No pude más, mi semen saltó, caliente, espeso, con olor a hormonas sobre su rostro, su pelo, su cuello y sus tetas y sobre los mismos jadeos, usamos nuestras manos y nuestras bocas para compartir la leche de esta relación clandestina y sexual que aún perdura.
Nos besamos desnudos en el archivo. Ya no tenía miedo que nos encontraran desnudos en pleno coito pues estaba con mi amor y sabía que él me protegería.
No tardamos mas de diez minutos hasta que nos vimos las caras mientras nos corríamos, ella no paraba de jadear y temblar como una hoja, yo empujaba tan fuerte que creía que iba a meterme yo dentro de ella enterito.
Ella fue mí adorada compañera y esposa por casi 16 años. Estos relatos son verídicos de nuestra vida junta. El erotismo de nuestros momentos de amor y sexo que aún no puedo olvidar.
Tengo 25 años, mido 1,74, tengo un cuerpo atlético, debido a que voy al gimnasio y suelo hacer ejercicio, ojos marrones, pelo castaño y largo. Según me dicen soy guapo, aunque yo no me lo creo.
El instituto correccional de señoritas tenía como principal objetivo mantener bajo custodia a jóvenes menores de 18 años que eran ya a su temprana edad inadaptadas sociales, prostitutas o que habían quebrantado de una u otro modo la ley.
Unos colegas salen de marcha con una chica a la que se intentan tirar. Pero las circunstancias hacen que ella termine en la playa con nuestro protagonista.
La esposa conoce a un amigo del trabajo y poco a poco se van conociendo intimando, y aprovechando una ausencia del marido de ella se van a una casa de campo y se consuma lo que mas o menos se veia venir.
Todo ocurrió en una noche extremadamente loca de fiesta y mucho alcohol. Siempre salgo con mi novia, y ella termina ebria a no dar mas y yo solamente un poco pasado de copas...
Que los caminos de Dios son inescrutables es un dicho que, como otros muchos, parece perder su significado profundo a fuerza de usarlo. Con vendría pues revisar algunos conceptos a la luz de los hechos que nuestro protagonista relata.
Sábado a la tarde mi pareja y yo sin perspectiva y aburrido, con TV de por medio y libros para no hablarnos. Suena el teléfono y era la amiga de ella. Nos invitaba a cenar a su casa.
Cambiando los roles, nuestro protagonista ejerce cómo todo un terapeuta sexual con una joven psicóloga barcelonesa, usando su herramienta como un gran profesional.
Uno de los amantes de nuestra protagonista le propone participar en sus reuniones de sábado noche, un grupo selecto de amigos, de sibaritas del sexo. Ella acepta, intrigada y excitada.
Nuestra protagonista y su vecino, su nuevo y excitante amigo, están comiendo juntos en casa de ella. Y llega el momento en que él intenta besarla y acariciar su cuerpo. Los acontecimientos se precipitan y toman un giro inesperado.
Después de pasear por el bosque a lomos de su caballo la mujer observa desde su escondite el encuentro de los amantes. Y ellos la invitan a sumarse a la fiesta carnal y salvaje, donde probará por primera vez las delicias de Lesbos.
La joven descubre un mundo entero de goces que antes eran sólo fantasías. Ahora se hacen realidad y superan las barreras y convenciones sociales, llevándola a una aventura de sexo libre.
Un joven supuestamente muy bien dotado por la Naturaleza en lo tocante a tamaño, tiene una aventura con una amiga de su exnovia en el probador de la tienda donde trabaja.