Se metieron en el jacuzzi y la salsa estaba servida. La bacanal de lengüetazos por aquí y por allá; las caricias y besos por todas partes y en todas direcciones; y las frases y expresiones subidas de tono, los pusieron como motos.
Solo una persona sabe mi delicioso secreto de libertad sexual: mi amiga Laura. Ella es mi compañera en mis días de aventura y hoy es uno de esos días.
Es viernes y tengo planeado ir a bailar con mi amiga. Me encanta bailar, es una de las cosas que más amo… pero no tanto como una apasionada noche.
Toca el timbre sobre las ocho de la mañana. Raquel le abre la puerta y nada más entrar, le pone a modo de mascarilla una compresa ensangrentada. Raquel tiene todo un cesto lleno de compresas usadas. Cuando quiere ser benévola con su esclavo de turno, le coloca una más limpia.
Paseando por la calle, Luis no desmerecía tampoco a su lado, a pesar de la diferencia de edad. Es un hombre clásico a lo que a moda se refiere, pero juvenil y esbelto en el aspecto. Ya en el interior del apartamento, mientras Jennifer preparaba los vermús, Luis hojeaba algunos libros.
-Gabriela. -Gracias SEÑOR, ahora mismo…
Salió sonriente y aun temblando. Ya tocaba trabajar, pero antes le escribí a Gema…
Así terminó el último capítulo…
Y continúan los encuentros con Paula, la relación volvía a ser como los tiempos de universidad pero no todo podía durar para siempre, y a veces hay que tener paciencia.
Sigo bajando por tu cuerpo de escándalo. ¡Esos hombros! Más abajo me encuentro con tus turgentes pechos. Unas deliciosas peras con sus delicados pezones. La Ley de la Gravedad no impera en estas majestuosas tetas. Las masajeo, beso y chupeteo.
Elizabeth iba muy sexy. Llevaba unos tenis blancos altos a juego con unos calcetines del mismo color. Un pantaloncito corto ajustado de color azul y una camiseta rosa, que de lo sudada que estaba, dejaba entrever un sujetador muy sensual.
Todos tenemos esa compañera de trabajo gordita que tiene un par descomunal de tetas y según odia a los hombres porque la han lastimado pero es insaciable.
...como le abrí las piernas todo lo que daban de sí, llevando mi mano a un empapado coño, que empecé a masturbar con fuerza… -Puedes correrte cuando quieras PERRA. Así terminó el último capítulo…
Una tarde de verano mi señor y yo estábamos en una playa abarrotada de gente, tenia puesto un bikini que por supuesto, mi señor había elegido con anterioridad
Estaba deseando tocar esos pechos, comerme esos pezones y atravesar ese culo que me pajeaba deliciosamente. ¿A qué te dedicas? - me preguntó
Soy asesor financiero y corredor de bolsa.
Muy bien putita, te diré lo que vamos a hacer. Tengo un local bastante exclusivo, donde mis putitas realizan trabajos para la comunidad. Digamos, que, si eres buena, en poco tiempo podrás saldar tu deuda ¿y quién sabe? Igual te gusta y te quedas.