Cierto día sentí deseos de ir a un cine porno, como no conocía la ciudad, me arriesgue y lo encontré, en fin el caso es que entre subí las escalas y entre a la sala del segundo piso, en principio no pude ver nada pues no me había acostumbrado a la penumbra entonces logre sentarme en una de las silla
Dos de mis personajes favoritos son Sailor Moon, que sin duda a entrado en la lista de clásicos de la animación japonesa, y Batman, un icono del cómic norteamericano.
Aquella fiesta de estudiantes estaba tocando a su fin. Casi todos se habían ido, excepto lo borrachos que esperaban que alguien los llevara de regreso a casa. Entre ellos estaba Li-Shen, veinticinco años, estudiante de intercambio procedente de Corea, quien pacientemente esperaba a que su amigo Ash ,también de veinticinco años, terminara de despedirse.
Al cabo de un minuto de estar así mi exploté en un orgasmo increíble dónde sentía que mis líquidos vitales se escapaban de mi cuerpo dando mi garganta un grito incontrolado e inteligible de placer.
Después de pasear por la zona observé que había un señor mayor, de unos 50 años aproximadamente, que estaba tumbado desnudo y le pregunté si podía sentarme a su lado, a lo que accedió.
Cuando le notificaron a la contadora que viajaba al día siguiente a la sucursal de Mendoza, no le entusiasmó mucho la idea ya que tenía una inspección en curso en otra de las empresas que supervisa y no quería alejarse de la ciudad justo en esos momentos.
Esos senos se convirtieron en mi obsesión, elevándome a fantasías increíbles cuando me los imaginaba entre mis manos o besándolos. Usaba blusas ceñidas que los hacían lucir en todo su esplendor, orgullosa y consciente de la atracción que ejercían. Y día que pasaba me parecían más seductores, más tentadores. ¡Cómo los imaginé entre mis manos, recorriéndolos suavemente, sintiendo sus pezones endurecidos en el hueco de mis palmas!
Adentro era otro el ambiente, la música era de menor intensidad y el interior estaba muy cómodo y perfumado, un mesero muy apuesto nos recibió vestido solo con un pantalón y tirantes sin camiseta, él y los otros meseros eran los únicos "vestidos" ya que todas las chicas caminaban entre los cómodos sillones completamente desnudos sobre sus grandes y puntiagudas zapatillas.
En ese momento de excitación en silencio, sabía que esas imágenes se me estaban grabando en lo más profundo de mi retina, por lo que suavemente pero decidido me quite el pequeño pantalón de baño, quedando así en igualdad de condiciones con mis anónimas compañeras.
Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.
A la tarde llamo a Pedro, también me cogió, yo lloraba, mientras lo hacía, pero creo que lloraba, más por Oscar, que había perdido la oportunidad de que lo amaran.
Un joven, algo pasado de kilos, se siente atraído hasta la obsesión por una hermosa joven de su barrio. Aprovechando la ausencia de su novio consigue drogarla y llevársela a la cama.
Subí corriendo las escaleras y entré en mi habitación. Cerré la puerta de golpe, pero no tengo candado, y la verdad, es que en estos momentos lo que mas necesitaba era uno. Me senté en la cama y me eché a llorar.
Una joven está de vacaciones en el campo. Acierta a ver al mozo de las cuadras en plena acción con una joven de cuerpo delicioso y decide que quiere tener a ese joven macho entre sus piernas.
Una joven hace una visita a un hombre al que conoce a través de un chat. Va a buscarlo a su oficina, la intención es clara, ambos desean gozar, hacer reales su fantasías.
Después de lo acontecido con la abuela, todo se serena. Ya una vez todos acostados el joven y la escultural hija del matrimonio se encuentran por accidente en el cuarto de baño...