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Soy una verdadera puta infiel

Soy una verdadera puta infiel

Les cuento que esto del Internet ha despertado nuevas ansias de sexo en mi que andaban medio dormidas.

Es delicioso transpirar sexo hasta por los poros.

Me han escrito muchos a raíz de mis relatos, pero a la hora de la verdad son pocos los que llenan del todo ciertos requisitos que me impongo por mi condición de mujer casada.

En estos días estaba que ardía y quería concretar un encuentro con alguien y traté de ser lo menos exigente posible.

Pero no me decidía pues las fotos que me enviaban algunos no me calaban y otros ni siquiera querían enviar fotos sino que nos encontrásemos de una y no soy partidaria de ello.

Había conocido hacia algunos días a un muchacho por medio de una webcam y lo cierto es que me agradó.

No es por lo bonito, es un no sé… que no sé cómo explicar, algo que llaman química y que hace que se te encienda un calorcito agradable tan solo con ver a alguien o escucharle.

El caso es que era día de fiesta y me conecte al Internet, bien caliente como estaba y deseosa de buscar algo que me entusiasmara. De repente entró al chat el muchacho que conocí por la webcam.

Como vive en mi ciudad no tardó mucho en convencerme que nos viésemos en persona ya que lo estábamos haciendo a través de la webcam y estábamos muy excitados.

Así que me decidí por este desconocido y después de inventarle algo a mi marido acerca de la enfermedad de una amiga me fui rumbo a la casa de el.

Al llegar estaba un poco nerviosilla, puesto que las cosas desconocidas me producen un cierto resquemor.

Sabía que él es casado pero que la mujer estaba fuera por ese día así que me armé de valor y llegué allá a su puerta.

Como había dicho antes estaba algo nerviosa y al principio me sentí cortada.

Pero me agrado también verlo personalmente pero aun no soy tan lanzada como para tomar la iniciativa.

Sin embargo el se porto súper y logró sacarme de mi estupor y me llevó casi de inmediato hasta la habitación y allí empezó a besarme por el cuello… me liberó los senos e iba bajando sus manos por todo mi cuerpo y mi calentura se iba encendiendo al máximo. El se desnudó primero rápidamente y luego me desnudó.

Caímos en la cama y nos abrazamos y empezó a pegarse de mis pezones chupando uno y luego el otro que era una delicia.

Yo no me quedaba quieta y le besaba todo cuando veía a mi alcance: su cuello, sus tetillas… estaba tan caliente!.

Luego me bajé y le empecé a besarlo por todo su vientre hasta bajar a su verga, que estaba tan dura y le empecé a dar una mamada con todas mis ganas, lo cual noté que le encantó.

Entonces él me pidió que nos acomodáramos en la cama para hacer un delicioso 69 que cuando lo recuerdo se me pone la piel de gallina.

Me vine muchas veces en su boca y nos chupábamos el uno al otro con ansias.

Después de un buen rato así de puro placer el de repente paró y se ubico encima de mí y abriéndome bien las piernas me penetró de inmediato dándome fuertemente con su verga de manera deliciosamente salvaje… inmediatamente tuve otro orgasmo que me dejó extasiada.

Pero tal vez sea por la emoción del momento o no sé que, el no logró demorar demasiado y luego de unas cuantas embestidas se vino a chorros dentro de mí.

De repente tocan el timbre de la puerta y me levanté de inmediato a cambiarme así como él.

Ambos estábamos asustados y más el que yo obviamente, pero pensé por un instante que alguien me había seguido.

Resulto ser una vecina que quizás escucho mis gritos de éxtasis y vino a chismosear, ya que la excusa que dio para tocar fue muy pobre y ella sabía que la esposa de él no estaba en casa.

Nos sentimos cortados y yo discretamente me retiré de allí ya que no quería problemas.

Quedé como quien dice iniciada gracias a esa tonta.

No sé a estas alturas en que habrá terminado ese rollo ni si tal vez el tendría algo con esa vecina. El asunto es que a pesar de lo delicioso del momento aún sentía que necesitaba más verga dentro de mí. De manera que ni corta ni perezosa llame a un amigo con el cual de cuando en cuando sostengo relaciones.

