Su cuerpo llegando casi a lo voluptuoso, pero quedando en la perfección soñada por todo hombre, senos prominentes pero no burdos, alta pero no en forma exagerada, el pelo largo en juego con su cara y su aura angelical, movimientos gráciles, la hacen perfecta, hermosa pero para nada inocente.
Una tarde en que me sali de la escuela y me regrese a la casa pude ver como era tomada por un chico casi de su misma edad y yo metida en la cocina ahi vi todo.
Cada día mas y más la quería tener pero no podía era su amistad la que no quería perder y no podía decirle nada por temor a que todo acabe, al fin me decidí a contarle que era la mujer más maravillosa que conocí en mi corta vida y que daría todo por ella.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿que si un lago cristalino? ¡hay ideal para la belleza!; ¿que si la rendija de un árbol? ¡perfecto para la timidez!; ¿que si el vuelo de una mariposa? ¡ o mejor para la voluptuosidad!; ¿que si una ráfaga de viento? ¡magnífico para la libertad! Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol, el egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... eso sí, sólo para él.
A veces sentada en mi habitación, muchas veces pensé, como sería, que diría, que sentiría, tantas cosas que me pasaban por la mente, trataba de imaginar un rostro, una mirada, una sonrisa, cuantas noches pasé en vela pensando si nunca podría conocer alguien así, me tocaba imaginándome tantas cosas, pero al día siguiente la luz del nuevo día
Ella adivinaba mis deseos y los cumplía, y antes de que pudiera reaccionar ya la sentía en mí, notaba su lengua moviéndose por todo mi sexo, explorándolo y recreándose en mis zonas más sensibles, conocía a la perfección donde darme placer y lo hacía.
Llegamos a la casa y después de ir corriendo al baño - mi necesidad más urgente en esos momentos - nos miramos sonriendo y por fin pudimos fundirnos en un ansiado abrazo y en mil besos que desataban nuestra pasión contenida desde hacia tiempo.
Pepi, me quito los pantaloncitos que llevaba, y mi pené saltó como una vara, he inmediatamente empezó a masajearla, primero con mucha suavidad y cada vez más deprisa, la tuve que decir que parara un poquillo, por que si no se abrirían las válvulas de escape y sería un desastre.
Mi polla se enriela y yergue justo detrás de vos, me encorvo un poco para hacerla coincidir con la cañada de tu culo perfecto y aplasto tus montañas redondas de carne con la proximidad de mi pelvis que tiembla de amor y se aposenta en la mujer que es el sabor de la vida, de mi vida.
En cada relación ponía el rostro de él, hasta cuando salí con un japonés, que no entendía nada al escucharme a reír a carcajadas (yo analizaba mi fantasía, que me permitía actuar), después de cuatro años, con Clara hacíamos una perfecta pareja para ejecutivos, sociedad que incrementaba nuestros ahorros y un buen pasar, ambas seguimos estudiando y conseguimos hacer un curso en Harvard .
El que en todo momento me había complacido, se levanto, me acomodo boca arriba y separo mis piernas y empezó una deliciosa sesión de lamidas en mi ano, que bueno ya estaba bastante lubricado y distendido, sin embargo me hizo elevar mi excitación todavía mas, luego puso mis piernas en sus hombros y apunto su cabeza a mi centro de placer
Diego masajeó el pene de su compañero con un gel y al instante sintió dentro suyo al hombre que tanto ansiaba, sintió la sensación de placer constante, ese orgasmo que parece interminable de un chico pasivo.
La acomodé en la cama en posición de perrito y con mi dedo y con ayuda de la vaselina le fui abriendo su estrecho agujero, cuando lo vi lo suficientemente dilatado le puse la punta de mi tolete y se lo fue empujando poco a poco hasta que entro la mitad entre gritos
Una tarde estaba estudiando cuando escucho un ruido de agua, algo se estará rebalsando, pensé, entonces me acerqué al baño y veo a Gigi que se estaba duchando e intencionalmente había dejado abierta la puerta y todo su cuerpo traslucía por la cortina de la ducha.
