Al día siguiente salí a un café Internet de por ahí cerca y estuve leyendo algunos relatos, después de un rato la verga se me puso dura y ya no aguantaba mi calentura, espere unos momentos para ver si se me bajaba la erección que traía, después de unos diez minutos salí de ahí y me dirigí a la casa de mis tíos.
De pronto siento una lengua en mi clítoris. Es Rudy que sentado en el suelo me esta chupando la chocha, el clítoris, mientras todavía tengo la verga de Carlos adentro. Siento un gusto cabrón con esa lengua moviéndose ahí abajo donde más me gusta mientras me meten una verga como si quisieran matarme.
De ida todo fue muy tranquilo la mayor parte del tiempo fui de pie cantando con mis amigos y echando porras al equipo, llegamos al partido el cual ganamos con muy buena ventaja y todos estábamos contentos por eso, pero se hizo tarde y teníamos que regresar a casa.
Me dan ganas de ir con Pepe pero no se si este dispuesto, estaba de pie y en ese momento entra Pepe muy sigiloso, se me acerca y me besa restregando su verga en mi pelvis, aun estaba vestida, me dice que esperaramos a que sus padres hicieran el amor, que los gritos, los gemidos de Clara y el ruido que hacen le daria oportunidad de enseñarme aquello...
Poco a poco fui acercando el bulto de mi tranca a su trasero, obvio, en un momento ella se echó para atrás, prendida a los ademanes que hacía al hablar, como queriendo ilustrar algo de lo que decía a través del teléfono. Al sentir el piquete de verga que le di en las nalgas, de inmediato recompuso su figura y me volteó a ver con una mirada que quería pulverizarme.
Entramos a la casa, yo empecé a acariciarlo, sus nalgas me atraían como hacia un abismo, llegó enfundado en un pequeño pantaloncito de licra, delicioso, mi verga estaba a punto de reventar y él la acariciaba sobre mi short, sin embargo, nunca me dejó tocarle en medio de las nalgas, cuando yo lo intentaba, él me llevaba la mano hacia su poderosa verga.
Estaba bromeando con el ejercicio que estaba realizando y de pronto la toque la pierna, el rápidamente me quito la mano de su pierna y me dijo que si yo era marica que era lo que me pasaba, se la volví a tocar y se enfado mucho, lo dejamos hasta allí.
Todavía no había terminado de hablar y ya se había introducido la polla de Arnol en la boca empezó a chupársela de tal manera que Arnol tardo mas bien poco en correrse Sandy con carita de viciosa lo miraba mientras de deleitaba con el placer que le daba tragarse todo el semen de su amado.
Como si hubiera adivinado las intenciones de Junior, nos dijo que nos esperaría en la habitación y que no tardáramos. Nosotros optamos por quedarnos un poco más en la sala. Nuestra intención era que ella se impacientara lo que haría que, cuando estuviésemos a su lado, sintiera más las ganas de poseernos. Pero hay que admitirlo, los impacientes éramos nosotros.
Ese fin de semana, cuando ya estaban trabajando los hombres, tuvimos mucho sexo a manera de despedida. Como yo soy bastante ruidosa al hacerlo, cuando bajamos de la habitación después de haber pasado buena parte de la tarde cogiendo, los albañiles nos miraban con curiosidad y sobre todo a mí.
En ese momento los otros dos tipos se acercaron y empezaron a tocarme las nalgas y las tetas; a lamerme la espalda, los hombros, en voz baja me decían que tenía un culo rico, que era súper atractivo mi cabello recortado y que querían comerme la conchita.
A los pocos minutos empecé a mover la cabeza y a succionarle la verga de manera mas confiada, me decía lo rico que sentía mi boca, mis dientes rozando sin lastimar, mi lengua, las paredes de mi boca, como chupaba queriendo mamar como un bebé, seguí hasta que saco su verga de mi boca y entonces me hizo levantar y me llevó al lavamanos...
Estuvimos platicando, recordó la boda, me dijo que me había visto en el sauna y que se sorprendió con el grosor de mi verga y el tamaño de la cabezota, que con gusto se la comería, pero no allí, porque podrían reconocerlo, que tomara todas las cervezas que quisiera, que él iba a pagarlas y que cuando yo lo decidiera podíamos marchar a un "nidito" donde estaríamos muy a gusto y me enseñaría "cositas celestiales".
Nos metimos a la ducha juntos, nos enjabonamos mutuamente y luego le pedí que se sentara en la banqueta para el efecto y yo me arrodillé en el piso para dirigir mi boca a su tranca, con cierta dificultad engullí casi la mitad y el tipo gemía y gritaba de placer. Puse en práctica mi técnica felatoria y lo dejé a punto de acabar.
