Últimos relatos gay:

Blanca y radiante

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Caderas redondas, un trasero muy apetecible, y unas bonitas piernas. Todo ello enfundado en un elegante vestido de color negro. En torno a su largo cuello, un collar de perlas resaltaba sobre su piel tostada. Estuve a punto de soltar un silbido de admiración.

Sandra, detective privado II

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Llame al timbre, bastante nerviosa y emocionada, y esperé, al cabo de un par de minutos, la puerta se abrió y vi a Laura, estaba medio dormida, despeinada, pero realmente atractiva, llevaba una bata de raso de color crema, cerrada con la ayuda de un cinturón también de raso anudado a su cintura, pero lo suficientemente abierta para adivinar sus pechos firmes y desnudos.

Viaje de fin de curso II: Martes, Miércoles y Jueves

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Le agarré del cuello y lo metí en la habitación y comencé a desnudarlo yo misma. Nuestras bocas no se separaban mientras tanto y pronto se quedó en calzoncillos. Era un hombre compacto, apenas más alto que yo, pero tenía pinta de ser un semental. Su pecho cubierto de bello. Se bajó los pantalones y ví un cipote bastante largo. Me empezó a quitar el camisón. y pronto quedé en bragas.

Las aventuras de Lola

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Pero tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse. En su enésima interrupción, calculo mal y se extrajo mi polla de la boca justo cuando yo comenzaba a correrme, y aunque inmediatamente volvió a metérsela para tragar hasta la última gota, no pudo evitar que le llenase toda la cara con mi esperma.

Mi vecino de enfrente II

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Nos acariciábamos, las piernas, los muslos, las nalgas de Manuel eran maravillosas a pesar de sus años (tenía unos 45), tenía un culo que no dejaba de pedirme ser penetrado, y fue él quien dijo yo seré el primero para que mi hijo aprenda como se hace, solamente nos miramos y esbozamos una risita cómplice con su hijo y dándose la vuelta me ofreció el culo, me puse a besarle las nalgas, a lamérselas, abriéndoselas encontré su agujero, y me dediqué a meterle la lengua, él rabiaba de placer, mientras Rodrigo nos miraba y se masturbaba.

Una aventura muy excitante y agotadora le esperaba en el cine

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Después de unos 5 minutos se levantó y me dijo quieres metérmelo, le dije que no que era muy peligroso, no te preocupes me dijo y saco un preservativo de su bolsillo y me lo puso y dándome la espalda se bajó los pantalones y el slip y se sentó sobre mi polla y mientras miraba la película me cabalgaba suavemente.

Isla Margarita I

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Adentro era otro el ambiente, la música era de menor intensidad y el interior estaba muy cómodo y perfumado, un mesero muy apuesto nos recibió vestido solo con un pantalón y tirantes sin camiseta, él y los otros meseros eran los únicos "vestidos" ya que todas las chicas caminaban entre los cómodos sillones completamente desnudos sobre sus grandes y puntiagudas zapatillas.

Lluvia dorada con Bianca

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Desalentado, volví a subir a casa pensando que debía sosegarme lo suficiente para poder volver a dormir. Quizá miraría la televisión, quizá jugaría con el ordenador, o me abandonaría a la casi-vida virtual, o quizá escucharía algo de música y, casi con toda seguridad, me masturbaría con desesperación, en fin cualquier cosa que me serenase. Pero, mientras subía sudando los inacabables peldaños de la escalera, tramo tras tramo, la visión del delicioso balanceo del culito de la travestí más pequeña no abandonaba mi sobrecalentado cerebro.

Ilustrísima señora

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A determinados niveles de poder económico se puede uno permitir disfrutar de un viaje en yate privado. Ese era el caso de Rosa y su esposo Rodrigo. Magistrada ella, Gerente de una gran empresa de asesoría financiera, él. Ambos decidieron relajarse y desconectarse de su estresante vida profesional y fletar, junto a dos matrimonios más, un precioso yate con su correspondiente tripulación, naturalmente.