La verdad es que al principio la idea no me agrado, la posibilidad de vivir con alguien pendiente de mis movimientos no me hacia ninguna gracia, pero cuando la señora me enseño una casita coqueta en la segunda planta, con entrada independiente y ante su cara de angustia y necesidad, acepte.
Yo había llegado hacia buen rato a un sauna con amanecida que al en el sur de Cali y estaba en el patio de atrás en el jardín pegándole una mamada a un negro lindo cundo en esas llegan allí al jardín dos pelaos bien sardinos que después me dijeron que venían de Manizales
Mi cuñado volvió al living queriéndome explicar algo y cuando vio semejante escena me miro , lo miré y cerré los ojos con una guiñada como para darle el ok de todo lo que estaba pasando.
Andrés se tiro al suelo sentándose debajo del culo y las guevas del pelao y comenzó con la punta de la lengua a darle estocaditas en el culo del que clavaba al pollito dejando de ves en cuando subir la lengua hasta las guevas.
Si la cosa no se cortaba no se en que podíamos terminar. Ya habíamos hecho muchos intentos, encuentros matrimoniales, terapia de pareja, tarotismo, numerología, y no se cuantas cosas más.
El sábado pasado me levanté temprano, sali a dejar a mis papas a la oficina por que saldrían de viaje ese día y regresarían el domingo en la tarde, yo ya tenia todo planeado, para estar con mi pareja (Gustavo), ya que el saldría de trabajar a las 2:00 pm
No tengo reparos en que Francisco me las vea y me imagino que alguna vez se habrá masturbado pensando en mi lo que por un lado me alaga, pero de un tiempo a esta parte le veía cada vez mas obsesionado con el tema del sexo.
La noche anterior nos acostamos cada uno en su cama luego de nuestra ultima practica de sexo, nos quedamos dormidos profundamente y como de costumbre me acosté totalmente desnudo y con mí pené y pecho pegajoso de semen mío y de Raúl.
Soy un chico de Zaragoza, os voy a contar mi historia. Era un martes de abril, un tanto caluroso, yo estaba en mi casa con mi novia Carla, estábamos tumbados en el sillón viendo una película abrazados mutuamente...
Llegamos hasta el lugar, con una breve pero inquisitiva mirada me di cuenta que éramos los únicos en aquella sección del cuarto piso de la biblioteca. Y teníamos dos horas antes que la cerraran.
Y Sylvia decia, no me extraña ya que con esas tetazas se la debe poner muy dura al guarrindongo de mi marido (y lo decia sonriente una tía que es una celosa de cuidado, pero se estaba calentando). Sylvia me miraba el rabo de una forma muy caliente.
Esperando que apareca un algun amigo del net para hablar y cojer por la net. como no entro ninguno pero si dejaron mail, me tube que dar yo solita por mi conchita y culito.
Entonces me incorpore y le baje el pantalón azul de chándal que llevaba, estaba empezando a ponerse dura y toque con mi lengua la punta de su escroto, sabia algo salada, pero me gusto aquella sensación, cuando la tuvo totalmente dura su grande asomaba todo hinchado y yo pase mi lengua por todo él
Entonces yo me dispuse a bañarme y note que el agua estaba bastante buena y al meterme hasta la cintura note como un calentón y me empecé a empalmar y excitar sin otra razón que la soledad y el agua.
El movimiento de las paradas y arrancones hacían lo suyo. Mientras yo me humedecía, me daba cuenta de lo incómodo o cómodo que iba él al sentir mi tremendo trasero, pues ya les dije, estoy muy culona.
Soy una mujer muy caliente y desde joven tengo miles de fantasías sexuales pero en los últimos tiempos sueño con ser poseída por varios hombres. Imagino como conozco a uno de ellos de manera casual y tenemos algunos encuentros donde me pone a gozar tremendamente.
Desde los primero años de mi adolescencia siempre me ha gustado mucho masturbarme, lo he hecho de muchas maneras y en muchos lugares diferentes, esto no es nada del otro mundo pero la anécdota que les voy a contar a continuación, ocurrió en uno de mis lugares favoritos para masturbarme: el baño.
Esta historia comienza de la forma que muchos quisieran que les sucedieran las cosas relacionadas con las relaciones sexuales mas cachondas que pueden haber en el mundo.
Cuando mi sobrina consideró que su madre ya estaba lo suficientemente lubricada, se levantó y, dándome antes un beso en la boca que me permitió paladear de nuevo los jugos de Clara, se acostó con las piernas abiertas sobre la cama dejando su vagina, ya mojada, al alcance de la boca de su mamá.
Lo que os voy a relatar sucedió el pasado fin de semana, puente de Todos los Santos, y al recordarlo, enseguida mi entrepierna da su respuesta de aprobación a lo ocurrido.