Solo recuerdo que siempre me han gustado los hombres, y la verdad creo que soy muy quisquilloso, ya que siempre me han gustado los que tiene buen cuerpo.
Allí me di cuenta de que en este mundo profundamente erotizado una mujer es poco más que un cuerpo; y ni siquiera un cuerpo completo, sino sólo algunas partes muy concretas de su anatomía.
Una noche de viernes, me encontraba en mi cama matrimonial, envuelto en sabanas blancas, descansando, cuando de repente hacia las 6 de la madrugada llama por teléfono mi mejor amiga, Sonia, una chica morena de pelo rizado con un cuerpo de ensueño
Había ido a una fiesta con mis amigos Marcos y su novia Alexia, el lugar era un poco retirado en las afueras de la ciudad, a unas dos horas de viaje en auto.
Cenamos y luego los tres vimos una película, que en un momento tenía un par de escenas de sexo algo fuertes, el ambiente se calentó un poco, Raquel se abrazó mas a Jorge y noté su erección, yo me calenté un poco pero la película avanzó y terminamos de verla.
Se fue colocando mejor para darme por el culo, mientras empezaba a mover su pelvis, haciéndome que me agarrara fuertemente a sus brazos, sintiendo como me empezaba a follar, manteniéndome recostado sobre la repisa de aquellos lavabos de señora.
Nunca pensé que una visita al gym de rutina se convirtiera en una fantasía sexual hecha realidad, con un chaval de 24 años aproximadamente, guapo, delgado y con una polla enorme.
Cuando mi amigo esta detrás de ella, la detengo para que deje de moverse; mi amigo acerca su palo al ano de Chabela, ella intenta levantarse, pero la sujeto de sus caderas impidiéndoselo.
Susan me follaba como una posesa y no podía parar de gritar y decirle cosas inconexas, porque me volvía completamente loca y acabé corriéndome, sintiendo que al estar así de pie, doblada, me corría mi flujo por el interior de los muslos y un poquito de sangre.
Entonces ella empezó a desnudarme a mi, ahora sus diestras manos abrieron los botones de mi camisa, sus maquillados labios besaban primero mi largo cuello, luego mis hombros y por fin bajando los tirantes de blanco sujetador mis anhelantes pechos.
Por primera vez abrió la boca y comenzó a gemir fuerte, ya que obviamente ese pene era mucho mas difícil de soportar sin chillar que cuando la había penetrado mi yerno.
Durante el viaje no deje pensar en todo lo que me gustaría hacerle, pero también tenia miedo a que no me funcione debido a mi abstinencia. Bueno se las hago corta.
Estaba sobándome la polla que volvía a tenerla fuera del tanga imaginaros yo sentado en la hamaca con la polla al aire, las piernas en los hombros de mi madre que con las tetorras fuera y el tanga bajado hasta medio culo estaba con su cabeza entre mis piernas, frotándome la polla gorda y dura y masajeándome los huevos y el culo.
Cerré la puerta y me senté en el sillón, el perro se volvió a acercar y otra vez metió su hocico entre mis piernas, yo las abrí, porque aquello me estaba excitando bastante.
A mi esposo lo mandaron de vacaciones a Guadalajara por una larga semana, y aunque tengo una carrera de licenciada, por el momento sólo me dedico a las labores de la casa, así que con ese viaje de mi marido, llegó la oportunidad de hacer realidad mi fantasía.
Con la punta de su lengua lamió mis labios voluptuosos e hinchados aún por el placer, dibujó mi clítoris sonrosado y recorrió cada milímetro de mi vagina con su lengua y saboreó casi desesperado mi coño húmedo y ensoberbecido.
Este relato es la historia que vivió Miguel García, un lector de mis relatos, el cual me escribió pidiendo si podía escribir sus recuerdos de cuando fue desvirgado, a sus recién cumplidos 20 añitos. Fue en Alicante donde estaba realizando el servicio militar, y fue su capitán quien lo desvirgó, convirtiéndolo luego en su putita.
Si ya iba caliente y excitado, el ver cómo le entraba la verga por el culo al chaval aquel, hizo que mi polla se pusiera tiesa al momento, recorriéndome por todo el cuerpo una sensación extraña de placer, excitándome aun más de lo que ya estaba.
Después de un rato mas baile y cervezas y mas jugueteo llego un punto en que ni ella ni yo nos conteníamos y después de besarnos le propuse que si nos íbamos y pasábamos a mi casa
Como voy a resistirme si has aparecido con uno de esos vaqueros de botones que te hacen tan sexy con los dos primeros botones desabrochados, con tu torso desnudo y moreno y tus pies descalzos...
He decidido escribirte estas líneas para contarte una fantasía que he tenido contigo, bueno, que llevo teniendo mucho tiempo y que me resulta muy excitante cuando la pienso.
Mi padre, después que ya dejó de sacar leche, me levantó la cabeza de en medio de las piernas de la Tata, sonriéndome me dijo si me había gustado probar su leche y lamer el coño de la Tata; que me había parecido aquello que había visto y si me gustó.
Empezó haciéndome una paja de maravilla, casi no pude contenerme y estuve a punto de venirme en sus manos, ella se dio cuenta de ello y paro, yo solo atinaba a manosearle su culo, sus tetas y su concha que aunque sobre el pantalón notaba que la tenía húmeda