendo que salgan al aire, y se toquen sólo en la punta, y luego nos volvemos a inundar el uno por el otro, compartimos saliva y la suave textura carnal de una lengua que te lame toda la boca. Nos besamos como en las películas antiguas, como en los anuncios, y como en las películas porno, todo mezclado.
Los días pasaron, yo informándome por sus compañeras de piso, espere a llamarla hasta que consiguió un trabajo, pues sabia que una vez que empezase a ganar dinero y tuviese un trabajo que le gustase, el hacer que lo perdiese seria otra arma contra ella.
La historia de una mujer en un día perdido en el Palacio de Versalles en la Francia del Absolutismo. Perdida en sus grandes y verdes bosques y su encuentro con un guardia del rey.
Tengo 5 años de casada. Mi vida sexual es satisfactoria. Sin embargo mi esposo últimamente me ha pedido que tengamos un trío entre él, yo y otra mujer.
Entre a trabajar en un despacho de abogados, una firma reconocida en México, como pasante y asistente personal del dueño de la firma, un hombre de 32 años, alto, blanco, con unas nalgas super paraditas y un bultazo que le le marca sobre los pantalones que hacen humedecerse cualquiera
Aquí otra pequeña historia que sucedió cuando era solo un adolescente una vez salí con unos amigos algún lugar de puerto Vallarta no recuerdo muy bien en fin ahí hicimos una lunada esa ocasión iba con mi prima Angélica,
Me pidió que llegara preguntando por el como si yo fuera un viejo camarada de su juventud. Ta bueno, le dije, a que horas. Después de la comida. Comí de volada y me dirigí a las oficinas que, por cierto, eran muy lujosas.
Así fue como perdí mi inocencia e inicié sexualmente. Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Dios, menudo pedazo de salchicha que se gastaba el muy cabrón, todavía no estaba empalmado de todo y ya tenía una verga mucho más grande y gorda que la mía. Empecé a acariciarla, pudiendo comprobar lo suave y caliente que la tenía. La descapullé y acaricié con mucho mimo a la vez que con la otra mano le iba acariciando los huevos.
En los ojos de ese muchacho pude ver su agrado sobre mi figura, me sonreí esa noche cuando me desnude frente al espejo, algo en mí había despertado, mis medidas a los veintisiete años dicen que soy hermosa, 1,70 de altura, morocha, tez morena, senos normales.
El esclavo de Javier es sometido a una humillación por parte de los "Superiores" amigos del Amo. El esclavo se venga y eso dará origen a su primer castigo.
Bollock abrió los ojos y la siguió con la mirada, ese día Montoya le parecía más una modelo que una oficial de policía. Admiro sus largas piernas y sus caderas fuertes, su larga cabellera negra y ondulada, su piel morena y sus ojos negros.
Ya les he comentado anteriormente que desde que mi prima volvió a ser mi amante y a pesar de estar casada, ella trabaja conmigo y seguimos teniendo sexo, ahora les platicare de su primer día de trabajo en mis oficinas.