Mi esposa cortó de golpe con los besos y se arrodilló delante de su macho, él abrió el pantalón y ella metió una mano y sacó una verga que era mas grande que la mía, a pesar que la de él estaba muerta y la mía bien dura, así y todo, me ganaba en tamaño.
Somos de Bolivia, karen mi esposa tiene 44 años, juega tenis y es una morena alta con unas piernas torneadas y bronceadas por el tenis. Pechos grandes y un hermoso culo empinado. Me encanta cuando va a jugar tenis con calzas apretadas con tanga hilo dental debajo.
Yo había acelerado mis movimientos de cadera, porque estaba cerca de tener un gran orgasmo, cuando sentí que él comenzó a explotar y llenarme de leche por dentro… sentía toda su leche a cada chorro que salía de él, y esa fue la culminación, fue lo que necesitaba para acabar y tuve un orgasmo intenso
Una caliente historia real de infidelidad dentro de las paredes de una oficina del gobierno, donde me tiro al recien llegado a mi trabajo, enseñandole que tambien se capacitar al personal en el area de lo sexual...
Un pacto de intimidad: ella, bella, le ofrece placer y alivio sin juicios, forjando una conexión única basada en la confianza y el entendimiento mutuo.
Mi esposa, profesora, es secuestrada por dos alumnos calientes que saben de sus aventuras con mi amigo Juan. La drogan, la llevan a un hotel y la someten a un intenso encuentro sexual, cumpliendo sus fantasías más oscuras. Al regresar, me muestra su estado, excitándome con los detalles de su experie
Llevé a mi esposa a casa de mi mejor amigo Juan para una noche de juegos sexuales y placer intenso, recordando y superando una experiencia pasada donde la engañamos con dos hombres negros. La atamos, la vendamos y exploramos sus límites, llevándola a un viaje de sumisión y éxtasis.
... ellos no podían verme, así que permanecí unos segundos y después me asome ya que no los escuchaba hablar, y para mi sorpresa no estaban hablando porque Ana estaba de rodillas delante de su amigo, chupándole la pija con unas ganas que nunca antes le había visto.
Fui enviada a un lugar secreto para ser entrenada como amante perfecta. Durante tres días, soy sometida a intensas sesiones de sexo y BDSM, observada por espectadores ocultos. mi esposo y su mejor amigo, Juan, me apoyan en este viaje de descubrimiento y placer.
Quiero contarles como una situación inesperada se convirtió en unas maravillosas noches de sexo puro y delicioso con el hombre que más llegué a detestar en mi vida, mi propio hermano.
Cielo Riveros sin darse cuenta que un viejo la viene siguiendo camina sin preocupación de regreso a casa. Ingresa al primer pasaje que son cuatro en total para llegar hasta su casa. Luego llega al segundo que se dónde está la construcción y justo en ese momento una maquina concretera es encendida y
Cuando comenzó a presionar con su nudo en la entrada de mi vagina, sentí que era más grande de lo que yo había pensado, y debo admitir que el miedo creció en mí, pero la calentura del momento fue más fuerte, y decidí seguir adelante, entregándome así por completo.
Una docente de 53 años de buen cuerpo pero con una rutinaria vida matrimonial conoce en una salida con amigas a un stripper de color que le devolverá su plenitud sexual.
Llegamos a las oficinas subimos la escalera entonces regresamos un pasillo y abrimos despacio una puerta lateral desde que abrimos la puerta se escuchaban los quejidos estaba ella sobre el escritorio completamente desnuda con las piernas abiertas y había un tipo que se la estaba cogiendo y decía con
En este relato voy a decir lo que mi esposa hace que hasta ahorita no me había dado cuenta que esa exhibicionista y ella tiene una justificación para todo pero pues es una de las situaciones por las cuales provoca muchas cosas con las vecinas de aquí de la colonia la otra vez que llegué del trabajo
Los nervios me carcomían tenía mucho miedo de lo que estaba haciendo, pero al igual las ansias me tenían presa de esa precoz sensación en mi vagina, no sabía que hacer, mi zorrita cada vez se ponía más y más caliente, me sentía muy agitada así que sin pensarlo más me empecé a desabrochar el brasier.