Quince minutos de sexo duro con una señora de 50 años que era la madre de mi reciente novia.
Como ustedes estarán intuyendo soy una mujer muy liberal. Es importante que comente esto para que puedan entender la experiencia que les voy a contar.
Empecé entonces a desnudarla lentamente, y cuando sus dos pechos salieron libres de su prisión, se encontraron con un par de labios que los chupaban una y otra vez.
Fue hace 17 anos, y aun siento como si fuera ayer, cuando fui a parar a casa de mis tíos para pasar los últimos 15 días de mis vacaciones de verano, mis tíos tienen 2 hijos y una hija, y por supuesto, mi relación era con ellos dos, pero mas con el mayor, Jose.
Él me bajó los pantalones y el bóxer y se encontró con mis 19 cm al tope y no dudó un segundo. La chupó como si fuese la última y se notaba que era la primera vez.
Me compré un mini vestido de lycra que se ajustaba como guante a mi cuerpo, una minifalda muy atrevida y un pantalón de esos súper ajustados; también compré algo de lencería muy sugestiva, por aquello que "trabajara" más de una noche.
Me acerqué a él sentándome en la cama, y no dejaba de admirarlo, acerqué mi cara al bulto de su trusa y me llené con su aroma, el olor de su verga y sus huevos, acariciando los pelos que asomaban de su calzón.
La llevé hasta el árbol y haciendo a un lado algunos adornos comenzamos a besarnos, yo metí mi mano debajo de su blusa y le comencé a tocar y pellizcar los pezones, algo que la volvía loca, así mientras que con una mano me ocupaba de sus pezones, con la otra empecé a tocar su panochita, que para esos momentos ya estaba algo húmeda.
Tengo una que me encanta y me masturbo mucho con ella, y es que voy con mi marido de noche dando un paseo nocturno, nos asalta un negro fornido, y nos pide la cartera y el bolso, mi marido se resiste ya que esta bastante fuerte, y golpea al negro, entonces salen 4 negros mas, que reducen a mi marido.
¿Te gusta? Me preguntaba acariciando mis pelotas y abdomen con sus manos, haciendo que me fuese calentando y animando.
En aquel instante estaba como drogado. Ella subió su pie y lo apoyó sobre el taburete en el que yo estaba sentado, haciendo hueco entre mis muslos.
Ya el autobús esta llegando a la escuela, ella me mira y me planta un beso rápido en la boca para que nadie se dé cuenta, baja primero del autobús y me hace una seña de que luego me buscará, se abraza a una amiga y se retira riendo.
El monte nos acogió en su follaje que todo cubría, Esther me contaba que había soñado que era la única mujer en una orgía, estaba caliente, su paso ingles en la cabalgadura hacía mover sus senos
Empezó a lamer mi oído, mi cuello, bajo los tirantes y empezó a chupar mis senos, estaba súper caliente y me deje llevar, apretaba mis nalgas, su dedo ya buscaba desesperadamente la abertura de mi ano, mi vestido callo al suelo, me acostó en el sillón y empezó su exquisita mamada en mi vagina.
Me encanta el sexo y el morbo por lo que no pierdo la oportunidad de que me follen bien el culito en cualquier sitio, esta vez dos en un tren.
Esa tarde de verano al llegar desde la pileta de Claudia, encontré a mi madre preparando la valija con ojos llorosos, mis quince años me decían que algo no andaba bien, pero el mutismo de ella y de mi padre
Aquí sigue la historia con mi adorada cuñada; de más, esta decir, que esta historia es cien por ciento verídica, y que no daré datos, ni descripciones personales por razones sociales obvias, para mantener en secreto esta relación que ahora se hace imprescindible .
Comencé muy chico a oler, chupar y hacer el amor a las sandalias viejas y usadas de mi sirvienta.
Soy de Aguascalientes, México, y me encantaría convidarles acerca de cómo mi expareja me conquistó, mi linda ejecutiva de cuenta bancaria.
Las dos somos rubias aunque ella es más esbelta, de pechos más pronunciados y ojos marrones. Los míos en cambio son azules.