Yo comencé a frotar ese clítoris con movimientos circulares y rápidos así que logre humedecerla pronto. Ella se agarro de mi verga y casi me la parte del apretón tan fuerte que me dio, inmediatamente dio la vuelta hacia mi me desnudó rápidamente y comenzamos a besarnos como poseídos.
Este otro también escogió mi culo para penetrarme. Sentí que se esculpió en el, para lubricarme. Y después lo tenia dentro de mi, entrando y saliendo, como poseso. El si me lastimo. Entraba y salía completamente, sentía sus huevos golpearme en cada ensartada. Me sentí morir, su vaivén me estaba matando. Al cabo de unos segundos, termino, llenándome de leche nuevamente mis entrañas.
Pepe me abraza, recuerdo que estoy desnuda, creo que ya se dio cuenta porque siento ya su verga parada, ahora sabré quien entro a mi habitación aquella noche... me enlaza completamente con sus brazos, cruzamos las piernas, se recuesta en mis tetas, condenado como si no supiera a que viene, lo dejare hacer, creo que ya recupere la energía que había perdido, empiezo a sentir que sus manos acarician mi espalda y de repente bajan hacia mis nalgas
Me imagine porque se escapaba al agua. Que gran verga tendría, que deliciosa erección. Me gustaba jugar así con el. Ponerlo fuera de si. Excitarlo para ver su reacción. Así lo hacia con mis compañeritos de curso.
El solo veía mis senos porque el dejar que imaginara el resto por mis movimientos lo mantendría ahí, frente a la ventana, por más tiempo, deseando que un día le mostrara el resto. Lo más valioso de esa locura era nuestro silencio. Ni durante el acto ni cuando nos cruzábamos en el pasillo del edificio había una palabra entre nosotros.
No di detalles ni mencioné mi preferencia. Tardes después me volvió a pedir el baño.... acepté y mientras él orinaba otra vez con potente chorro, yo me desnudé inmediatamente para colocarme un pantaloncillo corto, pero intencionalmente no lo subí hasta que él salió del baño, entonces claramente vio mi verga a media erección y parte de mis nalgas.
Sentía tu verga dura en mi estomago. Quería devolverte algo del placer que me estabas dando y te abrí dos botones de la camisa para besar tu pecho. Entonces tu me bajaste la parte de arriba de mi blusa y mis tetas se pegaron a tu pecho desnudo.
Ya llego, tendré que levantarme para ducharme y ayudarla... que rica agua, solo de recordar lo que hicieron ellos bajo el agua, me orinare nuevamente... que sensación tan rica, lastima que no me la metieron anoche.... me hubiera gustado tanto... ojala y ya pronto suceda, solo quedan dos semanas para entrar nuevamente al internado y no se si las próximas vacaciones venga nuevamente con mi tía o iré al Pueblo...
Me excitaba tanto la idea de que el tipo se la cogiera que se lo dije abiertamente y la convencí de que lo llamara pero que el creyera que yo no sabía. Al fin lo logré y oí la conversación; él le recordó la primera vez y hablaron de cuando la desvirgó en un paseo en el baño de la finca de recreo en una madrugada.
Le pase mi lengua por su glande que ya tenia evidencia de su excitación. Lamí sus jugos con tal delicia haciendo que se retorciera de gusto hasta que me trague toda su verga haciendo que el gimiera y sin darme cuenta acabo lanzando su semen dentro de mi boca, los cuales trague con gusto.
El pantalón que llevaba me quedaba un poco ajustado, por lo que mi paquete resaltaba bastante y evidentemente que él doctorcito se percata, y por un instante me pareció que se quedo en el aire, porque su ayudante le despertó diciendo, doctor va a comenzar.
Ahí fue cuando descubrí porque tenía ese apodo de asesina, noté que ella comenzó a apretar mi verga muy duro con su vagina, la comenzó a apretar con ella, me dolía un poco, pero mi reacción fue acelerar el ritmo de penetración lo cual la calmó de hacer eso, seguimos follando duro hasta que nos vinimos, fue genial...
Se colocó en posición de perrito y pude disfrutar del espectáculo: un lindo culo limpiecito, hermoso, cerradito.... abrí con cuidado sus nalgas y apunté la cabezota de mi verga al objetivo.... batallé un poco para penetrarlo, él gritaba de dolor.... decía que no se había metido una verga tan cabezona, pero que le encantaba, que siguiera y poco a poco fui ocupando su reducto más íntimo hasta que finalmente estuve totalmente en su interior.
Era increíble la sensación, empezamos el ritmo, yo movía mis caderas, rotaba y me enroscaba, el seguía taladrándome la vagina, qué rico sentía, gemía, gritaba en silencio de placer y él también, lo estaba haciendo sentir como nunca me decía yo le decía: más, más, cógeme, no me la saques, métamela, me encanta, dame verga, dame verga por favor, más, métamela, me encanta tu vergota mi amor.