Eran las cinco y mi suegra empezaba a sufrir los efectos del alcohol, por lo que le pedí que se tomara un hidalgo (trago de todo el vaso) de lo que le quedaba del jugo y que nos retiráramos del lugar, eso hicimos.
Yo sabía que eso traería complicaciones, pero la quería y eso era lo que importaba, además siempre me quejé de mi ex que era pasiva en las relaciones y era yo el que tenía que insistir para echar un polvo porque a ella no le iba mucho.
Nos fuimos a su dormitorio y nos seguimos besando, me besaba el lóbulo de la oreja, yo acariciaba sus enormes, blancas, ricas y hermosas tetas...su culo, su pubis...la manoseaba entera,,,,sintiendo sus carnes, calientes, electrizadas de amor y lujuria, sentía su calentura...era una puta caliente, una mujer que ya expelía sus secreciones....
Cuando hablamos me dijiste que habías tenido la ocasión de conversar de este tema con algunas amigas y que una de ellas les había dado el secreto apropiado para ser penetrada analmente y así disfrutar realmente esta alternativa de sexo.
Aproveché ese momento para hablarle de lo que habíamos iniciado y de lo que habíamos conversado en la noche anterior. Le expliqué que esta situación debíamos mantenerla en secreto toda vez que la sociedad castiga este tipo de relación, aunque seamos mayores de edad. Asimismo, le dije que yo lo amaba profundamente y no me sentía inmoral y al mismo tiempo, sí esperaba lógico que él un día conociera alguna mujer y formara un hogar con ella
Nuestros nuevos encuentros fueron en el apto de un amigo el cual me lo prestaba , que queda en el área turística del laguito pero en forma muy discreta ya que el nunca supo para que era o quien era con la que yo salía, en el apenas subíamos por lo general hacíamos el amor en todas sus formas y expresiones y por lo general nos bañábamos desnudos los dos y allí empezaba el juego ya que María le gustaba que le chupara mucho su pepita (clítoris) a la cual por lo general gritaba cuando tenia su orgasmo que eran tres o cuatro en dos horas, hacíamos el famoso 69
El deseo sexual o el apetito sexual, nace con la propia vida del ser humano y la verdad sea dicha, desde que un hijo o una hija recién nacida, es amamantada por su madre, se despliega en su mente y en su vida, la primera relación sexual y nadie la cataloga de incesto.
Sin mirarlo le contesté: "tanto sol me hace mal, Carlos, me pasas bronceador?". Y fue la primera vez que mis senos impúdicamente se ofrecían a sus ojos y a la caricia de sus manos que con el pretexto de la crema recorrían todo mi busto haciéndome suspirar de voluptuosidad. No veía nada malo en su actitud. Ya había visto mis senos desnudos varias veces espiándome a hurtadillas, con mi complicidad que dejaba puertas entreabiertas.
Después el reposo nos hizo conversar nuevas cosas, nuestro encuentro, experiencias anteriores; tu cuerpo se encontraba por esos días en periodo, por lo que mi pene quedo cubierto de un tono rojizo, que tu delicada y tiernamente te dedicaste a asear, tomabas mi carne y la limpiabas hasta que quedaste conforme; nos refrescamos con una bebida y así comenzamos a recuperar nuestros apetitos.
Le dije que no había problema, que siempre era bonito volver a ver a los viejos amigos, que si quería ir adelante. ¿Y si se pone romántico?, me dijo, ¿si quisiera hacer el amor conmigo?, se me paró de inmediato el pene al momento que le estaba contestando: pues si quieres hacer el amor con él, pues hazlo, conste, me dijo. Llegó la noche y se bañó, poniéndose uno de sus mejores vestidos.
Una mujer cuenta las sensaciones que le provoca ver a su hija en una relación lesbiana con su hermana. Tía y sobrina son amantes. Nuestra protagonista espera acceder en el futuro a los favores de su hija.