Así lo hicieron, durante la comida charlaron de sus vidas en los últimos años, se contaron mil aventuras y rieron con los recuerdos que cada uno guardaba de su antigua relación. En la sobremesa, mientras tomaron café y algún licor, comenzaron a hablar de sus aventuras amorosas y enseguida recordaron su actividad sexual.
Allí pasaron horas, él continuaba en la misma posición. Por su cabeza no transcurría nada, simplemente estaba en blanco. Era como si le hubieran arrancado la vida, su cuerpo se mantenía (a duras penas) activo, pero su mente permanecía dormida.
Ambos nos lavamos la cara, nos preparamos para ir a nuestro trabajo... antes llegamos a la cafetería, tomamos un desayuno continental y enfilamos al área de desempeño. El día transcurrió sin comentarios personales, entregados al trabajo que llevábamos por hacer.
Nos acomodamos como pudimos en el vehículo todos apiñados, Susana se apoyo en mi para dormir, y pude notar sus duros pezones morenos clavarse en mi pecho, la situación hizo que mi polla empezará a empinarse por el pantalón, pero ella ni se inmuto.
Yo me quedé allí agarrado a él. Sollocé un rato hasta que me cansé. Santi estuvo a mi lado en todo momento. Acariciando mi nuca y diciéndome palabras bonitas al oído.
Ok Gerardito, eso es lo que quieres, eso es lo que tendrás, vete a tu asunto que yo ya me iré de fiesta., a ver que cara pones cuando regreses y ni yo ni tu hijo estemos aquí y procedió a cubrir su cuerpo con la mas provocativa ropa intima que Gerardo le hubiera visto antes.
Fue como una descarga eléctrica, mi chocho se estremeció de verdad ‒ conchas de tu madre… perro de mierda… no lo vuelvas a hacer ‒ le dije cubriendo mi sexo con la mano, su baba cubría mi chorito y mi culito...
El exquisito sexo oral que me procuraba su diminuta boca, me tenía moviendo mi pelvis para sentir la estrechez de su garganta, su delicioso culito rosado estaba bañado con mi saliva y mi lengua se insinuaba en su interior.
Estaba tan embelesado mirando las intimidades de mamá, con el pantalón de mi pijama bajado a mis talones y sobajeando mi pene deliciosamente, como tantas otras veces me apoyé en la puerta y … esta maldita se abrió y rodé con mi verga tiesa en la mano y enredado en mi pijama justo cuando estaba a punto de rociar con semen todo el vano …
Me gusta el culito que tienes, cabrón. Me encanta como lo mueves cuando juegas en la máquina recreativa, me calentaste bien pedazo de cabroncete. Quiero meterte la polla en él y verte menearlo mientras te doy por el culo y gimes para mí.
Así es que como no pillas, te vas a tu casa, abres el cajón del pijama, ¿y qué te encuentras? ¡Una caja de condones a medias! Y te da un agobio: "¿Volveré a ponerme uno de estos alguna vez?" Y como te entra la nostalgia te lo pones... Y te dices: "¡Qué solitos nos hemos quedado!".
Hable con la mujer de mi cuñado para que esa noche descansara ella en casa, ya que los dos próximos días tendría que estar con mi sobrina en el hospital y de todas formas esa noche, nos dijo el medico que al menos estaría con los efectos de la anestesia bien, bien hasta casi el amanecer.
Después de que acabe de hacer todo lo encomendado por mi madre me metí a bañar y hacerme una majestuosa masturbación para calmar un poco las ansias que invadían mi cuerpo que como siempre terminaba cansada e insatisfecha, salí envuelta en la toalla en ese instante vi llegar mi padre con sus copas encima, al verme note algo raro en su forma de mirarme, sus ojos brillaban y recorrían mi cuerpo
Debo reconocer que la primera impresión fue satisfactoria, solamente que era Alberto quien llevaba adelante la primera relación, mientras tomábamos el café, si bien tuve ocasión en algún momento de introducir a la charla, el tema del dinero a recibir por cogérmelo, no me anime y me pareció un tanto fuera de lugar de acuerdo al nivel de la charla, deje pasar la oportunidad, de cualquier forma entendía que no habría problemas, una vez en su casa y con el viejo caliente por recibir mi pija en su culo.
Luego bajaste a comerle el coño y yo molestaba en mi posición así que me levanté un rato al baño para disimular y dejaros vía libre. Volví y me senté a su lado mientras seguías lamiéndole el coño y ella arqueaba el cuerpo del gusto que le dabas.
Te veo de nuevo y veo tus largas piernas desnudas sobre la cama, tu pecho recostado sobre la almohada, me hace desearte mas, tus ojos están cerrados, como desearía ver el verde oscuro de ellos recorriendo mi cuerpo, y esas manos grandes y fuertes que ahora se esconden deslizándose bajo mi ropa... creo que mejor voy a ducharme.
Miguel llevó su mano al coño de Nuria, le masajeo despacio, muy despacio el clítoris, despacio, notando como poco a poco se ponía más y más húmedo. Iba ya a meterle un dedo cuando ella se despegó de él y le tumbó en la cama.
Las cosas se apresuraron rápidamente...la discoteca se llenó muchísimo, era imposible de moverse y estaba todo el mundo muy apretado...como podía seguía bailando cuando de golpe comencé a sentir que me estaban clavando un paquete muy duro en mi culo
Al llegar a la casa las invite a comer, me dijeron que irían a avisar a sus casas y regresaban, yo entre y me cambie, ya que me sentía un poco incomoda con la ropa que llevaba ( traje sastre y blusa blanca tuve exposición en la escuela), me puse una mini de licra y un top, me fui a la cocina a preparar algo para mis nuevas vecinas, alrededor de las 3 de la tarde regresaron también cambiadas de ropa, usaban pantalones cortos y playeras
Todo empezó un día, mis padres habían salido a comprar, yo me desperté tarde y lo primero que hice fue ir al servicio, al abrir la puerta, me encontré a mi hermana totalmente desnuda, dispuesta a meterse en la ducha.