Pero como no estaba sola en casa y quería tener una mejor excusa para salir, le dije que esperara y ya nos veríamos, pero que fuese preparándose porque estaba que ardía de la calentura.

Afortunadamente me quedé sola en mi casa y es así como le llamé y le dije que se viniera a mi casa. Ese día me llevo una botella de licor, a pedido mío, que me encantaba y me lo bebí casi todo pues quería hacer locuras.

No soy muy bebedora pero era necesario para lo que ocurrió después.

Casi nunca lo he hecho por el culo y este amigo estaba loco por intentarlo pero siempre que trataba yo al final gritaba de dolor, de manera que no habíamos podido hacerlo. Estaba yo bien prendida con el licor y le di una buena mamada, cosa que al él le encanta enormemente y por supuesto a mi también.

Él me metía sus dedos en mi vagina en mi culo, fuertemente como me gusta cuando estoy bien excitada.

Entonces paramos y le dije que fuésemos a todos los cuartos y en cada uno me enterraba su verga.

Era la primera vez que lo hacia de esa forma, ya que cada vez que podíamos hacerlo en mi casa era de manera algo rápida por mi temor de que llegase alguien y nos limitábamos a un solo lugar.

Pero ese día sabia que no llegaría nadie por mucho tiempo y era tan excitante sentirlo dentro de mi en mi propio hogar, dándome verga.

Terminamos en mi propia cama y entonces me coloque de cuatro patas y empezó a enterrarme su vergota por detrás.

Al principio me dolió, pero con mi calentura y los tragos que tenía encima me deje penetrar por completo y fue delicioso.

Él metía y sacaba por completo su vergota como nunca creí que pudiera, ya que me daba temor de que me desgarrase por su tamaño.

Él estaba como loco de excitación ya que era un trofeo para el que tanto había deseado y yo también. Al tiempo que me enculaba yo me tocaba mi clítoris de tal manera que me sentí una deliciosa puta y tuve muchos orgasmos. Se vino copiosamente dentro de mi culo y sentí los chorros como caían al darme vuelta. El quería quedarse pero realmente no se podía. Era un riesgo enorme.

Después de que se fue yo me seguí masturbando hasta venirme nuevamente, así de grande era la calentura que sentía.

Pero me llamó temprano al día siguiente porque quería que nos viésemos nuevamente porque me decía que debía seguir practicando para que me acostumbrase.

Pero resulta que yo había conocido al primo de otro amigo mío íntimo de hacia años y con el cual había hablado sobre hacer un trío. Pero nunca me decidía del todo. Llame a mi amigo y no estaba pero me contestó su primo.

Hablamos hasta que me excite y me corrí hablando con él.

Quería que me fuese para allá pero era muy tarde, así que me fui en la mañana y le dije a mi otro amigo que nos veríamos en la tarde.

Nada más llegar el primo de mi amigo me besó todita… se prendió deliciosamente de mi clítoris haciéndome gozar como hacia tiempo no lo hacia.

Me vine cantidad de veces. Él me metía unos dedos en el culo y otro en la vagina dándome fuertemente mientras me la chupaba.

Que delicia! Para corresponderle le di una mamada tan deliciosa que se vino en mi boca y la tragué todita y seguí chapándole hasta que ya no quedó una sola gota.

Que día tan delicioso. Después me fui a casa de mi amigo y de allí nos fuimos a un motel, pues en su casa había gente.

Sin embargo no pudo de nuevo meterla en ese momento por el culo pues le llamaron y tenia que salir así que no nos demoramos demasiado pero si lo suficiente para hacerme gozar delicioso.

Ya mas calmada me fui a mi casa a dormir un buen rato.

Ya en la noche llegó mi esposo muy caliente y me culió deliciosamente de nuevo.

Aún quedé con más ganas de tener a alguien que me la siguiese enterrando, pero no podía abusar de mi buena suerte y además mi amigo se había ocupado en unas reuniones de su empresa.

Así que debo esperar hasta mañana para estar con el nuevamente y seguir con mi práctica de acostumbramiento.

Les seguiré contando de mis avances en el proceso del enculamiento.

¿Qué te ha parecido el relato?