Cuatro preciosas mujeres para darle gusto. A la que más le costó satisfacer fue a Mónica. Cuando ya todas habíamos gozado, estuvo clavándole su verga con gran intensidad. Eran penetradas bruscas, rápidas, frenéticas.
La orgía del Club de Masturbación se hace cada vez más intensa. Melina sigue siendo la protagonista de la noche y mi momento para besarme con ella y vivir el sexo desnudas se aproxima. Un relato que te hará soñar el estar en un momento así de intenso y lujurioso, donde todas nos damos placer.
La ansiedad por vivir el sexo se siente desde las primeras líneas de este relato. Melina ha llegado al Club de Sexo, donde muchas mujeres desnudas se masturban y esperan que el deseo explote. La llegada de la cumpleañera enciende los instintos de todas las mujeres lésbicas de este relato.
La experiencia de gozar con Katherine continua en mi cama. Nos entregamos la una a la otra, dejándonos llevar por el palpitar de la sangre y la desnudez. Termina de descubrir lo que ocurre en nuestra intimidad como mujeres lesbianas.
En este relato profundizo sobre mi primer encuentro con Kira y como disfrutamos al máximo de nuestros fetiches. Incluso una axila femenina muy bien depilada puede ser motivo de sensación en nuestros encuentros sexuales. Un fetiche que te causará mucha curiosidad de experimentar en este relato.
Todo comienza en la sala de cine de un teatro. La oscuridad me permitió manosear a Katherine a mi gusto, tal como ella lo revela en este relato en primera persona. Descubre más sobre cómo de ese escenario nos fuimos a gozar en las sabanas de mi cama, viviendo una tarde fantástica de mucho placer
Conocer a Kira ha sido una de las experiencias más revolucionarias de mi vida. Me abrió el camino para explorar mi vida sexual con mujeres a un nivel más intenso y apasionante. En esta primera entrega te develo cómo fue surgiendo mi amor hacia ella hasta hacerse realidad en la cama.
Aceptó una apuesta. Terminó atada, gimiendo, y pidiéndole permiso para venirse. Mario no solo ganó el juego, se ganó el control total de su cuerpo. Ahora, ella sigue sus reglas
Una escapada a una cabaña en el bosque se convierte en el escenario perfecto para cumplir una fantasía prohibida. Mi esposa, vendada y sumisa, es dominada sin piedad por dos hombres frente a mí, mientras grabo cada instante. Doble penetración, control absoluto, placer sin filtros… y cero sentimiento
Ángel dio la vuelta a la mujer y llevando el consolador a la máxima potencia, se lo acercó al clítoris. La mujer gimió y se apretó contra él, notando su erección entre los cachetes de su culo. Ángel lentamente fue introduciendo el consolador a la máxima potencia dentro de la mujer, está gimió.
En este relato encontrarás la continuación de la pasión que Paula y Esperanza viven juntas en la habitación de un hotel. La experiencia sexual, que inició en el baño, terminará llevándolas a disfrutar del amor en medio de la espuma de la tina, antes de ir en busca de juguetes sexuales.
Mi nombre es Ángy, y si pensás que mi vida fue un cuento de hadas, andate a la mierda. Desde pendeja, en Rafaela, Santa Fe, mi concha y mis tetas se convirtieron en un puto negocio. Mi vieja, viuda y en la lona, me empujó a este barro y yo aprendí rápido lo que valía mi carne. Treinta años
La primera parte de las ardientes vacaciones de Esperanza, llega con la descripción de su relación con Sergio. Un relato íntimo que narrado en primera persona te hará experimentar las sensaciones que ella vive al masturbar a su hombre, permitiéndole que eyacule sobre redondos pechos.
Una historia apasionada sobre un club de masturbación. Descubre aquí como un bar oculta una puerta secreta a un reino donde mujeres lesbianas viven ardientemente el amor y el sexo. La oscuridad se vuelve cómplice de la lujuria y el placer.
Eran las seis menos diez cuando apareció. Me desilusioné al verla entrar con su horrendo uniforme, aunque en las manos traía algo… Así terminó el último capítulo…
Me calmé como pude antes de cruzar la puerta de casa, me acababan de dar una buena paliza, el hijo deputa de siempre, me espero a la salida del instituto y me agarro. bruno lleva haciéndome la vida imposible desde que empezamos el instituto, me cuesta recordar los tiempos en que momo y yo éramos
Solía ver las tetas de mi mamá, se empinaba sin bra, solía oler sus tangas llena de mecos o sus jugos de su panocha y culo. Me encantaba ver como salía de la ducha encuerada, pezones paraditos , rosa oscuro, panocha peluda con sus labios rosas y mojados.
Siempre tuve la fantasía de ver a mi esposa con otro en la cama... y tantas veces lo imaginé, que finalmente mi esposa decidió cumplírmela. No es una infidelidad, son cuernos consentidos.
Cuando me recuperé, me levanté de la cama, solo para cambiar de posición y abalanzarme sobre Alberto para tomar esa vergotota que cuelga de entre sus piernas, totalmente erguida, dura y caliente, la tomé entre mis manos y empecé a lamer desde sus huevos, que debo mencionar colgaban dos bolas