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Teléfono erótico VII

Carlos le había comprado una lencería muy especial, totalmente sensual. Era un conjunto Burdeos medio transparente, con bordados, sujetador, braguitas tanga y liguero. Encima, una blusa negra de gasa totalmente transparente.

Mi pequeña Ariana

Noté que se corría porque un líquido pegajoso salió de sus piernecitas y me mojó los huevos, así que la saqué antes de correrme yo, y con rapidez la cogí por la cintura para voltearla y colocarla dócilmente a cuatro patas sobre la cama, con la tripita encima de las almohadas.

La posesión

Era como si el chico dormido hubiera desconectado la maquina, y yo me pusiera a los mandos. Me costo muchos esfuerzos, pero pronto aprendí como podia mover sus manos, brazos y piernas como si fueran los míos propios mientras el crio dormia.

Gozando en el cine

Que placer sentía de estar siendo culeada en un cine, pero no entendía como podía ser tan puta en haber aceptado tan rápido ceder ante un hombre casado, pero el orgasmo que empezaba a invadir mi cuerpo me hizo olvidar rápidamente esos pensamientos, y me dediqué a gozar con su verga.

Me hizo suya

Cuando llegamos nos quitamos toda la ropa quedando solo con los slips y el me presto un batin, ese fin de semana sus padres habían marchado para su finca del interior y su hermana de 24 años había aprovechado para ir a casa de su novio.

El mejor viaje de mi vida

Entonces se arrodilló y me sentó otra vez en el w.c. delante de mí tenía un espejo en el que me veía envuelta en sudor, con las piernas abiertas de par en par y con la cabeza de mi profesor entre mis piernas, en ese instante me arrancó la braguita y la besó, me dijo que se la iba a quedar como premio.

Naturalmente II: Luis y Ana

Abrí, sin tener conciencia de que yo estaba desnudo. Pero la tuve cuando vi a Ana y Luis, completamente vestidos. Ana llevaba puesto el sujetador de un bikini, y una minifalda estampada, con vuelo, que resaltaba el moreno de sus muslos. En la mano, una camisa, que supuse pensaría ponerse más tarde.

Vannesa entre dos volcanes: fuego sexual

Portaba también una faldita de esas de pliegues de color gris debajo de la cual llevaba unas braguitas blancas con unos diminutos dibujos de conejitos, tenía un culito pequeñito pero prieto y ligeramente respingón y un chochito muy peludo (aunque estaba pensando depilárselo aunque solo fuese un poco).