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Que aburrido es estudiar

Pero Sonia permanecía con los ojos cerrados y frotando su raja, apretando los dientes mientras el caluroso roce de la ropa interior la encendía más y más hasta llegar irremediablemente a un delicioso orgasmo, que apagó entre pequeños gemidos. Según recuperaba la respiración contenida, jadeando silenciosamente, abría los ojos, sin apenas darse cuenta de que aquel miembro de goma le miraba directamente a la cara situado en el valle que formaban sus tetas.

Una nueva vida

La presencia de ese joven albañil en su casa no le produjo en veces anteriores ninguna sensación, ver su torso desnudo esa mañana movió sus ganas de sexo, cuarenta y siete años, dos hijas ya adultas, se sentía sola, sabiendo que cuando salto el sello , sintió correr su sangre italiana caliente en sus arterías del deseo.

Aniversario

Ella se bajo a abrir la tranquera de alambres , con un candado con cerradura de seguridad dando una imagen de un esnobismo propio de citadinos, la naturalidad que desde su infancia adquirió en años de hacerlo aún a caballo en las tranqueras de madera más ensalzaba su figura

Cogiendo con Mauricio

Bueno, pues el roce de lenguas terminó y fue él quien siguió por mi cuello, mi pecho, lamió mis tetillas, les dio pequeños y delicados mordiscos, siguió por mi barriga, llegó a mi pubis, sólo lamió mi dura verga por encimita, fue hacia mis huevos y los chupó uno a uno, sin lastimar, tiernamente..... me abrió las piernas, siguió hacia el agujero de mi culo, lo lamió ávidamente, se daba un respiro y luego llevaba su lengua hasta mi hoyo.... la metió lo más posible, ensalivó sus dedos y me metió uno, luego dos y hasta tres dedos toleré jugando dentro de mi recto....

Mi juguete predilecto

Una amiga mía llega a usar gruesas pijas de goma en sus encuentros sexuales. Otra, que es bisexual, disfruta cogiendo tanto con hombres como con mujeres y con estas últimas disfruta el montarla provista con una pija que no se arruga y está siempre parada.

Mis amantes mayores

Les quiero decir que no me importa, que la quiero y que voy a seguir con ella". Mi madre, la madre de Minerva y Minerva misma se quedaron con los ojos de plato. Después de la sorpresa, reaccionaron compungidas: "Esa lagartona te va a arruinar la vida, es una loca (supongo que querían decir puta, pero era natural, porque aún no me había cogido a mi madre), divorciada, amargada, vieja, tiene muchos mas años que tú, no tienes futuro con ella, etcétera, etcétera, etcétera.

Manolon V

Con cierta timidez le cogió la polla y se la llevó a la boca. Con delicadeza su lengua recorrió todo su glande y cuando pasó por su base logró un suspiro de placer de su marido. Esto la animó y la decidió a tragar aquella verga pero solo pudo entrar el glande y poco más. La succionó con ganas. Le empezaba a gustar.

El diario I

Luego se encabalgó sobre mi barriguita y comenzó a rozarme los pezones con las yemas de los dedos, pues sabía que los tenía muy sensibles, con el fin de excitarme, de ponerme la polla dura y poder así clavarse de nuevo. Sin embargo, no lo conseguía con la suficiente dureza como para volver a penetrarse y por mucho que se esforzaba no conseguía que se mantuviera firme.

Hogar dulce hogar VI – Final

Y volví a sentir el trallazo de la correa, mientras mi pito apuntaba ya directamente a su coño y ella me sonreía y me besaba, llena de felicidad porque había conseguido su propósito. Así es que me la cogió, se la metió en su coño y me dijo a mí que me autorizaba a que me corriera y a su amante que siguiera azotándome.

Nunca supe quien fué

Empecé a acariciarle la verga y fui bajando hasta ponerme entre sus piernas como lo hago siempre porque se que a él lo enloquece y me la metí casi toda en la boca, dejando mi culo y mi conchita paraditos apuntando para fuera de la cama como si estuviera esperando algo.

Delante de mi marido

En un momento dado apoyó su cabeza sobre mi concha y me prodigó varias lamidas sobre el clítoris hasta que, finalmente, me penetró con su lengua y allí exploté sin contenerme y tuve mi primer orgasmo. Nunca había sentido nada igual. Mi marido me miraba sin entender nada.

Verano caliente en Buenos Aires

Rápidamente fui a mi habitación, encendí el acondicionador de aire y cerré las cortinas, un poquitín de maquillaje, unas gotas de perfume. Me puse una tanga de encaje transparente, estaba lista. Mojada y nerviosa como una virgen en su primera cita, aunque no sabia muy bien porqué.-

Cuerpos de arena

Mi hermano me invitó a curtir, inmutable , pero expresándolo con deseos, ganas, me estaba seduciendo, recordando mis masturbaciones por el, mis ganas contenidas, quería y sabía que era para pasar un rato, pensé en las olas que llegaban y se escondían , accedí, enfilo a un motel que con seguridad él conocía.

Amor en soledad

Cálidos, pegajosos, lo sentía correr despacio, los probó, como tantas otras veces, ya sin control alzó su muslo para beberlo directamente desde su piel, hubiera deseado poder comerse su propia intimidad de haber podido, en un acto de lujuria (su cordura había sido abandonada hacía ya mucho) recordó la regla, se desabrocho la pollera, quedando nada más sus medias por las rodillas, y la tela blanca caída.