Esta abrió la boca buscando aire. Nunca había sido doblemente penetrada y menos por semejantes pollas. Notaba como dentro de su coño la polla del negro entraba y salía rozando las paredes de su coño, dilatándolo, como nunca nadie lo había hecho
Asentiste con la cabeza y me miraste con sorpresa, no sabías que iba a hacerte. Continué mi eterna y lenta caricia sobre tus pechos, tus pezones que me pedían ser apretados, pero no lo hice, y tú sexo. Subía por tu cuerpo para volver a bajar, tu sexo lloraba suplicando ser atendido y así lo hice.
Justo en ese instante apareció María, estaba de nuevo arrebatadora, con un vestido negro muy pegado a su cuerpo, hasta los tobillos, que se estrechaba aún más a partir de la cintura, haciendo que se marcase su busto de una forma increíble, creo que más que nunca.
Por un lado, Silvia empezaba a cogerle gusto a eso de mandar, de sentirse poderosa, pero más si cabe, con una pareja que nunca lo había hecho de forma inversa. Ellos al mismo tiempo se excitaban más que nunca con ese juego. Los ojos vidriosos de la condesa así lo anunciaban.
Mi pareja, cuando esta cachonda y quiere marcha, se pone como ella llama las zapatillas de la abuela y yo al verlas, ya se que me va a pasar, me va a dar un palizón y ponerme el culo rojo como un tomate, después nos iremos a la cama a gozar ambos hasta la extenuación.
Eleanor siente por primera vez la cercanía de la piel de su hijo, aquel hombre que ya no es un niño, ni adolescente, si no todo un hombre hecho y derecho, quien es el poder detrás de ella, en el ejercicio del control de BD-SBSS enterprises, ante el asedio de Demian Graham.
Sonrió y mirándome a los ojos con una sonrisa pícara, le dijo a su cuñada que viniese, pero que su AMO, estaba allí. Colgó entro en la ducha… -Me ha dicho que… Así terminó el último capítulo…
Un día te levantas siendo una niña y te acuestas como toda una mujer, enamorada, confundida pero feliz, con ganas de enfrentar la vida de otra manera...
No hubo más palabras, solo gemidos, nos corrimos los dos a la vez. Me dejé caer a su lado, la abracé y nos quedamos dormidos… Así terminó el último capítulo…
Relato de ficción sobre sexo no consentido; contando cómo fue la noche en la que me adentré a la casa de mi ex novia, encontrándola borracha e inconsciente.
Terminó de tragarse mi corrida, llevándose a la boca la que había recogido con sus manos, relamiéndose cuando lo hizo. Así terminó el capítulo anterior…