Aquí estoy de nuevo después de algo de tiempo, lo que les voy a contar es algo que sucedió hace un mes aproximadamente, cuando en las vacaciones vino a visitarnos a la casa, un amigo mío procedente del estado de Monterrey y tuve la oportunidad de ver de nuevo a mi madre cogiendo como una perra.
Durante algunos minutos, le ofrecí al excitado Mario, las suculentas mamadas que, de acuerdo con mi experiencia, enloquecen a cualquier hombre. No tardó nada en correrse en mi boca. Mi lengua, llena de su semen, distribuía sus fluidos a través de mis labios.
Mi nombre es Martha y vivo en Monterrey, Nuevo León, México. Soy muy bonita y tengo un cuerpo envidiable (Eso me lo han dicho montonales de veces hombres y mujeres que me conocen) actualmente estoy casada y si tengo algún defecto ese sería que soy extremadamente caliente, jiji.
Últimamente he sentido la necesidad de tener algo que me llene atrás y de sentir una gran verga en mi boca, y recuerdo como tuve esa experiencia y se me mete eso a la cabeza. A pesar de que tengo buenas relaciones con mi esposa, deseo tener el falo de un hombre satisfaciendo mi gran deseo.
Sonia no pierde el tiempo y empieza a cumplir todo lo que la ordenó Mario, para transformarse lo antes posible en el tipo de mujer que el quería. Empieza a serle infiel a su marido, y tiene su primera experiencia sexual con una mujer.
Cuando decidí ser infiel y vivir mi sexualidad, me di cuenta que hasta en el lugar menos inesperado pueden suceder cosas realmente calientes. Servicio de taxi.
Mi nombre es Esteban, vivo en México, soy agente migratorio y recientemente estuve asignado a la frontera con Guatemala en Chiapas. Es de decir, que en esta frontera hay muchos conflictos con los emigrantes de Centroamérica y Sudamérica, porque entran a México para llegar a las Estados Unidos y trabajar como ilegales.
Toma de mi vino tinto, caliente y reposado, deja que respire entre tus manos, huélelo y disfruta de su esencia antes de que fluya en tu garganta, siente luego su cuerpo líquido derretido dentro de ti y embriágate a mi ritmo compartiendo la misma copa.
Las rosas les encantan a las mujeres. Ella me había pedido que traiga un jardinero para que le construya un rosal. Así lo hice. Por un mes el jardinero trabajó y mi esposa me decía al oído en la cama o en el sótano que era una sorpresa.
Sara había comenzado a proporcionarle placer oral a su madre. Ella no quería quedarse atrás y también buscó los labios vaginales de su hija; fundiéndose en un, comúnmente llamado, 69. Por toda la casa se escuchaban gemidos de placer, dos sombras apenas iluminadas por una pequeña lámpara eran testigos de aquel acto incestuoso pero lleno de pasión, lujuria y deseo desenfrenado. Vendas negras III - Final.
Se organiza un encuentro de fútbol entre un equipo masculino y femenino. Al final del encuentro se organiza una pequeña fiestecita en el vestuario femenino.