Una pareja se encuentra casi por casualidad y llegan no solo a la cama sino a disfrutar plenamente de sus cuerpos y enamorarse en un solo día, primera vez para muchas cosas.
Los días pasaban con el normal ajetreo de trabajo. Había mucho movimiento en la planta y las mercancías entraban y salían sin cesar.
Era una suerte tener un trabajo así. Llevaba dos años en una empresa subsidiaria de una multinacional. Sus tareas se relacionaban siempre con ordenadores. Aparte de lo cansado que resultaba pasar un montón de horas diarias sentada delante de una máquina, luego tenía sus compensaciones.
Relato de terror y satanismo con algo de erotismo.
Los relatos que he estado leyendo me hicieron recordar mi primera vez, esta fue mi primera y única aventura, pero vale por cien. Si la memoria no me juega malas pasadas, podré hacer un relato completo, pero todo lo que voy a describir es rigurosamente cierto.
Nuestro amigos gozan juntos de los placeres que les proporcionan sus cuerpos llenos de deseo.
El círculo de amigos y cómplices sexuales se amplía con otro joven, también discapacitado.
Los dos amigos acuden a una reunión de discapacitados en diverso grado. En ella nuestro protagonista tiene ocasión de mantener un miembro de hombre en su mano y excitarse muchísimo con ello, lo que hará las delicias de su compañero cuando se encuentran a solas.
Nuestros amigos se consolidan como pareja sexual, con el morbo añadido de la discapacidad de uno de ellos. Y disfrutan sus encuentros y sus fines de semana juntos, en perfecta armonía sexual y de amistad.
Un hombre conoce a otro que por su condición física debe llevar un aparato ortopédico en una de sus piernas. Tras bailar juntos van a su piso y allí se entregan al amor y al placer, con el morbo añadido de la prótesis.