Volví a subir al baño para apresurarlas y cuál fue mi sorpresa que estaban ambas en el suelo haciéndose un 69. Eso hizo que me calentara y las viera durante un rato, Nubia le metía un dedo en el culo a Lety mientras ella mamaba su vagina con fuerza; eso hizo que comenzara a acariciarme mi vagina encima de mi ropa y al poco tiempo ya estaba mojada
Estábamos viajando por USA más precisamente California (fuimos por 10 días y nos quedamos 25) paseando llegamos a una zona donde encontramos varios porno shops, decidimos entrar en uno de ellos y veía como Gloria miraba con mucho interés los consoladores que había expuestos.
Hace veinte años, que conozco a TITAN, más de una vez, me expreso airadamente su condición de heterosexual, más de una vez, me pareció que es gay, como yo.
La relación con mi ginecólogo siempre había sido un poco especial, pues desde el principio me había dado cuenta que le gustaba y atraía como mujer, si bien nunca me había insinuado nada al respecto, pero eso es algo que las mujeres notamos enseguida en los hombres.
Yo abrí mis nalgas con mis manos lo más que pude para permitir la entrada del consolador pues quería ganarme la más grande, preciosa y deliciosa polla, de pronto sentí como lamían mi culo esto me electrizo
Cuando termino de secar su cuerpo, empezó a aplicarse cremas por todo su cuerpo de una manera suave y sensual, luego abrió uno de sus cajones donde creo que lo único que había eran calzones, se probó y midió unos cinco calzones
Un muchacho acaricia los pies de su madre cuando ambos están en el sofá viendo la televisión. Durante años se repite la misma rutina hasta que una día dan el paso adelante...
Una noche, festejamos el cumpleaños de mi tía. Invitamos únicamente a una vecina nuestra, de la cual se habían hecho muy amigas entre ellas y nadie más porque no era mucha la gente que ellas conocían.
Haciendo uso de sus encantos naturales y de sus medidas que impresionaban a todos en la oficina, se convirtió aquel día en una auténtica perrita muy excitada con sus compañeros.
Tomé mi pija y se la fui acercando a su cola muy lentamente, fue algo de otro planeta, estaba viendo cómo la cabeza de mi verga se perdía en ese agujero que parecía interminable.
Volvieron a vendarle los ojos, Se sentía como una yegua que se había rendido, aceptando la voluntad de sus dos amos. Cualquier cosa que le hubiesen pedido se las hubiese concedido sin chistar.
Se encontraron al salir de la farmacia, hacía frío y llovía, ella no llevaba paraguas y le pidió que la acompañara a su casa con el suyo. Al llegar, estaba húmeda por la lluvia y por el contacto con el cuerpo viril de él.
No sabéis, o quizá sí, lo difícil que es quitarse unos pantalones en esas circunstancias, así que opte por no quitármelos y con mi polla totalmente tiesa me aproxime a ella buscando la calidez de su interior.
Lo más atrayente de él era, como ya he dicho, el magnetismo sexual que se desprendía de todo su cuerpo. Fue tan grande el impacto sexual que me produjo que sentí como mi vagina se humedecía y contraía, como preparándose para una penetración que ella, antes que yo, deseaba.
Una mujer, hermana de un cura muy popular en el barrio, pierde a su marido y padres en un accidente. Va a vivir con su hermano y descubre a su lado una auténtica y tórrida pasión sexual.
Las demás chicas fueron pasando por el despacho y yo me puse realmente cachondo. Me excitaba tenerlas ahí frente a mí, nerviosas. Por fin sentía que esas insolentes niñas de papá me respetaban.
Luego de esto me dedique a realizarle todo un desfile utilizando todo lo que tenia disponible de prendas de mi mujer, fue un gran día el cual rematamos con una minifalda muy corta que me coloque pero esta vez sin tangas de manera que la parte inferior de la falda apenas tapara mi pene parcialmente erecto
Estuve largo rato chupando sus pezones y mientras lo hacía metí mi mano entre sus piernas acariciando su coño de arriba a bajo lo cual agradecía soltando más jugos, quité del todo su vestido y bajé sus bragas, quería tenerla completamente desnuda
Me tocó lo que peor podía tocarme. Tenía que comer, pero era un coño y era el coño de Juani... Me quité las bragas como ultima prenda, pues no estaba dispuesta a aquello, a pesar de las protestas de Juani
Todo sucedió en julio del 98 cuando mi esposa y yo fuimos a recoger las llaves de nuestro nuevo hogar, un fraccionamiento recién inaugurado, alejado de la ciudad con grandes áreas verdes, sin contaminación, donde únicamente se respiraba tranquilidad.
El sexo en su matrimonio se había convertido en rutinario. Fue con un chico masajista con quien encontró lo que parecía para él una obsesión desde hacia ya tiempo.
Dos amigas van a ver una "peli", cuatro machos sentados detrás de ellas, desatan a una de las chicas el morbo de la gente alrededor. Otra noche repitieron en su casa, esta vez se anima su amiga.
Mariana no quiso decir más. No hacía falta. Ya, de sólo de pensarlo tenía una buena erección y unas ganas inmensas de masturbarme. Pero prefería guardar mi leche para la fiesta que imaginaba me esperaba mañana.
Mi camisón era un estorbo así que colabore en los movimientos para despojarme de él. Ahora estaba boca abajo en mi cama solo cubierta por la tanga cola les que era mi única prenda y siendo recorrida por unas manos fuertes pero que sabían tratar a una mujer